En efecto, no soy ni mejor, ni peor que nadie, lo que me diferencía es algo que es común a muchos como yo, eso común es que no soy indiferente a lo que pasa en el mundo y no soy indiferente al dolor de la gente, eso lo descubrí en 1968 cuando apenas era un niño. Por eso esta pieza recoge lo que siente y emociona a mi generación, ni modo este camino escogí y así moriré.
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