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sábado, 6 de julio de 2013

Mutaciones personales, el regreso a la "normalidad" (III)

Mutaciones personales, el regreso a la "normalidad" (III).

Mundo profesional.

La profesión es una actividad que otorga autonomía económica, pero también dignidad personal y una labor social útil. Yo estudié profesionalmente dos carreras que he ejercido casi a la mitad de tiempo de mi vida útil como persona. Comencé a trabajar a los 19 años de edad y ya a los 20 como profesional en cada una de ellas. 15 años como economista y 24 años como docente en las escuelas. En ambas profesiones ha habido momentos muy importantes. Yo me pague dos carreras, una maestría y con apoyo del gobierno estudié un doctorado, haré dos doctorados más. La vida profesional me ha dado más satisfacciones que sin sabores, en ambas, siempre me gusto desempeñar mi trabajo.
 
Mi regreso a la normalidad es este recuento de aquello positivo que mis amigos me hicieron ver, en este me tengo a mi mismo.

La Academia.

La Academia implica la enseñanza y la investigación. Dar clases es algo que llena mi vida, más que por trasmitir conocimientos es porque el conocimiento me gusta en sí mismo y en su utilidad frente al mundo. Podría impartir tan sólo 6 horas de clase semanales de manera obligatoria e imparto 26 a la semana a pesar de que ya no me pagan 2 horas porque rebaso el tope. Al menos cuatro generaciones continuas me han llamado a apadrinar generaciones, siento que mis estudiantes me quieren. La enseñanza me llena mucho porque siempre tiene el reto de introducir nuevos conceptos, nuevos contenidos y actualización. Nunca estoy quieto, mis cursos no se reproducen exactamente igual que los semestres anteriores.
 
 
Las generaciones actuales son maravillosas, aprendo mucho de ellas y me gusta mucho como trabajan.  Imparto materias del mundo contemporáneo, trabajo mucho por hacer entender, allegar información, dar un marco teórico conceptual adecuado para que este marco llegue y las nuevas generaciones lleguen al final de los programas dando una visión informada del tiempo presente. Poco a poco las nuevas generaciones van recogiendo la reflexión y los conocimientos.

Algunos alumnos llegan a estimarme y algunos incluso abren una amistad personal que ha perdurado por años. No me puedo quejar, el colectivo, el grupo me alimenta.

Los mejores han llegado a término conmigo, hasta el examen profesional, trabajando juntos en los trabajos profesionales de titulación final, no sólo, algunos de ellos se han formado en términos docentes conmigo.

Ha sido enormemente placentero verlos crecer, madurar consolidarse en el trabajo profesional. Todos los que han sido mis profesores adjuntos han sido excelentes y se han proyectado en la vida como muy buenos docentes y profesionistas. Año con año nos reunimos en un Foro que trata el siglo XX, ha sido excelente. Hoy tengo un gran apoyo de quiénes han egresado de la línea de investigación. Junto con ellos hemos realizado las prácticas de archivo necesarias para que los estudiantes se acerquen a la investigación en fuentes primarias. No sólo formación en la historia del tiempo presente a partir de las sociedades industriales, también formación como historiadores en la investigación histórica. Poco más de 50 egresados de la línea se han titulado. 33 de ellos ha sido con mi asesoría personal. Tengo 32 investigaciones en curso de trabajo terminal de titulación y cada semestre egresan nuevos que se integran en las asesorías.

Me ha tocado formar estudiantes en la formulación de los protocolos de investigación. La línea forma de manera muy eficiente historiadores que no sólo saben plantear ideas, saben investigarlas. Año con años por casi una decena de estudiantes terminan cambiándose a la línea porque en esta cuentan no sólo con los instrumentos necesarios, sino con las bases para culminar su proyecto.

Tengo mucho trabajo por delante. La demanda de asesorías y formación crece o mantiene la línea como una de las más solicitadas. Cada estudiante que hace parte del mosaico y lo completa aporta algo nuevo.

Este semestre abordaré una vez más la problemática de las revoluciones industriales y las sociedades. Una nueva generación entra a trabajar y yo estoy más que dispuesto a reflexionar como el mundo europeo se convirtió en una sociedad industrial. También continuaré con el grupo que ya formé entre 5° y 6° semestre de la licenciatura a aquellos que desean continuar en la reflexión de el mundo de la 2a Posguerra y entender como se encumbró la hegemonía norteamericana. En Antropología Social reinicio el curso de la Historia y la Sociedad en el México del siglo XX.

La Investigación.

La investigación se debería reflejar en la obra publicada, pero he tenido traspiés, y ahora tengo que luchar mucho por hacer llegar lo que he investigado. Una investigación de 7 años detenida porque la burocracia me ha impedido seguir adelante. Ojalá y lo que me llega, destrabe al fin este gran escollo. Me han apoyado siempre y sin condiciones los que se han mostrado como mis verdaderos amigos. Hay amistades efímeras y hay amistades que son para toda la vida.

Tengo poco ánimo y pocos deseos de luchar. Pero mis amigos me impulsan a seguir adelante, quiero hacerlo. Tenía un ánimo reciente, un motivo por el cuál quería terminar, pero este motivo cesó y ahora me encuentro varado, todos me dicen "Te vastas a ti mismo" por lo que seguiré adelante.

He realizado muchas pláticas sobre lo que he venido investigando y muy pocos. los que consideré más cercanos, conocieron mi trabajo. La insurrección socialista de los jóvenes mexicanos en los años 70. Una obra concluida pero varada en su publicación.

Quizás algún día les llegue con una sorpresa, esa sorpresa irá acompañada de la manera como comencé a reconstruir mi vida personal y profesional en el presente. Por lo pronto viajaré no sólo para saludar a un amigo de la adolescencia, sino para iniciar de nuevo un trabajo que deseo concluir de otra manera voy al fin a reanudar un trabajo que quiero publicar algún día.
 
Luego iré a un Congreso, para entrar en contacto con los especialistas de nuevo, con el Iberoamericano de Mobbing y la violencia laboral. No iba a ir, yo quería que me acompañara alguien que finalmente es imposible que vaya. Eso me había desanimado mucho un poco al principio y ya no trabajé la ponencia que quería llevar.

Pero mis amigos me decían que no tenía porqué parar el tren de vida y con esas palabras me convencieron. Hace poco accedía a participar en un programa en canal 11, cuando mi ánimo no podía y me costaría mucho trabajo, pero dos compañeras cercanas accedieron a acompañarme y eso me dio mucho ánimo. Continuaré con mi labor de difundir aquello que he investigado, no tengo porqué pararme. La ausencia de quién quería, comienza a disiparse entre las sombras.

La difusión.

Este jueves comencé un curso en el Museo Nacional del Virreinato. La expansión de la Nueva España en el siglo XVIII. Un lugar simbólico, el noviciado donde vivió Francisco Javier Clavijero, el autor que trabajé para aprobar la materia del siglo XVIII en la Licenciatura. Disfruté mucho comentando con una Tía religiosa los pormenores del curso y la figura emblemática de Clavijero. Tepotzotlán es además un lugar precioso con una Iglesia con tableros enchapados en oro.

Me encanta hablar de Historia, es una profesión que amo y que me da un enorme placer. Como yo me había propuesto, leeré literatura el resto de mi vida para complementar la última faceta que creo, me hace falta profesionalmente. La difusión del conocimiento histórico es algo muy importante, no sólo para los estudiantes, sino para el público en general. La historia no sólo es un punto privilegiado de la consciencia humana y ciudadana, también es un punto nodal en lo que somos. Una historia no elitista es una historia que llegue a las partes más alejadas de la población. Por eso no me niego a dar conferencias gratuitas, en los auditorios, en las escuelas, en los centros culturales, en la radio o en la televisión. Me gusta ayudar, más que salir en televisión o hacer entrevistas de radio. También se han publicado entrevistas en los periódicos. Ayudo en lo que puedo a los periodistas, una profesión que ejercí de oficio y que estuve a punto de estudiar antes de estudiar economía.
 
Me gusta ayudar, respondiendo preguntas a escolares, ayudando a que encuentren la información o participando en foros donde se puede aclarar o explicar información histórica.  He hecho muchos amigos a partir de los foros de internet, no sólo a través de cartas o discusiones, donde a veces soy rudo, sino en la visita personal y en el abrazo y el comentario. Después de las "peleas" discusiones a debate, uno siente agradable encontrar a las personas con las que he debatido y de frente encontrar que no hay encono, sino amistad.

Formación, preparación y capacitación profesional.

No ceso de dejar de prepararme. Me preparo y preparo. Sin caer en la visión oficiosa de las "competencias" preparo en competencias. Mis alumnos aprenden mucho más que contenidos históricos en una visión crítica, reflexiva y profesional. Se capacitan en computación, aprenden estadística, aprenden a difundir contenidos en vídeo, radio, puestas en escena, museología, museografía, elaboración de folletos y publicaciones impresas. Un estilo docente y profesional donde la enseñanza siempre esta generosamente dada. Admiro a los docentes que se dan y que enseñan, eso fue lo que admiraba personalmente de mi ex compañera, cuando tus alumnos te quieren es que algo va bien. Me acusaba de que yo quería meterla en la Escuela donde trabajo, eso es falso yo siempre he querido que quieran lo que ellos quieren y no la llevaría a un lugar donde no le gusta estar.
 
Tres de mis ex parejas fueron docentes, una brevemente y dos más por vocación. Yo siempre he admirado la labor de las maestras, me parece que es una profesión excelente, bonita y además que realiza a quién las elige.

La amistad profesional.

Tengo muchos amigos en el campo profesional. Amistades que han durado décadas y en las que sigo frecuentando su amistad. Amistades profesionales cuando iniciaron con amistades de carácter personal. Esto me permite que exista una red de apoyo cuando de trabajo profesional se trata.

He contado con amigos que son economistas, sociólogos, psicólogos, filósofos, críticos literarios, antropólogos, ingenieros, físicos, químicos, matemáticos, abogados, gente muy, muy interesante. Y no son amigos porque yo busque tener empatía o codearme en lo círculos, son amigos porque en la profundidad de las almas, en los sentimientos tenemos una sensibilidad común.
 
Hace poco no entendía porqué esa resistencia a que yo hablara de mis amigos por alguien que quería. Una personas que admira personas distantes y que el contacto físico no implicaba necesariamente la amistad, sino una especie de admiración contemplativa. Yo he vivido a mis amigos, en conferencias, círculos de estudio y literarios, en la mesa de la comida o la cena, en la tertulia y la copa.
 
He hecho amistades haciendo libros, artículos, dictando conferencias, discutiendo en mesas redondas. Me gusta trabajar, colaborar con quiénes coordinan todas estas cosas.

El amor y la profesión.

En el ámbito profesional encontré mis últimas tres parejas. A la madre de mis hijos con la que a pesar de la distancia y la separación hemos elaborado cosas profesionalmente hablando, además de sostener un núcleo familiar. A pesar de mi distancia emocional y física, a pesar de convivir cerca de ellos, cuando se trata de resolver cuestiones del núcleo lo hacemos. Con esta ex compañera elaboré un libro colectivo de historia universal en asociación con otros compañeros de trabajo donde ella labora.

La distancia hizo llegar una segunda compañera que estuvo un lapso de ocho años conmigo y con la que ha surgido una parte de familia también. Un pequeño núcleo que ella controla y en la que a pesar de la separación no dejé de asistir.