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lunes, 20 de enero de 2014

La necesidad de un programa nacional. Comentando a Ignacio García Ponce

Me gustaría en varios aspectos mostrar coincidencias y diferencias con el planteamiento de Ignacio García, pero con cierta ausencia de tiempo, pues como saben parto en una semana me gustaría delinear un conjunto de planteamientos que hicimos varios compañeros en Seminario Crítico.

La primera gran observación crítica es que si bien Ignacio puntualiza la periodización de una historia contemporánea, delineando grandes momentos. Se haría necesario un análisis más profundo de los cambios del capitalismo de modelo fordista a modelo posfordista y las diferencias sustanciales entre el viejo PRI y el nuevo PRI, así como la difrencia entre el modelo posrevolucionario y los modelos priístas. De lo contrario no vería diferencia con el reduccionismo panista de todo es un modelo autoritario, borrando y extinguiendo las diferencias históricas y sus momentos particulares. El eje de la crítica es el régimen capitalista de producción mexicano, así como los grandes cambios del capitalismo mundial. Yo veo en este análisis una ausencia de esos grandes cambios mundiales, frente a los cuáles la izquierda se ha enfrentado.

La segunda cuestión que veo con mucho escepticismo es la izquierda vista como un bloque histórico o frentista. Como si lo necesario sería que todos los segmentos que enumera sólo se pusieran de acuerdo. Chuchos y amloístas en la socialdemocracia mexicana y la llamada "izquierda social" identificada en el sindicalismo y las organizaciones campesinas. No veo en esta "izquierda social" una crítica al zapatismo que ha sido un elemento más en juego en esa llamada izquierda social. El problema de la izquierda ha sido precisamente su segmentación y no ausencia de un acuerdo, sino porque no se ha sabido construir un programa auténticamente revolucionario de lucha. Tenemos que tener cuidado con ver a la izquierda sólo como el electoralismo, pretendiendo que las organizaciones políticas que han hegemonizado, son la expresión real de las necesidades del proletariado urbano y rural de nuestro país.

Platicando con Carlos Vorrath, mi amigo y compañero de correrías desde jóven, parece muy atractivo y de hecho es algo que planteamos como una necesidad desde el Seminario crítico, la construcción de un programa nacional para el proletariado mexicano. Parece que Ignacio por su parte recogería este elemento, pero guardaría unas reservas. En primer lugar porque en mi perspectiva no se trata de construir un programa táctico, defensivo, inmediato, sino el de tener una visión estratégica que no quede atrapada en la visión electoral y frentista, interclasista que podría proponerse. El proletariado mexicano y el norteamericano que nos acompaña no tiene nada que perder, prácticamente lo ha venido perdiendo todo y se verá en el momento en el que los trabajadores de EUA pierdan el Welfarestate y el seguro de desempleo.

Aquí vendría una tercera ausencia. La falta de análsis en profundidad de la crisis de 2008 y sus dimensiones estructurales para el capitalismo mundial. Esta ausencia determina una visión nacional, demasiado localista, cuando el destacamento mexicano depende de la reacción mundial. No que no puede reaccionar por si mismo, sino que sus condiciones de avance estan también mediadas por lo que suceda en el plano internacional.

Estamos en presencia del fracaso del plan electoral socialdemócrata y del fin de las expectativas de salvación de la democracia, la unidad nacional y un plan progresista para este país. En México, todas esas expectativas han sido destruidas y existe un divorcio profundo entre las clases altas de la sociedad devenidas del salinismo y el resto de la población del pais. AMLO no tuvo la fuerza para cohesionar un gran frente nacional y desde 2006 enfrentar con esa fuerza social el fraude y el posterior desmantelamiento del Estado de seguridad mexicano por el Estado gendarme y nacional de competiencia que tenemos.

El proletariado nacional requiere de un programa nacional de lucha que comprenda el análisis de la situación internacional y la ruptura social que se produjo con el neoliberalismo. Para ello deberá liquidar las ilusiones electorales de la construcción de un gran frente democrático y elaborar una estrategia de lucha en la que sólo le va la vida y la existencia. Esta es la reflexión que no sólo iniciamos aquí en Kratos y Ethos, sino que es el motivo por el cuan fundamos Seminario crítico como un grupo de reflexión y análisis