Nos visitan del mundo

domingo, 23 de diciembre de 2018


Entre mamarrachos te veas.
Existe sin duda una gran crisis en nuestra alma mater, que no es sólo financiera. Tiene que ver con una curricula oculta y un deterioro cultural que va desde la enseñanza de las adicciones, hasta la falta de valores de una generación que en algunos casos comola de muchos jóvenes cree saber todo, carece de mérito, pero reclama derechos y su cabeza no les da más que para creer, que el sentido común es pensamiento crítico.
Una de la joyas de este pensamiento se puede observar en dos estudiantes que se creen dirigentes de un movimiento que se cayó en pedazos, precisamente por el exceso de protagonismo, la falta de humildad y sobre todo de pensamiento crítico. Veamos:

...un profesor mediocre de tiempo completo [...] Es la clara expresión de un representante de los sectores conservadores de la ENAH. Podemos constatar la pobreza de sus argumentos, el tono pasivo-agresivo de sus palabra, el desconocimiento desde el que escribe, la insistencia en aludir a los títulos de posgrados como sinónimo de calidad académica o peor aun de autoridad ...
La mediocridad, escribiendo de mediocridad. Esto es producto de la falta de procesamiento de las diferencias en la cabeza de una pequeña burguesía lumpenizada, que se cree revolucionaria. Ambos, el perro y el chico que sostiene su Mamá, creen que no sabemos que son ellos y sus amigos los que están atrás de su sitio en Facebook. ¿Quién alude a los títulos de posgrados? ellos. ¿Quiénes confunden el progresismo con la reacción? Hay que tratarlos como lo que son, sin ninguna consideración.

Lo grave no es esto, sino que existan algunos profesores responsables de estos productos de mala calidad. Sobre ellos hay que prevenir a la comunidad. Lo que estos pobres muchachos consideran sus héroes, algunos sin remedio, son verdaderos culpables de que estos productos mal formados, sean echados al medio a hablar sus petulancias y sus idioteces.

martes, 4 de diciembre de 2018

Todos queremos a la ENAH, pero la percibimos desde la diversidad

El maniqueísmo mecánico y el falso uso de Marx

Veamos lo que defiende Víctor Ovalle:
En esta época de diversificación temática, todas las expresiones del pensamiento antropológico-histórico y político, se hicieron visibles, aunque la relativización del conocimiento, diluyó cualquier intento de validación científica, de trabajo colegiado u organizativo. Marx continúo siendo el principal referente histórico, aunque ahora para deslindarse de él y sus aportes.
Marx, esto ha sido exagerado, no es el referente del funcionamiento de la ENAH. Puede que sea el referente de las discusiones internas, unos con una pésima lectura del mismo, otros en la discusión real que el autor alemán aporta. Algunos en la ENAH estiran a Marx para validar medicina naturista, ecología y hasta creencias religiosas. No se usa al autor alemán para lo que es realmente importante, el análisis del capitalismo.

Es increíble como estos miembros de la comunidad dividen el relativismo y el marxismo, entre los buenos y los malos. Yo preferiría que se dejara de invocar menos a Marx y se dedicara más a comprender su discurso crítico. Lo que he leído de Ovalle y cía, no tiene nada que ver con el mismo.

La apología por el cierre de instalaciones

La ENAH nunca ha dejado de movilizarse, hemos participado la mayoría en la comunidad. Sin embargo, nunca como hoy la división había aparecido con tanta fuerza. En los últimos 50 años sólo ha habido 3 paros con cierre de instalaciones. Los tres han sido impulsados por el mismo núcleo de alumnos, las mismas personas, que pertenecen al cubículo Pavel González, cambiando el nombre de Carlos Marx, por ser próximos a la ideología anarquista. El primero fue el berrinche porque la mayoría de la escuela representada en el Consejo Técnico decidió empatar el calendario escolar, con el resto de escuelas de educación superior. Miguel Ángel Adame, representante de profesores de Tiempo Completo, no respetando la decisión mayoritaria de su sector votó en sentido contrario a la decisión de las Academias. Como perdieron la votación, él y algunos otros se fueron a un paro loco de tres días contra la decisión mayoritaria de la ENAH.

A partir de ello se inició la discusión entre el Paro Activo y el Paro con cierre de instalaciones. Los paros con cierre de instalaciones los ha venido tomando siempre una minoría en la escuela. Si bien no se cuestiona la solidaridad con los movimientos populares y de trabajadores del país, la peculiaridad de la ENAH es que si tomas las instalaciones, se vacía la escuela, la comunidad deja de asistir. En el pasado se han realizado siempre movilizaciones con las instalaciones abiertas, lo que permite convocar a la comunidad y a mantener a la mayoría activa. Ni siquiera en la estancia de la comandancia zapatista se mantuvieron cerradas las instalaciones a la comunidad. Esto es lo que apologetiza Ovalle:
Así, la permanencia en la Escuela del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en el año 2001, el Paro de labores de más de tres días en apoyo al movimiento magisterial de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en septiembre de 2013 y las movilizaciones para exigir la aparición con vida de los normalistas de Ayotzinapa en 2014, quedan como efemérides históricas y no como referentes o detonantes de cambios sustanciales en nuestra Escuela, como sí lo fue el movimiento estudiantil de 1968[8].
 El tema es si se cierran o no las instalaciones, no si se apoya o no a los movimientos populares. Este tema es el que ha enfrentado y crispado el tejido social interno. Cerrar no es ni un principio revolucionario, ni la forma real de lucha. Las formas se usan cuando hay necesidades reales, no por principio.
LA ENAH QUE QUEREMOS
La crisis institucional de la ENAH actual nos sugiere que se acerca una nueva época que parece tener dos alternativas: convertirse en una Escuela tecnócrata, pasiva, atomizada y funcional a los designios del Imperialismo o una Escuela con identidad, incluyente, rectora del pensamiento antropológico e histórico, garante del pensamiento crítico y al servicio de la clase trabajadora.
Seguramente Washington tiene planes muy específicos para convertir a la ENAH en una escuela técnica. Frente a ello, este profesor que no tiene buenas evaluaciones ni por sus alumnos nos dará una identidad. Él dice incluyente, pero lo que nos ha demostrado es su continúa acción de dividir. Los buenos y los malos, los imperialistas y los nacionalistas, los críticos al servicio de la clase trabajadora. Él es el bueno y los demás no.


Lo que ha prevalecido en el anterior movimiento, y en la acción de este profesor y su grupo, fue el efecto que su discurso tiene para dividir, enfrentar, satanizar a los otros. Nunca como hoy la comunidad ha sido dividida. Un paro que sumó a todos, terminó separando a la escuela y enfrentándola. Los fantasmas de esta parte de la ENAH ha enseñado intolerancia, protagonismo, incapacidad para sumar e incluir.
En la ENAH aun quedan vestigios valiosos de cada momento histórico por los que ha transitado y que es preciso retomar: de su primera época, promover los liderazgos intelectuales a través de la promoción de la mayor cantidad de proyectos posibles, que permitan a nuestra Escuela volver a ser la Escuela rectora de la Antropología y la Historia de nuestro país, pero dejando de lado el autoritarismo característico de aquella época; de su etapa autogestiva rescatar las instancias de democracia directa como los comités, las asambleas por sectores y la Asamblea General bajo el principio de inclusión de todos los puntos de vista y todas las corrientes políticas, el debate y la confrontación teórico-política en sus instancias correspondientes y el cumplimiento cabal y estricto de acuerdos, cerrando las puertas al dogmatismo, a los fundamentalismos y a la ortodoxia política-académica; de la época inmediata preservar la diversificación temática, garantizando que todas las corrientes de pensamiento de la antropología y la historia tengan cabida en nuestra institución, pero promoviendo la existencia de mecanismos de validación científica como foros y publicaciones, que cierren el paso al nihilismo posmoderno, permitiendo que sea el debate y la utilidad práctica la que decida su permanencia o desuso. Tampoco se puede tolerar la existencia de una burocracia caciquil indiferente a los problemas sustanciales de nuestra Escuela.
El discurso que nos esboza se puede leer como la hegemonía de un grupo, el de él. Nos habla de la  verificación del conocimiento como parámetro de verdad. Bien, pero el análisis esta mal hecho. No sabe Víctor Ovalle que se hace en términos de investigación en la ENAH y mucho menos lo reconoce. Habla desde una gran ignorancia acerca de qué es lo que hacen nuestros compañeros investigadores, a los que él denomina caciques.

Cuando recorro en mi mente los importantes trabajos de Lourdes Marquez, de Tomás Pérez Vejo, los de Francisco Pineda, los de Elio Masferrer, y de tantos investigadores que se mantienen en el Sistema Nacional de Investigadores con su trabajo, pienso que lo lamentable es lo que dice Víctor Ovalle sobre la ENAH.
Se debe empezar por darle dirección y sentido a nuestra institución: la ENAH debe contar con fundamentos éticos claros que guíen su quehacer cotidiano: la búsqueda del bien común a través de la solidaridad, la cooperación y el trabajo en equipo, en que la tradición, el saber y la memoria se impongan a la competencia estéril por los diminutos privilegios.
Pienso que Víctor Ovalle debería dedicarse a cosas importantes, hacer posgrados, prepararse más. Hacer posgrados, leer mucho, acercarse a profesores que le pueden enseñar muchas más cosas de las que sabe. No creo que sepa lo que se hace en investigación en la ENAH en este momento y se dedica sólo a denostar el trabajo. Lo primero que debe tener es humildad y estatura para ver que es lo que se hace, en lugar de estarlo descalificando. 
En la ENAH no puede haber lugar para cacicazgos de ningún tipo, éstos se deberán anular con una reglamentación acorde a sus principios y la participación directa de los tres sectores: estudiantes, profesores y trabajadores.
No obstante, en nuestra institución se deben respetar las jerarquías de edad y académicas, las cuales aportan experiencia y prestigio a nuestra institución. Asimismo, cada sector y miembro de la Escuela debe tener un lugar para realizar plenamente sus funciones y se le deben reconocer plenamente sus derechos. En particular los profesores de Asignatura deberán estar representados en todos los órganos de gobierno y en cada una de las Academias. La Planta de Maestros deberá elaborarse con criterios claros y homogéneos. La estabilidad en el empleo de los profesores de Asignatura redundará en mejoras académicas sustanciales para nuestra Escuela.
¿Criterios homogéneos? ¿Qué son criterios homogéneos? He afirmado y defiendo ese criterio, que se debemos generar, crear plazas de asignatura para un sector de los profesores de HSM. No será para todos los profesores que dan clases, sino para aquellos que brindan sus conocimientos valiosos. Pero esas plazas serán por concurso y esos criterios homogéneos de admisión están en el RAEPCEO. Las plantas tienen criterios claros, profesores que sepan dar la materia, siempre a prueba y si no dan el ancho se van.

Los alumnos han sido los peores "tiranos" para algunos profesores de la coalición. Cuando un profesor es malo, los alumnos son los primeros en reaccionar. Simplemente dejan de inscribirse con ellos y les cierran los grupos. No hay rescisión de contrato, eso es falso, lo que hay es no contratación porque los alumnos dejan de inscribirse con profesores que no han estado a la altura. Las convocatorias son abiertas, tienen requisitos que son los mismos para todos. Un profesor de asignatura debe estar por lo menos titulado y presentarse a competir por una plaza en un concurso de oposición abierto.
La ENAH debe plantearse volver a ser un centro de reflexión antropológica y de la realidad social contemporánea; internamente se deben confrontar las diversas posiciones teóricas y métodos de recolección de datos. Es indispensable promover una actividad académica rigurosa y un ambiente intelectual estimulante.
Cuando leo lo anterior, me acuerdo de los trabajos de mis compañeros. El cuidado y la sistematicidad con la que se han recolectado los datos demográficos de los esqueletos de pobladores mesoamericanos.  La estadística analítica con la que estos datos están siendo analizados en Antropología Física. ¿Existe actividad académica rigurosa? Desde luego, me sorprende que Víctor Ovalle no tenga un buen balance de la mismo.
Se deben debatir los problemas nacionales; nuestra comunidad académica tiene la capacidad de ser un referente de opinión para la población en general y para otras instituciones antropológicas y educativas; tenemos la posibilidad de aportar soluciones a los problemas de la población mexicana, como el de la inseguridad y de contribuir a la preservación del conocimiento ancestral de las diversas comunidades y del patrimonio cultural de nuestro país.
Los alumnos de Historia debaten temas de la Historia del tiempo presente. Ello lo reflejan cuando van a otras instituciones en los Encuentros Nacionales de Estudiantes de Historia. Aquí se discute desde hace años el deterioro del Estado mexicano, la naturaleza del capitalismo actual, los orígenes de la inseguridad y la muerte. Ello sucedía también en Antropología Social cuando impartí materias como Historia y Sociedad en México siglo XX y Grandes problemas contemporáneos de México y el mundo. Toda una generación con la que consolidé una gran amistad. Anarquistas, miembros de la APPO, militantes de MORENAH, todos ellos acudieron a mis cursos donde hubo un gran foro de discusión de los problemas nacionales. Lo que se hace hoy no es mi responsabilidad, pero se han formado generaciones completas que hoy están insertos como líderes sociales en comunidades tanto en Atenco, como en Oaxaca, en Ecatepec, etc. 
Nuestra Escuela también puede ser un referente a nivel internacional, que atraiga estudiantes y profesores-investigadores de diversas regiones del planeta.
Existe conocimiento de nosotros en el extranjero. No obstante ser una escuela pequeña, con pocos apoyos, que se deben ampliar, lo que hace la ENAH es importante. LO sorprendente es que Víctor ni siquiera sepa que se hace y se la pase anulando todo. 

Víctor Ovalle es una voz más en la ENAH. Estará en las discusiones en el Congreso y en las instancias. Lo que reitero es que debemos comenzar a ser críticos, pero también a considerar que las diferencias no deben impedirnos dialogar. Si entramos con el maniqueísmo lo que habrá es división.

domingo, 2 de diciembre de 2018

La visión simbólica no material en la ENAH

Posmodernidad y pos lamentablemente

El teórico del reciente movimiento huelguista de la ENAH, muestra paso a paso su pobreza y su falta de preparación. Se mueve en los deseos, no en el análisis, veamos:
Con la desaparición de la URSS y el Bloque de países del Este de Europa, se implementaron también diversos ataques ideológicos al proyecto marxista a través de proclamas como “el fin de la historia”, “el fin de las ideologías” o “el fin de las metaexplicaciones” y se expandieron en las Ciencias Sociales los estudios que promovían abandonar las explicaciones generales y centraban su interés en el análisis empírico:
El posmodernismo ha decretado que no puede haber progreso en las ciencias sociales, y los estudios culturales, habiendo homologado la posmodernidad como contexto y como modo de vida, se involucran cuando pueden en la afanosa demostración de esa idea. Después de la posmodernidad, el apocalipsis (Reynoso 2000:9).
 El ataque en efecto, contra la teoría marxiana, no necesariamente contra el colaboracionismo "marxista" que defiende este profesor. Contraponerse, no es superar pensamientos, para que exista una refutación del planteamiento pos moderno, no basta decir que no nos gusta o señalarlo como el demonio. Hay que desmontarlo teóricamente y posteriormente señalar porque no es verdad en este mundo.

Fukuyama ciertamente declaró el "fin de la historia", es decir la prevalencia del capitalismo como sistema. Algo que sin duda, es verdad. El capitalismo existe actualmente. La discusión no es esa, sino si existirá siempre. Es curioso, pero quién más ayuda le ha prestado a Fukuyama, es la insistencia en una falsedad, que Ovalle sigue sosteniendo. El hecho de que esto que existió en la URSS fue el "socialismo", un sistema de capital colectivo estatal, calificado de "socialismo". La lógica es simple, si el "socialismo soviético" fue "transformado" en capitalismo, entonces el socialismo se derrumbó.

Por lo visto, el estalinismo de Ovalle sigue desorientando. Por eso, sin entender la historia y la dialéctica de las revoluciones de principios del siglo XX. Sigue sosteniendo la quimera estalinista del "socialismo real". Luego entonces, Ovalle ve a la posmodernidad, una elaboración intelectual basada en el análisis de los discursos y los lenguajes como el enemigo a vencer. Su empirismo le impide ver las fallas de la posmodernidad, porque sencillamente le contrapone el materialismo vulgar, es decir su empirismo.
El interés en los cambios sociales cedió el paso al agnosticismo posmoderno y las teorías –como cualquier mercancía- se volvieron desechables.
De esta manera, el Posmodernismo se consolidaba en Occidente como la principal expresión y avanzada ideológica del Capitalismo, teniendo sus principales bases de operación en las Academias de las Universidades.
Al desconocimiento de los problemas se aúna a la teoría de la conspiración. El pos-modernismo no sería entonces la forma en que la burguesía entiende y reproduce su momento histórico, sino una teoría maquiavelista. Toda ideología es apologética del sistema. Lo es el estalinismo de Ovalle que defiende la forma estatal del capital y lo es el posmodernismo, que defiende que el lenguaje es en sí mismo una forma relativista de percibir la realidad, es decir de no transformar nada. La declaración de Lyotard sobre el fin de los grandes metarrelatos, no se responde con el capitalismo estatalista, sino en una denuncia que no le gustará a Ovalle. La democracia ha sido el paradigma impuesto por esa posmodernidad. El relativismo posmoderno se responde también desde la lingüística y la filosofía. ¿Por qué es posible entender el guiño del ojo que plantea Cloford Geertz?
En la ENAH, el desgaste político y el ambiente de apatía y desanimo social favoreció que la Administración de Gloria Artís, negociara con el INAH la desaparición de la Asamblea General como órgano máximo de gobierno y la elección directa del director a cambio –se dijo en ese entonces- de mejorar las relaciones con el INAH y recibir mayor presupuesto.
Ovalle es un simplista que no analiza los procesos materiales. Ello significaría reconocer que el desgaste de eso que llama Asamblea General, llegó a su crisis al final de los años 80. Por eso en lugar de analizar los factores del desgaste, los factores materiales, se pone a moralizar. Para él la apatía y el desanimo social, no que la forma era disfuncional porque ya no intervenían todos en una comunidad de más de 2 mil personas, que sólo se llenaba en las coyunturas importantes y se vaciaba en la cotidianidad. Que en las asambleas se sienten cómodos la mayoría de personajes como él, que se la pasa todo el día en la escuela, y no los compañeros que tienen que trabajar para ganarse el sustento.

Las posiciones de 1993 no eran mayoritariamente en apoyo de la forma asamblea. Las representaciones de posgrado, representaciones de licenciaturas fueron partidarios de los cuerpos colegiados permanentes. Es decir de formas de representación que en la cotidianidad funcionarían mejor. Así como hoy la realidad nos hace cuestionar la disfuncionalidad de los órganos colegiados, poco dinámicos, asimétricamente representados. En 1993 las asambleas tampoco eran tan romanticamente representativas como nos indica Ovalle. Ovalle se inventa una historia. Nos impusieron el reglamento, fue culpa de que Gloria Artís nos entregó por 5 monedas, mientras los apáticos y desanimados miembros de esas generaciones, su generación por cierto, permitieron que se impusiera el reglamento. En realidad la escuela se dividía en tres. Los que eran partidarios de mejorar la relación con el INAH y acabar con el desgaste de las administraciones anteriores a las que les cerraban el grifo del presupuesto, para ello el compromiso era que la comunidad de la ENAH hiciera los cambios. Estaban quienes defendían, como Ovalle a la Asamblea General y que no querían ningún tipo de trato con el INAH, cuyo riesgo en 1993, pleno periodo salinista era que nos terminaran imponiendo el reglamento como en ese momento había pasado en el Conservatorio Nacional de Música y en la Escuela Nacional de Danza. Y había un sector centrista que veía el peligro y trataba de que el reglamento que quedara no fuese a modo del INAH.

Una cosa en la historia que Víctor Ovalle omite, como si las resoluciones se tomaran en la Asamblea General, es que ya existía un Consejo en la ENAH y que desde allí se tomaban resoluciones. Fue este Consejo quién en muchos meses de trabajo elaboró la reglamentación que hoy existe, Consejo que tenía representación de todas las licenciaturas y de profesores y estudiantes. En 1993 yo fui consejero estudiantil por el posgrado de Historia-Etnohistoria. La Directora del INAH, en aquél entonces se presentó al Consejo y fijó su posición. Se tenía que cambiar el reglamento y había dos perspectivas, que se cambiara bajo la propuesta de la escuela o que el INAH lo elaborara y se lo impusiera a la Escuela. El Consejo optó por la segunda opción y presentó lo que había elaborado. Antes de ello, la propuesta en el Consejo era someter la decisión a un Referéndum general de la ENAH. En una votación muy cerrada el consejo votó poner la decisión en un referéndum a la comunidad. La condición es que sería vinculante si votaba el 50 % más uno de la comunidad. La gente como Ovalle, que hoy se vanagloria de que la mayoría votó en contra, cuando yo voté en contra, llamaron porque se sentían  muy revolucionarios al boicot contra el referéndum, que porque era del INAH. El resultado fue en efecto que votamos en contra la mayoría, pero no se alcanzó el 50%+1 de la votación.

Así que regresamos a la sesión de Consejo con este resultado y quedaban dos sopas. Nos lo imponían o metíamos nuestra propuesta. La mayoría del Consejo optó por el segundo escenario. Pero veamos las fantasías de Víctor:
Con la imposición del Reglamento de 1993 –en vacaciones, después de una lucha prolongada en que la principal oposición estuvo a cargo de los estudiantes-, la dirección del INAH eligiría[Sic.] a los sucesivos directores de una terna que la Escuela le presentaría. Es evidente, que desde entonces, la vinculación orgánica con el Instituto se volvió muy estrecha, pero en forma vertical. De tal forma, que la ENAH entró en un proceso de burocratización que inyectó mayor lentitud a su quehacer cotidiano.
¿Lucha prolongada? Mientras nosotros, los consejeros de la ENAH, teníamos el problema encima. Al parecer Víctor se fue de vacaciones, porque no se enteró de lo que sucedió después. Se nombró una comisión en la que aún recuerdo los nombres de consejeros de la ENAH que llevaron al proceso de revisión el reglamento. Una pregunta al anacronismo de Ovalle, ¿Por qué si dice que había vacaciones, la aprobación del reglamento de 1993 por el INAH fue el 6 de septiembre de 1993. ¿Vacaciones Sr. Ovalle? 


Muy ufano Víctor me decía en la comisión de reglamento de la AGENAH que no basta vivir los procesos. Por lo visto. Pues en historia hay testigos claves y personajes como Ovalle. Nuestro compañero de la escuela agrega:
A partir de entonces, la Asamblea General logró únicamente activarse en momentos de coyuntura política, pero sin generar una organización permanente de los estudiantes.
Como jamás ha sido. En primer lugar porque los estudiantes son una población flotante que está a lo sumo 6 años en la escuela. Por lo que vemos una banda sin fin de nuevas generaciones en cada ocasión. Algunos de los viejos estudiantes, terminaron hoy siendo profesores. Pero veamos el apocalipsis now de este amigo.
En este ambiente de derrota y fragmentación, varios profesores de Tiempo-completo afianzan el control político de las Academias de las Licenciaturas, eternizando los cacicazgos académicos: espacios de poder dominados por estos profesores que a partir de las prerrogativas que les otorga el contar con una Plaza de Tiempo-completo, manejan discrecionalmente los cursos, principalmente los obligatorios, los Proyectos de Investigación Formativa (PIF’s) y los recursos económicos correspondientes, asignándose unos para sí y otros para sus profesores allegados e incondicionales.
Vivimos hoy, más que nunca, en un régimen que busca transformar toda fuerza vital en rutina, toda capacidad de imaginación en palabrería al servicio de la mezquindad de los burócratas… No se trata siquiera de una racionalidad orientada a la salvaguarda autónoma de la funcionalidad del propio régimen, sino de un modo de creación, preservación y gestión de los privilegios destinados a engendrar castas sin arraigo ni identidad (Mier 1999:39).
Raymundo Mier, el entrañable maestro es de la UAM y por cierto es Tiempo Completo allá. Ovalle nos pinta un ambiente de derrota y fragmentación, donde los malos, para él los profesores de TC son los que dominan la escuela y él, un pobre y obligado profesor de HSM trabaja sin descanso frente a nuestra maldad. La protesta en el fondo de Víctor es que él quisiera manejar la planta, como lo hizo su propuesta al Consejo Técnico. La Coalición entró en bancarrota por esta posición. En primer lugar ha cometido el error de polarizarse contra los trabajadores de base del INAH, sembrando la división y el sectarismo, tratando de enfrentar a los Tiempos Completos contra los profesores de asignatura, como si los TC fuésemos los patrones. Una fantasía cuyo objetivo es enfrentar para obtener. La Coalición que mucho prometía pasó de ser un sindicato de profesores de asignatura, siempre aplaudido, a una bolsa de trabajo donde sus miembros quieren imponer profesores a los estudiantes y a las academias. A la falta de alumnos, le llaman rescisión de contrato, a sus deseos lo llaman realidades. Ellos quisieran convertirse en investigadores del INAH y ser de base, lo que está bien. El problema es que eluden el mecanismo de entrada. Su kriptonita es el Examen de Oposición. Las convocatorias a ingreso para investigador están abiertas, son públicas y pueden concursar si reúnen los requisitos. Una posición intermedia entre investigadores y HSM son los profesores de asignatura cuyas plazas no se han creado. En lugar de luchar por su creación ellos quieren ser investigadores sin concursar por las plazas, inventando la historia de que son investigadores. Veamos su versión:
Estos microespacios de poder afectan directamente a otro sector de académicos: los profesores de Asignatura, que son tratados como profesores de segunda categoría y desechables, al ser excluidos de la Planta de Maestros continuamente, sin importar si tienen uno, diez o treinta años de servicio docente. Con ello, se desperdicia su experiencia académica y laboral, y se desestiman las temáticas alternativas que provienen de estos mismos profesores.
Mítin Conjunto de la Coalición de Profesores de Asignatura y Asistentes de Investigación del INAH con organizaciones afines, exigiendo respeto a los derechos laborales de los trabajadores del Instituto, el 16 de febrero de 2016.
 La solución de profesores como Ovalle, en el INAH son los profesores de asignatura, la creación de plazas de profes de asignatura en la que se asignen por concurso. O bien esperar a la creación de las 100 universidades que producirá el gobierno de AMLO. La invención de "micro-espacios de poder" no es la que determina el desempleo y la precarización actual, sino la falta de plazas. Para ser Tiempo Completo, Ovalle ha tenido el tiempo suficiente para producir, prepararse más y concursar. Echar la culpa a otros de su desgracia no le dará una plaza.
De esta forma, se diluye la colaboración que debería existir entre estos dos grupos de profesores, quienes tendrían que considerarse compañeros de trabajo. La discrecionalidad en el manejo de los cursos trunca el desarrollo profesional de los profesores de Asignatura y el relevo natural que debería acontecer.
 Una falsedad más. En Historia al menos existen cursos que imparten profesores de la Coalición. Están trabajando desde hace muchos años. Unos tienen otros empleos o plazas en otras universidades y otros se han dedicado sólo a la ENAH. Pero además, la coalición no tiene organizados a todos los profesores. Existen profesores de la Coalición, profesores de TC de otras universidades o institutos de investigación, profesores TC del INAH y profesores que son de HSM y que no pertenecen a la Coalición. La Coalición ni siquiera ve por estos últimos que por cierto son en número más que ellos. Profesores de la Coalición se están saliendo de ese sindicato.

sábado, 1 de diciembre de 2018

No se sabe que es peor, la posmodernidad o los de pensamiento mecánico

Cuando es difícil superar o refutar ideas 

Declarar es sencillo, afrontar la crítica con una praxis crítica es más difícil. Ideas como las que postula el posmodernismo no se pueden superar sólo con declaraciones. En su texto, Víctor Ovalle hace referencias a acontecimientos, menciones, alusiones, declaraciones. Él cree que eso es suficiente pero eso no es así, veamos:
La época posmoderna (1993-2014)
Al iniciar la década de los noventa del siglo pasado, la ENAH navega sin dirección: desarticulada internamente y con objetivos inciertos. El ambiente político internacional favorecía la fragmentación social y la afirmación de identidades particulares.
El Capitalismo imperialista se levantaba soberbio tras desestabilizar por todos los medios económicos y políticos a la Unión Soviética y al Bloque de Países Socialistas del Este y provocar con ello su desaparición. En América Latina, la posibilidad de la expansión de las luchas armadas revolucionarias se cancelaba con el acuerdo de desmovilizar militarmente al Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) del Salvador y a la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), para integrarse a la vida política partidista, la pérdida de las elecciones presidenciales del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) de Nicaragua y la desarticulación del Partido Comunista del Perú (marxista-leninista-maoísta) con golpes militares y la detención de sus principales dirigentes.
 En primer lugar, la contrarrevolución no abre en las fechas que nos alude este autor, sino en 1927 cuando tras la derrota de la oleada revolucionaria de 1917-1923 el fascismo bloquea en definitiva las revoluciones de Alemania e Italia y la contrarrevolución estalinista logra desbancar a la dirección del Partido bolchevique en Rusia. Un punto nodal es la masacre de 1927 en China, donde el estalinismo entregó la revolución obrera.

Es evidente de donde provienen las ideas de Víctor y dónde fue educado. Habla de la "desestabilización" de los países "socialistas" y de su presunta desaparición. Es muy probable que este compañero se haya adscrito a las visiones estalinistas oficiales, las que confunde con el socialismo. Tampoco tiene una buena visión del movimiento guerrillero latinoamericano. Apoya todo lo que se mueva de manera acrítica, postula, reivindica los más disímbolos movimientos que van del FMLN a Sendero Luminoso en el Perú. Para él los acuerdos de paz de un empate como lo sucedido en El Salvador, son una derrota; o la derrota del movimiento maoísta en Perú también. Articula símbolos sin crítica, todo lo que le parece "lucha" es para él, la reivindicación de lo bueno, contra el capitalismo imperialista (concepción marxista leninista) que es lo malo. Víctor no puede ocultar, no sólo su estalinismo, sino también su visión confusa, ecléctica. Vamos ¿Qué tiene que ver el programa del FMLN con el de Sendero Luminoso? En El Salvador el FMLN reivindica un programa de transición a la democracia, en Perú la Nueva Democracia, es decir el Frente Popular, un socialismo a la China. Pero veamos en análisis sobre nuestro país:
En México, se imponía un gobierno a través del fraude electoral y la represión política se acentuaba sobre los movimientos sociales que se ubicaban en la resistencia como en el caso del sindicalismo independiente; el ímpetu neoliberal-imperialista iniciaba la venta de las empresas paraestatales; el desanimo alcanzó a muchos antiguos militantes de izquierda que renegaron de la lucha de clases, y del internacionalismo proletario y se acomodaron en los partidos oficiales en “la lucha por la democracia”.
Vaya y el FMLN ¿No luchaba por la democracia?  Aquí se introduce una contradicción interesante. Primero nos habla del capitalismo imperialista, ahora pasa al capitalismo neoliberal-imperialista. Pero desdoblemos la incomprensión de Ovalle en dos puntos:


1. Saxe Fernández, el connotado profesor de la UNAM ha combatido en sus textos, el que la mundialización, léase "neoliberalismo" se una etapa especial de Modo capitalista de producción. Para Saxe, este "neoliberalismo" sigue siendo la etapa imperialista postulada por Lenin en el Imperialismo, fase superior del capitalismo. Para que Víctor nos pueda decir que existe una fase neoliberal-imperialista; tendría que elaborar una crítica al texto de Lenin para refutar que la dominación del capital financiero sobre el capital industrial, tiene otra forma en la que la ley del valor se ve alterada. Es curioso que Miguel Ángel Adame no instruya correctamente a su pupilo. Traen al Dr. Jorge Veraza y por lo visto no lo han leído correctamente en su celebre texto Crítica a la teoría del imperialismo. En el cuál se combate la visión de Lenin sobre la última etapa imperialista del capitalismo, para rescatar la visión marxiana de la subsunción del PT al Capital. Para Marx no existe una etapa imperialista, sino la fase de la manufactura y la Gran industria. Una visión que esta fuera del alcance de un antropólogo que sólo se adscribe a los símbolos y no a los contenidos.

2. Como vimos en el punto anterior, Ovalle no entiende el capitalismo y mucho menos la teoría marxista. Lo que hace es adscribirse acríticamente a símbolos. Todo lo que es guerrilla, todo lo que es una agrupación política de "izquierda" es para él el movimiento. Los cambios y acomodamientos de la acumulación de capital, la normalización de esa izquierda que desde nunca luchó por el socialismo, son el símbolo de renegar de la lucha de clases y el internacionalismo y su "traición" por luchar por la democracia. ¿Cuál cree que era el programa del FMLN sino un Frente Popular para obtener de nuevo la democracia? ¿Dónde estuvo el programa proletario del FSLN encabezado por los terceristas de Ortega? Es obvio que Don Víctor no entiende más que las formas exteriores y no los objetivos y composición de clase de cada movimiento. No entiende de programas, sólo de símbolos, y ni siquiera de estos. Pero sigamos con su visión del EZLN:
El levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional a partir del 1 de enero de 1994, movilizó conciencias y simpatías; proponía un discurso alternativo al marxismo: no se proponía destruir al Capitalismo, tomar el poder del Estado o convertirse en vanguardia revolucionaria, aunque sí aspiraba a conseguir la autonomía política de los pueblos bajo el principio organizativo de “mandar obedeciendo”. En esta época, se dejaba de hablar de clases sociales y emergieron conceptos como Organismos No Gubernamentales (ONG’s) y Sociedad civil, que asumían el relevo en las luchas sociales.
En el otro lado del espectro político, dos años después de la aparición pública del EZLN, irrumpe el Ejército Popular Revolucionario (EPR), principalmente en los Estados de Guerrero y Oaxaca, hablando en lenguaje marxista; combate también al Ejército mexicano, pero no consigue notables simpatías.
 Vaya, no deja la tentación de dividir en dos. Los no marxistas de la izquierda, el EZLN; y los marxistas ¿El EPR? Señala, deja entrever. Ovalle se piensa marxista, pero carece del arma de la crítica. Y tiene una mala información el EPR tuvo o tiene una extensión mucho mayor, una franja importante en el centro de México. Pero aquí tampoco hay discusión programática, ni del EZLN, ni del EPR. Ovalle es oportunista, quiere caerle bien a todos, no se mete en honduras, prefiere no posicionarse, sólo mencionar. Es parte de su método, describir, no analizar. Sobre los movimientos estudiantiles nos dice:
En 1999-2000 se despliega la huelga estudiantil más prolongada en la historia de la UNAM; de su interior surgen expresiones políticas extremas que se apropian de la dirección del Consejo General de Huelga (CGH): la “ultra” y la “megaultra” llamadas así por su discurso “incendiario”, ultraizquierdista y excluyente de las fuerzas políticas no afines a ellas, a quienes vetaban y expulsaban -incluso a golpes- de las escuelas y asambleas, acusando a estos otros grupos de traidores, vende-huelgas y reformistas. Utilizando las consignas posmodernas de ¡fuera líderes! y ¡fuera corrientes! (aunque ellos tenían líderes y formaban corrientes políticas dentro del movimiento) promovieron la desconfianza, envenenando así el ambiente interno del movimiento. El continuo hostigamiento del Estado hacia la huelga a través de los medios de difusión masiva, las maniobras políticas de la Rectoría, las provocaciones al movimiento -que fueron muy efectivas-, los vetos, las expulsiones y las purgas que generaron la división interna, el alejamiento paulatino de la base estudiantil, el cansancio natural por los meses transcurridos; aunado a la falta de pericia de los dirigentes del CGH para responder con eficacia política a las iniciativas de las autoridades universitarias, desgastaron la huelga a tal punto que el Estado pudo finalmente utilizar la represión para aplastar el movimiento.
La Huelga concluye con la entrada de las fuerzas federales a Ciudad Universitaria y sus escuelas periféricas, nueve meses después de iniciada. El movimiento logra detener el aumento de cuotas, pero fracasa en que sea resuelto su pliego petitorio de seis demandas. En los siguientes años la UNAM sufrirá un paulatino incremento de cobros ilegales y privatización de servicios.
Los jóvenes que participaron en la huelga del CGH crecieron en este ambiente de desmoralización, vacío ideológico y ausencia de un horizonte emancipatorio (Hernández 2012:58).
La estructura maniqueísta persiste, los buenos y los malos, los ultras y lo que pudo ser. Los errores de un movimiento cuyo pecado es rechazar a los grupos políticos, según Ovalle y la división propiciada por los malos del movimiento. Un movimiento de la UNAM, que por cierto se replica en el reciente movimiento de la ENAH. Carencia de análisis y capacidad para mirar al gobierno, la administración, al Estado. Y sobre todo veneno a la hora de calificar las posturas que difieren de los microgrupos, que ahora se llaman "colectivos" pero cuya esencia en relación al CGH no ha cambiado. No hay líderes, hay voceros, no hay dirigentes sino colectivos. Una coartada anarquista que es tan falsa como los billetes de 2 pesos.
No obstante la derrota, en los siguientes años las corrientes hegemónicas ultraizquierdistas del CGH, difundieron a las nuevas generaciones, una imagen idílica, carente de autocrítica y autocomplaciente del movimiento. Son estas mismas corrientes políticas las que en 2012, promovieron la división interna entre escuelas públicas y privadas en torno al Movimiento estudiantil #Yosoy132.
No deja de ser curioso. Como los principales ataques contra mi persona y contra los compañeros que disentimos provinieron del núcleo #YoSoy132 de la ENAH. Es curioso porque tanto se les critica en el párrafo anterior y hoy son los aliados de Víctor, la Coalición y los colectivos del AGENAH. A él no lo atacan porque varios de los profesores de la Coalición pertenecieron al YoSoy132  y los muy cobardes firman sus libelos como Ex132, cuando todos sabemos que previo a ese ataque, hubo una discusión que perdió en Paro Activo el Chimpa, uno de los visibles miembros de ese grupo. Hoy aliado de los grupos que hemos mencionado.

Yo metería una espina más. Sostendría que el movimiento del CGH no fue derrotado. La UNAM echó para atrás las cuotas y nunca volvió a tocar desde ese entonces el tema. Cierto que la ocupación de la Universidad se debió a la falta de visión de este consejo estudiantil, que perdió el piso pensando que la UNAM sería una especie de república socialista. El que el movimiento actual de la ENAH no tenga el peligro de que la policía por el momento ocupe nuestras instalaciones, no obsta para entender que los problemas siguen siendo los mismos. Un movimiento sin cabeza que no entiende al Estado, es en términos de revueltas y movimientos sin existencia histórica, aunque exista como movimiento.

martes, 27 de noviembre de 2018

La suspiración por los liderazgos del pasado...

Los dioses nos hablan.

El profesor Ovalle suspira por los Liderazgos del pasado y menosprecia el trabajo actual.
Desde hace muchos años no se generan liderazgos fuertes que puedan sacar a nuestra Escuela de la inanición en la que se encuentra. Desde sus orígenes hasta principios de los años 1990, la ENAH se caracterizó por contar con profesores-investigadores y egresados de gran estatura intelectual, que debatían los problemas nacionales y ensayaban propuestas teóricas logrando trascender nuestra institución y posicionarse a nivel nacional. Sin embargo, en los últimos años, hemos sido testigos de la diversificación, especialización y atomización de nuestras disciplinas, que abandonaron el principio básico de la práctica antropológica: su carácter integrador:
…de ser la única escuela, la ENAH ha pasado a ser una más, pero hasta ahora la más populosa y la más importante. Sin embargo, como foro de discusión académica ha pasado a segundo plano, pues ya no es donde se discuten los paradigmas teóricos o las corrientes y escuelas antropológicas, sino que discutimos el uso de un paradigma en distintos casos, pero no las peculiaridades y validez de dicho paradigma (Nolasco 1999:23).
Vamos a la Licenciatura en la que estudió el camarada Ovalle, Antropología Social. ¿Quiénes son los líderes débiles que ya no son los fuertes del pasado? Rolando González, Consuelo Sánchez, Gastón Martínez, Francisco Amezcua, Hilario Topete, Mario Mancilla, Manola Sepúlveda y su amigo y protector Miguel Ángel Adame. Todos ellos lo formaron y para él ¿todos ellos abandonaron el principio básico de la práctica antropológica? No me toca a mi responder por ellos, aunque aprecio a muchos de ellos. Lo que si, me parece que escupe al cielo, pues él fue formado por esos profesores y por lo visto no le guarda ningún respeto a lo que le enseñaron. Puede ser, rebelarse a lo que te enseñaron, pero a cambio de presentar algo mejor y veo que el profesor no ofrece nada mejor, simplemente se dedica a chambear.

Me toca si defender lo que hace mi licenciatura. A mis compañeros. No obstante que puedan haber diferencias, la historia que hace la ENAH es para mi una historia de vanguardia y por lo tanto, sistemáticamente no tendrá visibilidad porque al poder no le gusta mucho lo que hacemos. ¿Quienes somos? Una de las pocas escuelas de la República que elaboramos una historia social, no positivista y que le entramos a temas de vanguardia como la historia del tiempo presente. Y no sólo, un ala de nuestra carrera alimentó la revista más importante de la posmodernidad, Historia y Grafía que es hoy la revista más importante de esta corriente en México. Somos una especie de Nanterre, que parece más a una escuela provincial. Frente a la Antropología que tiene en la ENAH 80 años, historia cumplirá apenas 40 años en 2020. Hemos crecido a un posgrado internacional y alimentamos otro posgrado de ciencias antropológicas. Sin los apoyos de universidades más grandes, la ENAH está presente en muchos foros como Historia a Debate o el Congreso Internacional de Americanistas. La historia nos juzgará.

Hoy los estudiantes de historia son uno de los sectores más críticos e inteligentes de la ENAH. Tienen presencia en los encuentros de estudiantes más antiguos de México y son apreciados en el resto de las universidades. Hacemos lo que podemos, pero lo hacemos con mucha convicción.

En el terreno de la docencia, los profesores que egresan de la ENAH, en general, son muy buenos profesores. Tienen una visión distinta y no sólo enseñan acontecimientos. Hoy pueblan la educación media básica y superior, e incluso la superior compitiendo con universidades más grandes.

Sin converger con la ideología de algunos compañeros, es de reconocer que ellos si se han pronunciado en los grandes problemas nacionales. Hemos intervenido en los distintos momentos, de lo único que se nos puede acusar es no ser Rock Star. Y si es es nuestro pecado, le preguntamos a Ovalle ¿Qué ha hecho él para hacerlo? Algunos de nosotros han tenido premios.

Finalmente deberíamos explorar terrenos como la difusión y la divulgación de la Historia, en estos terrenos tenemos egresados que realizan cosas importantes. Hay egresados de la generación de Ovalle, que ellos si ganaron concursos de oposición en el INAH y allí se lo dejo. Y no es uno o dos, somos más de una decena.
El deterioro académico de la Escuela fue percibido, desde la década 1990, por investigadores como José Luis Lorenzo, profesor emérito del INAH, que en aquel entonces contaba con 50 años de experiencia:
En la ENAH sobrevive un profesorado mal preparado, muchas veces sin título de Licenciatura, sostenido por grupos de “autoapapacho”… Lo que debería hacer es cerrar sus puertas, titular a quienes estudian actualmente y reestructurarse… existen fósiles que llevan 18 años haciendo una tesis y, aun sin título, ostentan altos cargos en el INAH (Gámez 1995).
Han transcurrido 30 años desde esa realidad que pinta José Luis Lorenzo. ¿Cuántos profesores de Historia no tienen ni Licenciatura? Le respondo de los 8 profesores 4 son doctores y 4 maestros. Tres de estos maestros a punto de doctorarse. ¿Qué grado tiene el profesor Ovalle? Que este profe recuente la situación de la disciplina que estudió.
Mier (1999:38) atribuye la degradación académica al dominio de la más estéril burocracia:
Nunca la Escuela Nacional de Antropología e Historia había enfrentado como ahora el asedio, la violencia y una degradación tan capilar, tan imperceptible, inscritas en las estructuras íntimas de nuestra vida cotidiana. El vasto aparato burocrático de control impregna todos los niveles del trabajo intelectual. Los CONACYT, SIN, ANUIES y demás han sofocado y quizá devastado irreversiblemente la vida académica en las escuelas de educación superior y seguirán haciéndolo.
Poco hicieron las sucesivas autoridades de la Escuela que se limitaron a “administrar” el desorden institucional interno. Prefirieron concentrarse en resolver los problemas en forma aislada en lugar de enfrentarlos con un proyecto académico integral
.
Raymundo Mier, entrañable y buen profesor en la UAM. Nos dice esto en 1999, parafraseado por nuestro bloguero. 1999 es la dirección de mi estimado colega Alejandro Pinet. Cuando Raymundo habla de toda esa burocracia y del Sistema Nacional de Investigadores no habla sólo de la ENAH. Preferiría comentar esto en un foro con personas más enteradas y desde luego, esta discusión que es vieja, podría ser abordada de nuevo. Habrá tiempo en el Congreso de transformación, allí nos vemos si es un evento con la pluralidad existente.

La historia que se nos construye y las miradas.

Percepciones distintas de tradiciones distintas

La historia se construye desde distintas miradas con distintas perspectivas. No referiré la historia que no viví y que he escuchado de las generaciones anteriores de profesores. LA ENAH como la escuela de Antropología que venía del museo y que se asentó en Cuicuilco. Mi arribo a la ENAH ocurrió desde 1985 y aunque Miguel Ángel Adame diga que tiene un par de años más, unos cuatro para ser precisos, no creo que tenga ninguna ventaja, sólo una mirada distinta. Su pupilo escribe en la historia que nos ocupa:
La comunidad de la ENAH ejerció la elección democrática de su director en 1973, 1974, 1979 y 1981. En la elección del último año, hubo una postulación única: la de Gilberto López y Rivas. Durante su gestión se registraron avances académicos y políticos importantes:
"Creación de los consejos Académico y Administrativo; desarrollo de la División de Estudios Superiores; creación de un programa de licenciatura de enseñanza abierta para los grupos étnicos del estado de Oaxaca; reglamentación general de la Escuela; establecimiento de un curso propedéutico para el ingreso; transformación de la dirección en un órgano colectivo; apoyo para la obtención de la recategorización de los trabajadores técnicos, administrativos y manuales; apoyo a la organización de una guardería para trabajadores, estudiantes y profesores" (López y Rivas 1985).
Yo no llegué a la ENAH en 1981 y por lo tanto no viví la elección de Gilberto López y Rivas en la Dirección de la ENAH. Puede observar en cambio el el funcionamiento de la "ENAH Oaxaca", viví el funcionamiento de esa reglamentación y cuando llegué la Guardería de la ENAH ya estaba. También cursé ese propedeutico de 3 meses.

Ciertamente se requiere un balance de esos "logros". El programa de Oaxaca cerró no por una voluntad política maquiavélica, sino porque el programa mismo no daba más. Había ciertamente gran deserción en el mismo, cosa que en los 80 fue un signo de la ENAH. Mi grupo de historia tenía más de 100 estudiantes, de los cuáles concluimos no más de 20. El primer semestre habían desertado poco más del 50 %. La intervención del sindicato, lo que era la D-III-24 si era muy visible.
En esta época se acostumbraba que todos los grupos de alumnos y todos los profesores se reunieran en las Asambleas de Licenciaturas para tratar los asuntos propios de su especialidad y en esta administración se llevó a cabo un informe público que pudo ser replicado (Miguel Adame, comunicación personal).
Además, la ENAH se mantuvo activa en la discusión de los grandes problemas nacionales y de América Latina a través de proyectos de investigación y diversas tesis, muchas de ellas reconocidas con premios nacionales y publicación. Los vínculos con los procesos revolucionarios de Centroamérica, en particular con la Revolución Sandinista fueron estrechos.
No obstante, al final de este mandato se percibía el desgaste político-académico de la institución:
En los años recientes, la ENAH ha vivido una experiencia excepcionalmente compleja con algunos avances en varios sentidos pero también con muy serias limitaciones, que en la actualidad, por efecto de la crisis económica, tienden a exacerbarse. Entre las más urgentes se localizan desde luego el nivel académico desigual; las dificultades para enriquecer y actualizar planes y programas de estudio; un presupuesto insuficiente para las tareas que hay que afrontar; lo reducido de la planta docente de tiempo completo; la desarticulación e ineficiencia de algunos servicios y la ausencia de incentivos y apoyo para los trabajadores (Volante del Colectivo Opción Interna (COI-ENAH), mayo de 1985).
Adentrados en los 80 yo visité la ENAH en un plano militante. Por lo menos lo que me encontré no era de una gran claridad. maoístas, miembros del Partido Comunista, algunos ex miembros de la revista Estrategia y pegas de grupos como el Consejo Nacional de Estudiantes que era una de las organizaciones que hoy conocemos como el Yunque. Un tremendo sectarismo y fragmentación. Mucha actividad ciertamente, maoístas que citaban a Mao, sin entender que era precisamente su propuesta de la Nueva Democracia. Una de las constantes de la ENAH es la existencia de personas muy brillantes, que son una minoría y una buena porción de personas que se ubican en el "Yo creo".
La desvinculación orgánica con el INAH era clara y se concretizaba en la entrega de un raquítico presupuesto que impedía cubrir plenamente las tareas sustantivas de la Escuela.
En el periodo que me tocó vivir había movilizaciones por el presupuesto. Recuerdo cuando acudimos al llamado de la Dirección de Manuel Gándara para pelear porque el INAH nos había dejado en el gasto ineludible. Es decir sólo salarios y escobas, retirándonos el presupuesto para proyectos. Cierto que la relación de dependencia del INAH ha impedido funcionar a la escuela como lo que es una Institución de Enseñanza Superior. Aquí concurren intereses, por ejemplo a la D-II-IA-1 que era la delegación sindical del SNTE que agrupaba a los investigadores tenía una gran oposición a la autonomía de la ENAH. Pocos hemos defendido el estatuto de la Escuela como Institución de enseñanza, que no puede manejarse como una oficina del INAH. Hoy, algunos que proclaman la "autonomía" en el pasado han sido los más férreos opositores a la misma. No tan lejos de los que hoy hacen bloque con los compañeros que nos ocupa criticar.
A estas alturas es evidente que no se consolida una corriente marxista de antropología, la cual habría de orientarse al estudio de las formaciones socioeconómicas (Medina y García 1983:22). Además, se desalentó la incorporación y manejo de otras posiciones teóricas como el funcionalismo, al que se evidenció su carácter ideológico como “instrumento del colonialismo”.
Como he referido, el marxismo de la ENAH es algo raro. Descartando a los que no leen a Marx y se lo inventan, mal crónico de muchos; los que lo retoman son una mezcla confusa entre estructuralismo, corrientes sociológicas y propensión positiva a construir una ciencia social tan ideológica como lo que pretenden combatir. En este mar de interferencias y ruido cabe de todo. No es fortuito que la ENAH apoye todo tipo de luchas y combata todo tipo de fantasmas ideológicos. Una parte de su problema es una incapacidad crítica a la hora de los grandes cambios. 
Las disputas políticas internas, la infiltración policiaca, los ataques personales, las intrigas de grupo, la proliferación de grupos de poder en las Licenciaturas y otras áreas de la Escuela, la incapacidad de los comités y organizaciones de profesores y estudiantes para formar nuevos activistas y militantes, antropólogos e historiadores críticos, aunado a la indiferencia de las nuevas generaciones al proceso histórico interno en los 1980, socavaron el impulso autogestivo de esos años.
Los buenos y los malos, como la canción de La Muralla. Comités y organizaciones de profesores como ángeles y los grupos de poder en las Licenciaturas como demonios. Una construcción mecánica propia del maniqueísmo de la ENAH. Es curioso porque esos "grupos de poder" son los mismos actores que los comités y organizaciones de profesores que se mencionan. En el pasado de la ENAH no pueden desligarse grupos como el MRP o el PCM de los comités donde concurren profesores y estudiantes. Esos grupos siguen pre existiendo en la ENAH. La "indiferencia" de las nuevas generaciones, los tiempos pasados siempre "mejores". El impulso autogestivo idílico de esos años, cuando no se refieren y se hace un balance de porqué ese impulso colapsó. Los asegunes de elegir una planta de profesores por los alumnos cuando muchos de ellos se agarraron profesores clientela que daban todo tipo de materias y pasaban a todos. Ovalle nunca referirá la erosión de grupos políticos estudiantiles y de profesores que terminaron en las altas esferas de funcionariato del INAH. Ayudados por una dialéctica de grupos políticos, sindicales, académicos y estudiantiles. La ENAH jamás se entenderá sin tener en claro esa dialéctica. Prueba sin duda que el análisis de redes de lealtades e intercambio de favores, no es una de las fuertes en el análisis de Víctor Ovalle. Persistir en separar demonios y ángeles, le impide dar cuenta de la complejidad humana en el INAH.
Aun se habrían de llevar a cabo 2 elecciones democráticas de director (por voto directo en 1985, en la que obtuvo el triunfo Manuel Gándara y 1989, que favoreció a Gloria Artís Mercadet) en las que aflorarían los enconos, la fragmentación en marcha y la descomposición académica interna.
Dos administraciones que si me tocó vivir. Al Dr. Manuel Gándara no lo dejaron, no obstante que siempre he admirado su esfuerzo por cambiar las cosas. Los mismos que lo encumbraron, fueron los mismos que obstaculizaron su camino. Una periodo de confrontación con el INAH que dejó sin presupuesto a la ENAH. Si no tomamos en cuenta este periodo, no entenderemos mucho de los acontecimientos posteriores.

La administración de la  Mtra. Gloria Artís le tocó un periodo difícil de sobreviviencia, ante el crecimiento del salinismo en nuestro país. Una carencia en el análisis de Ovalle, es la visión de las relaciones de poder y la correlación de fuerzas en coyunturas determinadas. He escuchado la epopeya de Víctor, un lado traidor y otro sublime. Pero esa no es la historia, es más bien su construcción literaria. La discusión en la ENAH fue mucho más compleja y los factores que determinaron la aprobación del reglamento de 1993 no se reducen a la traición, sino al tema de la defensa de la ENAH y su preservación. Yo voté contra el reglamento en el Referéndum de 1993, voté en el Consejo a favor de que se realizará ese referéndum y vote por la negociación ante una escuela dividida en peligro de ser golpeada. No nos impusieron el reglamento, nos impusieron el cambio de reglamento. El reglamento de 1993 lo elaboraron las comisiones del Consejo de la ENAH. Debemos entender bien esto, ahora que tenemos la coyuntura de poderlo cambiar. El que Ovalle elabore su epopeya de resistencia frente a la imposición, nos dice que él probablemente fue de los que llamaron a no votar en el referéndum, liquidando la posibilidad de unificar a la escuela en contra del cambio. Una escuela dividida como él históricamente lo propicia, es blanco del poder.

En la siguiente entrega, debatiremos el asunto de la posmodernidad y la incapacidad crítica del pseudo marxismo mecánico para responder con claridad a ese paradigma.

domingo, 18 de noviembre de 2018

La crítica a la crítica del ideólogo de la CP

La narración de ambientes

En su blog, el profesor de Arqueología, antropólogo de profesión nos afirma:
Se ha propagado entre los alumnos la incertidumbre por su vida laboral futura. Esto ha generado apatía, desinterés y falta de compromiso en las nuevas generaciones.Aunque la tradición de la Escuela lo sustenta y la Reglamentación vigente lo establece, se ha abandonado en buena medida el trabajo colegiado, interdisciplinario y multidisciplinario.
 Un vicio constante de los profesores de la ENAH es decirles a los estudiantes que no tendrán trabajo, que la profesión no les dará un sustento digno. Es curioso porque los estudios, al menos para la carrera de Historia lo contradicen. Desde los años 90 del siglo XX, hace casi 3 décadas, el estudio en campo sobre la integración laboral de los historiadores de la ENAH en el terreno laboral era del 70 %, en un reciente estudio al inicio de esta década nos confirma que esa situación no ha cambiado. Un historiador ¿Será un hombre rico? No, ciertamente no. ¿Un historiador de la ENAH se morirá de hambre? No, eso tampoco es cierto. 7 de cada 10 se desempeña en la profesión y depende del desarrollo de cada quién, sólo 3 de 10 no se dedican a la profesión. Gente como ese profesor invade continuamente el campo laboral de la Historia sin ser historiador.

¿Se ha abandonado el trabajo colegiado? Es muy curioso, porque este profesor revela que no esta vinculado con los cuerpos colegiados y académicos de la ENAH. Es cierto para él, pero no para los profesores-investigadores de tiempo completo. Por lo que nos dice, él no desempeña las funciones de investigación en la ENAH.

La investigación se programa en los proyectos individuales que se controlan a través del Sistema Institucional de Proyectos, al que se rinden informes trimestrales. Cada profesor esta obligado a registrar su proyecto individual de investigación y a informar periódicamente sobre el mismo. A diferencia de un profesor de asignatura, los profesores de TC no dan solamente clases, tienen la obligación de tener dos proyectos, el Proyecto individual registrado en el SIP, y el Proyecto de Investigación Formativa, PIF, que es la linea de enseñanza de investigación en la ENAH, en la que también se deben tener resultados.

La evaluación de las actividades de docencia e investigación se realiza bianualmente y determina el proceso de ascenso escalafonario. Los profesores están obligados a evaluarse y a presentar resultados en la investigación, formación académica, publicaciones, docencia y difusión. El tabulador de evaluación es el mismo que un profesor que desea ingresar tiene para medir sus resultados. ¿Cuántos puntos tendrá este profesor en el tabulador del RAEPCEO? Como se ve puede que ni siquiera puede concursar para las plazas de profesor de asignatura que se pueden crear.

Hoy la investigación esta regulada también por el Programa de Desarrollo de Profesores PRODEP, dependiente de la Subsecretaría de Educación Superior (SES de la SEP). Para ingresar a los programas del PRODEP el investigador tiene que trabajar colegiadamente en lo que conocemos como Cuerpos Académico CA. Estos cuerpos obligan a los investigadores a trabajar no solamente de manera colegiada, pues tienen que integrar sus líneas de investigación en grupos de al menos 3 profesores investigadores, organizados en un programa de cuerpo; tienen además que trabajar en coordinación con otros cuerpos académicos con otras universidades del país y del extranjero. Esto es lo que se denominan redes académicas y constituyen el concepto que se denominan Lineas de Gestación del Conocimiento Innovador LGCI que trabajan también sobre la evaluación de resultados.

Los investigadores tienen además dos evaluaciones más. La evaluación de estímulos al desempeño del INAH, y también desde luego, la pertenencia del Sistema Nacional de Investigadores SNI. Programas que favorecen y premian el trabajo colegiado.

Cuando un profesor nos dice que en la ENAH se ha abandonado el trabajo colegiado, la investigación "interdisciplinaria" cuando además lo cierto es que los sistemas de conocimientos avanzan a la transdisciplinariedad, lo que nos revela es que dicho profesor desconoce la estructura y el funcionamiento de la investigación en nuestro país. Habla porque sencillamente él no pertenece, ni ha tenido los requisitos para ingresar en este sistema.

Gobierno de la ENAH y el consumo de drogas en la escuela

Actualmente, los órganos de gobierno: el Consejo Técnico y el Consejo Académico, raramente discuten los problemas apremiantes y cuando lo hacen no llegan a soluciones de fondo o toman decisiones previamente acordadas por las autoridades en turno. Es el caso de las medidas que se han promovido recientemente para intentar inhibir el creciente consumo de drogas y alcohol en la Escuela: credencialización, registro de ingreso, torniquetes y cámaras de vigilancia[4], que han generado inconformidad y suspicacia en la comunidad al no implementar foros, consultas o reuniones de trabajo que promuevan el consenso. [Ovalle, 2018]
Son dos problemas diferentes. Es cierto que existe una crisis en la actual administración de representación por parte de un sector importante en la ENAH. Los investigadores de la misma. Este desgaste no existía en la pasada administración y tampoco, con todos sus bemoles, en la administración de Alejandro Villalobos. La manera como se reduce la  historia de las últimas administraciones de la ENAH es notable. Borra todo, cuando han habido reformas importantes como el dictamen de tesis y el fin del lector secreto, el cambio de calendario escolar, la aprobación del reglamento de posgrado, como el inicio de los protocolos contra el acoso y la violencia. ¿Raramente se discuten los problemas apremiantes? Nuestro profesor, consejero por HSM en alguno de estos consejos no ha promovido alguna reforma, medidas sobre los problemas que señala. Ha sido, eso sí representante laboral en un cuerpo colegiado y por lo tanto se ha opuesto a gran parte de las medidas de las administraciones en turno. Ellos diseñaron un reglamento a modo para pretender controlar ellos, el ingreso de los HSM sin criterios académicos y se la ha pasado agrediendo a los profesores de TC. Este profesor es de los autores en los pasillos de la versión de los "caciques de las academias", de que "los hora semana mes sostienen docencia e investigación de la ENAH", que todo se cae, porque su pretensión es que profesores como él, sean los salvadores de la escuela.

El desorden y la falta de respuesta de consejos, en los que él ha formado parte y por lo tanto de los que es corresponsable, es también su culpa. El creciente consumo de drogas, que no es un problema exclusivo de la ENAH, como lo muestran las noticias nacionales recientes sobre la UNAM y otras universidades, es un problema difícil ciertamente de resolver pues implica una visión holística en las acciones entre las que están desde luego el control de los accesos a personas ajenas a la institución, vigilancia -incluyendo cámaras de seguridad- así como aplicación de sanciones, intervención policíaca y programas de prevención a las adiciones, prohibición del consumo recreativo de drogas y alcohol; sin activar el rechazo de la comunidad  y una cultura en contra de estas prácticas, sin criminalizar, pero siendo firmes en que la escuela no, sería imposible tratar de reducir el consumo, para liberar a la escuela de tal práctica. Su coartada es que la autoridad tiene la culpa y ellos, que se nutren del apoyo de los adictos, no.

Y holístico quiere decir también que esto no puede ser sin las medidas nacionales que se están tomando para pacificar al país. Uno de los problemas de que los alumnos compren mariguana u otras drogas y las consuman en la escuela, es que han permitido la introducción de narcomenudistas que amenazan a las autoridades y que han llevado a este todo este espectro de violencia, donde no sólo es el acoso sexual, la violencia sexual (que no es lo mismo), sino también el desorden de convertir la escuela en un antro y picadero de drogas. Es muy fácil echar a las autoridades toda la responsabilidad y luego sentirse afectado por soluciones policíacas. Es decir, por una parte les decimos repriman el consumo y por otra parte los acusamos de represores a las autoridades por poner cámaras, que la verdad, jamás he visto más allá de los acervos reservados de la escuela. 

Es una falsa coartada decir que la violencia se presenta no sólo en los enormes espacios de adicción de la ENAH a la vista de todos. Desde luego la violencia contra la mujer existe en todos los espacios de México, pero es ineludible que los casos que se han presentado están relacionados con el desorden de El PIno, en el que también se ve acudir a algunas de estas compañeras.

La visión del SINTISEC en la ENAH

El resultado es que estas instancias de gobierno y las medidas que de ellas se derivan carecen de legitimidad entre los sectores. Otro caso emblemático es la problemática de los profesores de Asignatura, que fue turnada a una comisión del Consejo Técnico en la que las autoridades y la representación de los Tiempos-completos se negaron a discutir el documento[5] presentado por la Coalición de Profesores de Asignatura y Asistentes de Investigación del INAH, quien promueve que los criterios para la selección de la Planta de Maestros sea uniforme y transparente.
[Ovalle, 2018]
Desde luego. La pretensión es que un pequeño sindicato, el SNITISEC controle la contratación de la planta de profesores por encima de los que tienen estas facultades. Es decir, para hablar con pocas palabras. Ellos señalan a la mafia de profesores de TC, por su atribución de hacer la selección y el registro de los maestros (Artículo 26 fracc.VII del RGAENAH y el 24 fracc. XI del RLENAH) y proponen que sean ellos, los que controlen la admisión de profesores en las plantas, es decir proponen ser juez y parte. Ni siquiera representan la totalidad de los profesores HSM y ellos quieren imponer la contratación para que sea "uniforme" y "transparente".

La admisión de profesores es un asunto laboral, jurídico, académico y normativo.

Laboralmente

La relación laboral del INAH con sus trabajadores presenta muchas dificultades. En primer lugar de las tres delegaciones sindicales de la sección IX y XI del SNTE (D-III-24, D-II-IA-1 y D-II-IA-2) se dispersaron varios sindicatos. El mayoritario con más de 6 mil trabajadores es el SNDTSC que contiene en sus seno a todos los "gremios" de trabajadores. El  Sindicato Nacional de Profesores de Investigación Científica y Docencia del INAH (SNPICDINAH) que agrupo a poco más de 400 profesores de investigación de la antigua D-II-IA-1; el Sindicato Nacional de Arquitectos Conservadores del Patrimonio cultural de la Secretaría de Cultura-INAH (SNACPCSCINAH) que agrupa a cerca de 300 arquitectos a nivel nacional, el SNTSC (Antiguo SNTINAH) y finalmente el SINITSEC que agrupa a  cerca de 300 trabajadores del INBAL y una pequeña porción de lo que se han dado en llamar la coalición de sindicatos del INAH que no rebasan 50 trabajadores.

Marco jurídico de la relación laboral

Cuando en una misma dependencia de gobierno existen varios sindicatos como es en el caso del INAH y la SECULTURA, operan dos normas que han modificado los lineamientos de la Ley Federal de Trabajadores al Servicio del Estado LFTSE. Por una parte de la suscripción del artículo 87 de la Organización Nacional del Trabajo OIT, garantiza la libertad de asociación en una o varias organizaciones sindicales. Por esa razón al menos en la ENAH concurren 3 de las 12 existentes en SECULTURA (SNDTSC, SNPIDINAH y el SINITSEC). Anteriormente la existencia de una organización mayoritaria cancelaba las minoritarias. Es decir en el ordenamiento jurídico de la LFTSE solo tendría que existir el SNDTSC por ser el mayoritario. Las jurisprudencias de la corte determinan que se debe respetar este acuerdo internacional y por lo tanto este es el sustento jurídico de la existencia de varias organizaciones.

En la corte ha permanecido el principio de la titularidad de las relaciones laborales para la organización mayoritaria de trabajadores, es decir aquella organización por la que se han definido la mayoría de los trabajadores asalariados de una empresa o dependencia de gobierno. Eso refuerza dos cuestiones. Por una parte la negociación colectiva y el interés colectivo que no puede ser determinada por negociaciones parciales a modo elaboradas por organizaciones sindicales que en muchos casos son manipuladas por el patrón o las autoridades. Y por otra parte establece que los convenios elaborados y suscritos de manera bilateral por la organización sindical y la autoridad tienen plena vigencia sobre los acuerdos de grupos minoritarios o individuos, dando fuerza a lo que conocemos como las Condiciones Generales de Trabajo en el sector público.

En este tenor, la organización mayoritaria, el SNDTSC se ha opuesto a la modificación de las CGT y también a los reglamentos derivados de las mismas. Situación que sin acordarlo avaló el SNPICDINAH al solicitar que no se modificaran los reglamentos y normas de las CGT. En este mismos sentido, una organización como el SINITSEC (Coalición de Profesores de la ENAH), no puede en negociación separada acordar la modificación de las CGT y tampoco el Reglamento de Admisión, Escalafón para la Promoción y Concursos por Examen de Oposición del INAH RAEPCEO. que rige tanto las plazas, las normas de admisión y cambio escalafonario del INAH.

La pretensión en la pasada mesa de Dignificación del Trabajo de los profesores de HSM impuesta por la Asamblea General de la ENAH pretendió presionar para acordar una admisión en automático, por "antigüedad" y una basificación de los profesores HSM. El Secretario General de la Coalición apareció presidiendo una de las mesas del sector estudiantil 1. Legalmente, cualquier acuerdo en el sentido de otorgar admisiones en automático viola las normas establecidas en el RAEPCEO y la bilateralidad del mismo. Pues es a través de la Subcomisión de Admisión donde se opera de acuerdo a sus normas la admisión de profesores en el INAH.

Se puede decir, que la concepción del SINITSEC acabó en un rotundo fracaso, porque carecen de bases jurídicas para proponer lo que plantean, además de que pretenden violar el principio de Negociación colectiva firmado por nuestro país ante la OIT.

Discusión académica

El RAEPCEO fue acordado bajo bases académicas también. La entrada discriminada de profesores a impartir cursos lesiona y atenta contra el derecho de los alumnos a una educación de calidad. Los principales perjudicados con la propuesta del SINITSEC no serían desde luego la Coalición que pretende beneficiarse, sino los alumnos. Aceptar un profesor que no tuvo otro mecanismos de aceptación que la supervisión de la Academia de Licenciatura permite flexibilidad, pero también riesgo para los mismos alumnos. Un profesor con baja calidad, poca vocación no puede ser detectado más que por la práctica del ensayo-error. Los profesores buenos permanecen, porque los alumnos los evalúan y consideran que están bien. La Academia de Licenciatura o Posgrado, vigila que las características del curriculum vitae de profesor se apegue al perfil académico de la materia y que se imparta el programa con las condiciones mínimas.

Un profesor HSM de asignatura, no necesariamente vive de la ENAH. En general provienen de muchas fuentes. O son profesores de TC de otras universidades o del mismo INAH, son profesionistas de la antropología e historia que se desempeñan en su profesión teniendo como ingreso principal otros trabajos o bien son profesores que laboralmente tienen en la ENAH una importante fuente de ingreso, estos últimos son los que por lo general no son destacados.

El argumento académico para establecer las plazas de asignatura o definitividad en la materia, es que una planta con profesores definitivos permite una mejor estructura de enseñanza, pues obliga al docente a desempeñar otras funciones más allá del eventual. La permanencia, cuando el profesor tiene calidad, es garantía de que el plan curricular se vea reforzado. Pero aún en las universidades, la plaza de asignatura no cubre la totalidad de los docentes y sólo se les otorga a aquellos que la institución evalúa conservar. Por eso la selección por evaluación y exámenes de oposición ha sido un mecanismo que comúnmente se emplea en las universidades.

Si todos los docentes fueran de base, no se les podría admitir indiscriminadamente bajo requisitos básicos como se hace hoy con los HSM. Tendrían que someterse a concurso y a evaluaciones, lo que permitiría exigir formación no sólo profesional, sino también docente. No sería óptimo, pero esto depende también de la capacidad de presupuesto de las instituciones. Yo no conozco una que los contrate a todos. Y sin embargo la desventaja es que deja afuera a aquellos que ejercen la profesión en el terreno laboral, no académico y por lo tanto no podrán insertarse profesores con esa experiencia.

En otros países donde tienen definitividad, no tienen inmovilidad. Los profesores se pueden remover y ser enviados a otras instituciones, de acuerdo a las periódicas supervisiones de los inspectores educativos. Los cambios de profesores permiten la rotación. Las universidades europeas que tienen plantas inmóviles lo que significa que ya no se alimenta de sus egresados, sino en las pocas plazas que se logran y que tienen que competir con egresados de otras universidades del país.

La propuesta del SINTISEC académicamente tiene la desventaja para los alumnos, pues empodera a los profesores de asignatura. Por poner un ejemplo, un profesor malo ya no podrá ser sustituido por la academia bajo la protección de contrato laboral. Esto que sucede, sin duda con los propios TC se multiplicará a los de asignatura. La observación de que es difícil quejarse y remover a un TC ahora se ampliará a muchos más profesores.

Marco normativo actual

La admisión de estos profesores HSM no depende de la Subcomisión de Admisión y Evaluación del INAH, sino de la selección que se hace en las Academias de Licenciatura y los alumnos, que la mayoría de las veces los toman de los que ya han estado impartiendo o bien de los propios estudiantes egresados a los que se les da la oportunidad de ingresar a la docencia. El hecho de que no sea la SAE-INAH quién regule la admisión, es en buena medida porque estas contrataciones son eventuales, es decir por obra y tiempo determinado. De lo contrario, por presupuesto deberían tener plaza definitiva o de base, asignada por la propia Subcomisión de acuerdo a las normas establecidas.

Por las leyes laborales, las únicas organizaciones que pueden admitir los cambios en las normas, son los sindicatos mayoritarios bajo el principio de negociación colectiva. Los sindicatos minoritarios no  pueden por Ley imponer sus negociaciones, si estas afectan las condiciones generales de lo que ya esta establecido por la negociación colectiva.

Es claro que ante la imposibilidad de tener la organización mayoritaria de trabajadores el SINTISEC busca montarse en el sector estudiantil, para sacar raja de lo que no posee en materia de negociación colectiva, un número suficiente y representativo de trabajadores.

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Notas:
1 Lo que cuestiona la independencia de AGENAH, pues se involucra no sólo intereses no estudiantiles que entran en conflicto con los sindicatos del INAH y su situación legal, sino que además evidencia que estos estudiantes responden a intereses que no son de su sector sino de organizaciones ajenas.