Nos visitan del mundo

domingo, 29 de julio de 2012

La cultura y la comunidad mexicana, en tiempos tormentosos.

No todos los mexicanos somos corruptos.

La precariedad y las nociones de un mexicano común.

En el corruptómetro aplicado a muchas de las personas en México se les preguntaba ¿por qué respetaban la ley?

a) Por miedo al castigo.

b) Por la vergüenza de ser sorprendidos.

c) Porque me otorga ventajas.

d) Porque una sociedad se fortalece cumpliendo leyes que son base de la convivencia.

La inmensa mayoría de los encuestados, creo que un 80 % respondío entre la a y la b. Respetan la ley porque temen al castigo y porque no les gustaría ser exhibidos socialmente. Los mexicanos saben que la justicia es muy ineficiente, que la mayoría de los delitos quedan impunes y que por lo regular "tuercen" a los más pobres. Y no sólo eso, ser influyente es sinónimo de impunidad y base fundamental del argumento falaz de si ellos, los poderosos la violan, las leyes no funcionan y no existen.

Pero en realidad eso es lo que le come las entrañas a los mexicanos. Las leyes que se violan, siempre colocan en ventaja a los más poderosos, a los más fuertes, a los más violentos. La corrupción es dramáticamente lo que envenena el tejido social de los mexicanos y dispersa la necesidad de la economía de sus recursos y su aplicación.

No se puede fundar una República democrática donde los poderosos compran votos con dinero, o manipulan las elecciones, dónde imponen a los gobernantes. Dónde las elecciones son un mero trámite.

Hay corrupción no sólo donde se cometen delitos e irregularidades, y quienes las hacen quedan impunes. Tabién hay corrupción donde los indiferentes transforman en normalidad la corrupción y la violación de la ley, y argumentan que es natural.

Lo más triste de la situación mexicana no son los que luchan, sino los lamentables dichos de los conformistas y de aquellos que mienten frente a lo que es evidente. Unos porque piensan beneficarse y otros porque piensan que de esa manera no serán afectados. Los mexicanos en estos casos no reconocen la importancia del funcionamiento de un régimen de derecho y del Imperio de la ley. El escepticismo obedece a que los gobernantes no respetan ese régimen.

¿Los mexicanos sabrán cuándo hay corrupción o participan de ella?

La corrupción de acuerdo a la teoría básica se divide en tres acciones: El nepotismo, el cohecho y el peculado. El nepotismo es como sabemos la acción de asignar los puestos y los nombramientos a familiares y por extensión a nuestros amigos cercanos. En México hay dos estructructuras importantes que afianzan la corrupción. El sistema de lealtades antropológico es familiar y las redes políticas se tejen a partir del clientelismo. Pero el clientelismo mexicano que esta en la política es la base orgánica de la corrupción.

En esta base orgánica se cuecen el cohecho o lo que se conoce comunmente como extorsión, y el peculado o la desviación de recursos. Las personas no ven los puestos públicos como lugares dónde se puede contribuir a mejorar socialmente. Se colocan para sacar recursos para el enriquecimiento personal o familiar. Puede ser mediante el otorgamiento discresional de permisos, licencias, etc. O bien desvían y justifican el presupuesto público para obtener beneficios privados o famliares.

Con esta cultura, es dificíl obtener una visión democrática. El autoritarismo mexicano se funda en mucho, en la pelea por los recursos. El erario no se considera un sistema de recirculación social de los recursos, sino un botín de quién tiene el poder en turno. Así que para evitar que los contrarios señalen las irregularidades que son muy comunes en casi todos los políticos, se hace un uso especial de la justicia criminalizando a los que acusan o señalan irregularidades.

El costo de la corrupción hunde al país. Se hacen menos escuelas, menos hospitales, se asignan menos maestros a la educación, duran menos las obras, no llegan las medicinas a los hospitales, o cobertores a los damnificados, no se impulsa el desarrollo nacional.

Se compran votos con el erario nacional, porque se recobrarán con el erario nacional. Si hoy el presidente de un partido es capaz de mentir diciendo que las evidencias de compra masiva de votos utilizando miles de millones de dólares, siendo más que evidente es porque el perdedor es mal perdedor; esta mentira nos revela que la intención del gobernante que vendrá es manejar el dinero con la misma opacidad, corrupción y con un cinismo basado en la prepotencia que da el poder. Esto es lo que se impondrá en nuestro país. Nos mienten a sabiendas que todos sabemos sus mentiras, nos mienten porque saben que no tenemos el poder para evitar que lo hagan. Sus mentiras son un acto de prepotencia.

¿Todos los mexicanos somos corruptos?

La emergencia ciudadana que vive el país concentra a quiénes estan hartos de la corrupción nacional y se rebela contra quiénes tradicionalmente han sido beneficiados. La Aristocracia mexicana conformada por un sector de la clase política y de empresarios. Sus niveles de corrupción nos permiten especular que no hay renglón económico en el país que no este cubierto por su sombra, incluyendo el narcotráfico.
Si todos los mexicanos fuesen corruptos no existiría esta emergencia ciudadana contra la corrupción, el monopolio del poder y el autoritarismo. La democracia en México esta en este sector de la población. Expresa la necesidad de un cambio social de fondo.

Un síntoma de que la corrupción es un gran obstáculo esta en la propia razón por la cuál la aristocracia mexicana impidió el triunfo electoral de la izquierda a la mala. López Obrador no es un político que se haya enriquecido a costa del erario público o de sus puestos en el gobierno. Eso es lo que le parece inadmisible a la aristocracia mexicana, un poder no corrupto es un obstáculo para la defensa de sus privilegios. Todos sabemos que se impondrán, que el tribunal no hará justicia y no anulará la elección. Esto es México.

sábado, 21 de julio de 2012

¿Qué hacer?

Dos generaciones un mundo.

Los humanos y sus circunstancias.

Recientemente platicaba con una condiscipula sobre el tema que podría escribir esta semana en el Blog y me sugería que comentara el artículo editorial de Enrique Dussel publicado en La Jornada sobre la situación mexicana, titulado ¿Qué Hacer? Su sugerencia que no fue a solicitud de ella, sino mía, viola lo que dije a dos semanas. No hablaría de política en este blog hasta que se enderecen las cosas en México. Por lo que no puedo referirme al artículo de Dussel sin faltar a mi palabra. Decidí entonces reflexionar el ¿Qué hacer desde dos generaciones distintas, la de ella y la de un servidor?

¿Qué Hacer? Las tareas de la socialdemocracia es un texto del líder de los bolcheviques Vladimir Ilich Ulianof que leí por primera vez cuando tenía 18 años de edad a mediados de los años 70. No tiene que ver en absoluto con el texto de Dussel, por más que Enrique diga inspirarse en él. No sólo los momentos históricos son diferentes, sino las intenciones de ambos textos lo son. Dussel busca responder en el corto plazo responder a la situación mexicana generada por la coyuntura electoral del 2012 y Lenin, el seudónimo de Vladimir escribía para formar el Partido de la clase obrera en Rusia. Dussel aspira a una lucha democrática por la instauración de un régimen no autoritario en México. Lenin buscaba el fortalecimiento del partido y de la organización para conformar el núcleo dirigente de la revolución socialista en su país. México vive un régimen no democrático consolidado en un presidencialismo republicano y Rusia vivía los restos de una autarquía heredada de un obsoleto Estado absolutista. Quiénes leíamos el ¿Qué Hacer? en los años 70, lo leímos con la convicción de formar el partido y avanzar hacia una revolución, la revolución socialista a la que aspiró mi generación en toda América Latina.

Leemos distinto, mi amiga y colega, y un servidor. Me pregunto ¿por qué Dussel y no el propio Lenin? Dussel proviene del cristianismo y pretende la formulación de una Filosofía de la Liberación que conecta un cristianismo con el marxismo. Yo desconfío del cristianismo sobre todo en su vertiente política, lo conozco bien porque viví en sus entrañas y resolví hace mucho la metafísica de quién o que mueve el universo. No tengo duda alguna de que se mueve solo. Una de las dos perspectivas posibles de las que nos hablaba Carl Sagan en Cosmos, mi perspectiva científica difiere de mundos mágicos y estructurales. Mi vertientes es mucho más ortodoxa, me conformo menos con este mundo y aunque en su escrito Dussel menciona el principio Esperanza y a Bloch como heredero común, para mi la esperanza es una construcción material humana y no tiene referentes divinos. Amo a la humanidad, por eso precindo de Dios.

Para mi colega, a la que no he escuchado desarrollar estas ideas, el Artículo de Dussel es interesante, cuando acabé de leerlo, a mi no me parecio tanto. Lugares comunes, cosas que se han dicho ya, aunque muchas de ellas son razonables. Dos generaciones, dos épocas distintas. Cuando yo leía el ¿Qué Hacer? ella no había nacido. Yo había puesto en práctica las ideas de organización de Lenin. Organización, educación, propaganda y agitación como medios de construcción del Partido.Cuando cayó el muro de Berlín en 1989, yo me había anticipado a la caída en un Articulo publicado en el periódico La Extra, con el sugerente título "¿Se reunificará de nuevo Alemania?", ella tendría apenas 10 años. Años que serían prometedores pero al mismo tiempo ayudaron a la mistificación de lo anterior. Cuando escucho a mis colegas de nuevas generaciones hablar de los años 70 me parecen historias fantásticas. No, no nos conocen. En los 70 ni erámos tantos, ni existía claridad política en la población, por el contrario, nos movíamos con mayores dificultades. La represión se explica mucho porque los adultos no reaccionaron junto con nosotros. Las condiciones de organización se alternaban con la clandestinidad aunque se tratase de organizaciones de corte democrático. Las manifestaciones estaban restringidas, había una gran vigilancia policiaca, se nos iban encima a la menor provocación. Lenin no era un texto literario sacado de contexto, ni mucho menos, se comprobaba en la práctica. Esta situación cambio mucho en el México de los 90. La tolerancia democrática del Estado cambio para el CGH de la huelga del 99, en el momento en que no supieron darle salida a la negociación. El CGH ya había ganado.

Satanización de la palabra partido y político.

Hoy decirse apartidista es un valor. En los 70 era una estupidez. El problema es semántico. Cuando un movimiento como el Soy 132 dice somos apartidistas, quiere decir que no militan, no son partidarios de los partidos políticos registrados legalmente. PRI, PAN, PRD, PT, PVEM, PNA o MC. En el lenguaje de los 70, estos serían los partidos políticos burgueses. Por partido se entendía una noción amplia, formar parte del partido del pueblo, no de una facción de intereses. Los Yo soy 132 serían el Partido de los estudiantes...

En este sentido, cuando el ¿Qué Hacer? se refiere al Partido, se refiere al Partido de la clase obrera, es decir el partido de los trabajadores, el partido de los que trabajan, en su concepto más amplio, el partido de los que son trabajadores asalariados. No es un partido organizado políticamente solo, puede incluso no existir orgánicamente, es más bien un bando, una causa política, la causa política de los asalariados de un país, los que no son dueños de los medios y que viven de su trabajo. No es por lo tanto ninguno de los partidos de la izquierda electoral que abandonaron a los trabajadores.

Otra palabra que no checa con el texto es la palabra "ideología" que queda retratada perfectamente en la modernidad en la frase de la canción "defender mi ideología, buena o mala pero mía..." una concepción de ideas adquiridad en una especie de oferta del mercado, adquiridas gratuitamente sólo porque las adopté y las "hice mías". Anarquistas sin conocer un ápice el sistema de pensamiento anarquista, sin leer un solo libro de Bakunin, Malatesta o Pedro Kropotkin, sin saber que no se es anarquista por adopción sino por militar en una organización anarquista en la que se defiende y se posiciona en esa dirección. Como un pensamiento no ajeno, sino abiertamente pertinente a la clase obrera. La gente piensa por sentido común y en una gran confusión de idas, no importa si el eclecticismo propio de la posmodernidad se revela incoherente.

Para el ¿Qué hacer? la ideología es una forma de pensamiento social incompleta, no científica, digamos en el presente "esoterismo" de sentido común, pobre en términos de elaboración. Una aproximación, pero llena de defectos. Contrario a la aproximación científica de la realidad, cada vez más acabada y completa, la conciencia. La consciencia es un valor, la ideología una conciencia defectuosa, una falsa conciencia. La cima de esta conciencia histórica es la voluntad del sujeto colectivo por el cambio social antisistémico. La conciencia de clase que se conforma en un sistema de pensamiento común, una teoría revolucionaria y que avanza en la conformación de una acción práctica común, la práctica revolucionaria.

El partido revolucionario, es el polo que aglutina a quiénes en común buscan el cambio social. La forma en la que cristaliza organicamente el colectivo de quiénes lo buscan, quiénes hacen de esto la causa común. Un organismo político que concetra el esfuerzo y que nada tiene que ver con un partido registrado o electoral. De esto es de lo que habla el libro al que hace alusión Dussel, un texto que no leemos igual. Una hermenútica necesaria para entender no sólo a las generaciones, sino a los contextos culturales.

domingo, 15 de julio de 2012

La generación Harry Potter, los jóvenes que leen.

En los años 90 del siglo XX en México había alarma en la educación, los jóvenes no leían en general y las respuestas académicas en la escuela eran débiles. Años sin historia causaban su dificultad para entender el tiempo. Los jóvenes nacidos a mediados de los años 70 llegaban a la escuela con muchos problemas psicosociales. Los padres se estaban separando causandoles crisis y desinterés por la escuela. Muchos no la terminaron y el ambiente del aprendizaje se torno muy difícil. Esta generación ya anda en los 30 años y su adaptación al trabajo ha sido muy accidentada y difícil. Una generación de adultos a la que les fueron negadas para muchos una educación universitaria pública y trabajos estables en los que su desarrollo profesional estuviese garantizado. Temporadas de desempleo y búsqueda por sobrevivir.

La reacción en la educación fue en ese momento benéfica para los que eran niños. En las escuelas básicas la preocupación de la falta de interés por la lectura generó nuevas estrategias. Una de ella fue la recomendación a los padres para que leyesen a sus hijos cuentos de nuevo, en voz alta. Se pidió a los abuelos y a cuenta cuentos acudir a las escuelas y de alguna manera la literatura hizo su magia. Los niños comenzaron a leer libros y a interesarse por las historias. La participación de padres y abuelos también los motívó.

La conjunción en México de esta nueva generación de niños lectores con la aparición de las novelas de J K Rowling y la historia de un niño mago llamado Harry Potter atrajo la lectura de cientos de niños que ya habían aprendido todos los nombres de los personajes de Pokemón, caricatura japonesa que les estimuló la memoria. Los extensos libros de Harry Potter y su escuela Hogwarts, verdaderos tabiques que habrían aterrorizado a la generación anterior, fueron devorados por estos niños que lo convirtieron en una moda. No sólo leyeron las peripecias del Señor Potter, sino al Señor de los anillos, la Historia sin final y las viejas historias que leían hace tiempo sus padres que fueron niños tambien como las Aventuras de Tom Sawyer de Mark Twain. No fue difícil introducirlos a más lecturas, por mi parte yo introduje a Charles Dickens y su David Cooperfield, así como las aventuras de Oliver Twist. Niños nacidos entre 1989 y 1994  crecieron junto al crecimiento literario de Harry Potter que los llevó de niños a adolescentes y de allí a ser jóvenes. Esta generación que se entusiasmó con las historias de Vampiros modernos llegó a su juventud e ingresa a la universidad. Una generación de gente sensible y crítica.

En todo el mundo, esta nueva generación crítica se rebela ante el destino de desempleo y falta de oportunidades de la educación, esta es la base de la generación de indignados en España y del Soy 132 mexicana. No hablo de política, hablo de lo que la educación y la cultura pueden hacer.





domingo, 8 de julio de 2012

Llueve en la Ciudad de México.

Es época de huracanes y aunque el Altiplano central de México, coloca a la Ciudad a más de 2 mil 200 metros de altura sobre el nivel del mar, en este periodo las tormentas rebazan la altura de las montañas y lueve copiosamente en las calles y avenidas. Me gustan los días de lluvia, el refresco inherente que se produce en nuestro clima templado y las calles mojadas que forman grandes espejos a mi paso. He vivido toda mi vida aquí y aunque conozco otras ciudades del mundo, algunas muy modernas o bellas, la Ciudad de México siempre me acoge con su manto, mi sociedad, mis amigos, mi lugar de trabajo.

Mi generación fue el último esfuerzo del "baby boom" mexicano de los años 50, me ha tocado vivir cosas maravillosas en mi espacio. El paso de los gobiernos, los movimientos sociales y los movimientos culturales. La música de los Beatles y de los Rolling Stones  estos grupos fueron el sello que marcó el final de mi infancia, previo al inicio de la adolescencia. Prolongada, puenteada porque en mi barrio habían más adolescentes que niños como lo era yo, vivimos una adolescencia cultural prematura. Luego los discos que eran de acetato, de los Doors, de los Who y de un grupo que en particular me gustaba, Jefferson Air Plane, llenaban el espacio de los jóvenes con música en inglés. Lo más novedoso, de moda, que emocionaba a los jóvenes de los finales de los 60 eran unos tocadiscos portátiles, que no eran como los Wallkman que contienen CD ahora y que poco antes contuvieron casetes, sino unos aparatos cuadrados que al desarmarse permitían la salida de un brazo con un circulo giratorio pequeño que se sacaba y en el que se insertaban los discos pequeños de 45 revoluciones o los discos grandes los LP de 33 y mediante otro brazo que contenía la aguja se podían escuchar. Era una revolución para los jóvenes que se podrían alejar de los adultos a sus recámaras, a sus fiestas cuando la Mamá de algunos de ellos no estaba o a los Papás que les habían pedido permiso para traer unos amigos. Se preparaba agua de limón, sandwiches y se promovía el baile.

Fue la época en que esperamos frente al televisor, en blanco y negro la primera vez que Neil Amstrong bajaría a la superficie lunar. Todos los chicos del barrio nos manifesábamos por ser Astronautas. Y como no, si las series de moda en la Televisión era perdidos en el espacio y Viaje a las estrellas. En mi última etapa de niño, comenzó a llamarme la atención el personaje de Penny, la hermana de Will Robinson, a la cuál ya no veía como niño, sino que sentía atracción por una adolescente que indudablemente era más grande que yo. Los personajes de televisión luchaban al lado de héroes de historietas como Batman, Flash o los 4 fntasticos. Teníamos también nuestros nacionales como Chanoc. Historietas que llegaron a mis manos, pero que no eran bien vistos en un medio latinoamericano de clase media urbana.

Los días de lluvia me gustaban en mi niñez, porque mi madre que murió recientemente, me llevaba a acompañarla en el centro de la Ciudad de México. El Metro que llegó en 1968, no existía en ese momento. Al principio en camión y luego en los peseros, que se llamaban así porque el pasaje costaba un peso mexicano. No eran camionetas, ni microbuses, sino automóviles a los que les decían grandes. Ford, Chrysler, General Motors. Cabían varias personas y se enfilaban por la calzada de Tlalpan, sobre una de las calzadas que unián desde tierra firme a la Gran Tenochtitlán. Mi madre compraba telas, hilos, iba a una mercería que estaba tras Palacio Nacional y si su evaluación era buena sobre mi comportamiento me compraba un juguete pequeño que podía ser un carro o un personaje.

En época de lluvias proliferaban en los lobbys de algunas tiendas, los elotes de maíz, que hervidos eran vendido con mayonesa, queso desmenuzado y chile, el chile que tanto gusta a los mexicanos de niño mi madre jamás me acostumbró a comerlo, fue una habilidad que aprendí de adulto. Recuerdo que era sobre todo en una tienda departamental llamada Blanco, dónde haciamos largas colas con tal de conseguir uno de estos que me encantaban de niño y que siguen antojándoseme o apeteciendolos como dirían los españoles asociados a los días de lluvia de mi amada Ciudad de México. Impermeable a Paraguas, mi madre me relataba que la Ciudad en los años 40 se inhundaba y que salían las barcas que atravesaban a los peatones de un lado al otro de la calle. Algunos señores se alquilaban para pasar cargando en sus espaldas a las personas con tal de que no se mojaran los zapatos.

Mi madre que en ese momento ya no trabajaba, era ama de casa, había trabajado en el Departamento del Distrito Federal, lo que hoy es el gobierno de la Ciudad de México y antes había sido el gobierno municipal de la misma. Pasabamos a visitar a mi abuela, su Mamá a la Planta Baja del viejo edificio del Departamento, donde se encontraba en ese momento el Archivo Jurídico. Mientras ellas platicaban, me daba lapices bicolores, carpetas, clips y grapas para que yo pudiera con las carpetas dibujar y entretenerme mientras ellas platicaban lo que había pasado y los problemas cotidianos en el tiempo en que no se habían visto. Siempre que legabamos al Archivo donde mi abuela era la jefa, estaba encendido su radio y se trasmitía la radionovela Chucho el roto, programa que representaba las vivencias de Jesús Arriaga, un bandido social de la Ciudad de México en la época del porfiriato.

A veces me encontraba que estaban de visita alguno de mis primos y jugábamos entre los archiveros que resguardaban los casos que celosamente guardaba mi abuela como si fuesen suyos. Mi abuela tenía un carácter muy fuerte y firme, contrario el de mi madre que fue siempre complaciente y dulce. Días de lluvia durante julio, agosto septiembre y una pequeña parte de octubre. Tiempo de maíz y elotes, de resguardarse de la lluvia y de visitar a los seres que amamos. En México es el verano, un verano en el que se insertan las vacaciones escolares, semanas de inactividad, tiempo de visita a los amigos y los familiares, días de resguardo por la lluvia y un ambiente melancólico, bonito, que nos permite reflexionar a muchos mexicanos.

sábado, 7 de julio de 2012

La ruptura autoritaria en México

Cero y van tres.

Un triunfo mentiroso.

"Sr. Peña Nieto ¿el PRI compró votos? Lo niego enfáticamente..." respondió una y otra vez a las cadenas televisivas del exterior de México. La verdad existe, pero en México no se dice por los canales oficiales, esto es México, en un lenguaje propio de la mafia del poder. Todos en México, hasta sus partidarios saben que lo dicho por Peña es mentira. En esta elección de 2012 Promotores del voto que repartían dinero, tarjetas de tiendas, regalos, alcohol, material de construcción. La oposición calcula en 5 mil millones de dólares la campaña electoral del revolucionario institucional. Lo autorizado en las campañas son 300 milllones,  algo así como 23 millones de dólares. El PRI lavó dinero por todos lados, compró votos a diestra y siniestra a la luz pública, en el subterraneo, en el transporte público en los barrios. Todos sabemos que esto fue cierto, es Vox Populi. La enseñanza de la ética en la Universidad Panamericana, escuela del Opus Dei, de dónde salió el Lic. Enrique Peña Nieto esta en entredicho, miente escandalosa y públicamente. No mentirás, es un verbo burlado en el decálogo que le eneseñaron y es dicho por el hijo más notable de una Universidad católica del Opus Dei.

Al capone nos dice, ¡prueben!

La Prensa extranjera se sorprendía, decía por menos en el exterior, un candidato se hubiera derrumbado. Pero esto es México, en México no le importa al político que le digan ladrón, él ya lo sabe y ríe, juridicamente siempre dice ¡prueben! porque en México la justicia es tan corrupta y a favor del poder que hagas lo que hagas, las pruebas serán desechadas por jueces muchas veces facciosos, hay sus honradas exepciones, algunos terminaron muertos. Ni la compra de propaganda negra señalada por The Guardian, ni la demanda del Sr. Aquino y la compra de las tarjetas Money, ni las bodegas de la SEP llenas de regalos en Xalapa, Veracruz, ni los vídeos sorprendiendo a los promotores del voto, ni las evidencias de violencia de partidarios del PRI, son pruebas. El IFE en cualquier país donde impera el estado de derecho, habría cancelado la candidatura al PRI.
El atraco electoral no fue escondido, fue a la luz pública. Las redes sociales mostraron la compra de votos descarada, la inequidad de las campañas, el desenfreno de los medios de comunicación hablando de la rectitud de un IFE parcial y omiso, mientras los monopolios de la comunicación gritaba a todos los vientos que el candidato de oposición no reconocería el triunfo del PRI antes de que se celebrara la elección. Acoso mediático de 9 de cada 10 comunicadores para que el candidato de oposición renunciara a demandar sus derechos antes de que la elección se celebrara. Triste labor de periodistas en un país dónde se mueren muchos por comunicar la verdad, el "comunicador" de la radio y de la Televisión mexicana, con sus honrosas exepciones, es un desenfrenado y corrompido humano que ataca con parcialidad, prepotencia, generando el propio enojo de la sociedad que siente las mentiras. Las recientes agresiones a periodistas por la gente, son por el nivel de irritación y mentiras que estos comunciadores generan sin que se les pueda responder. No se justifican, pero se explican en la impotencia que generan ante la avalancha de mentiras irresponsables. Los comunicadores venales decalificando cualquier posibilidad de protestar. Carlos Marín de Milenio, Ciro Gómez Leyva, Beteta, José Francisco, los páneles de Televisa, un coro de justificadores, venales y al servicio del fraude.Ahora se trataba de que no quedaran casi empatados, sino que el candidato del poder superara por millones para que no hubiera duda.

Una feria de irregularidades informáticas.

Alteración de resultados a la hora de capturar el recuento. decenas en lugar de centenas como "errores" siempre contra la izquierda. Datos ilegibles en las actas, aplicados y por lo tanto no anotados sólo contra la oposición, comportamiento correlacionado en espejo en el PREP (Programa de Resultados Preliminares, encuesta previa oficial), resultados anticipados por el Presidente Leonardo Valdés del IFE antes de que las casillas terminaran de escrutar los votos, más los que se agreguen y se vayan descubriendo. Proclamación del triunfo de Quique Peña antes de que se terminaran de escrutar las casillas.

Ruptura autoritaria en México.

El regreso del PRI, del nuevo PRI al poder es la ruptura del nuevo autoritarismo que gobernará en el país por un tiempo que es aún indefinido. De la existencia del partido hegemónico entre 1929 y 2000, sin alternancia en el poder, el final de la breve alternancia con un partido conservador deriva en una ruptura autoritaria de una oligarquía hegemónica por encima de la clase política. Los partidos son meros instrumentos de esta hegemonía que ahora impone a los gobernantes en México. Esta oligarquía que promueve que todos los políticos son corruptos y que omite que los empresarios evasores son los que los controlan. Esta elección fue el último intento de los sectores emergentes de la sociedad mexicana por la democratización. Por tercera ocasión los poderes económicos se imponen de manera fáctica, aprovechando el crecimiento de la pobreza y la compra de votos. Esta regresión prepara el retorno de métodos autoritarios en el ejercicio del poder y la necesidad de otros métodos de cambio social. Estos métodos van desde la resistencia civil pacífica a sus equivalentes de respuesta por el poder.
La tercera fue la vencida. Dificilmente se podrá desalojar por métodos electorales a la prepotencia y el abuso, la asimetría de recursos. Quién hable de una sociedad y un poder democrático en México, miente.

Oligarquía Criolla, cleptocracia y el desamparo aprendido del pueblo mexicano.

Dificilmente la oposición de izquierda podrá revertir el fraude electoral y la imposición. Todo esta cantado, la apertura de una o todas las casillas, la "mayoría" de los votos obtenidos por el PRI y el tribunal cantando el triunfo "legal" de Enrique Peña Nieto al que no le pudieron "probar" nada. La oligarquía criolla de nuestro país compuesta por menos de una decena de familias se aliará con la cleptocracia priísta con la que colaborará la cleptocracia panista y los no pocos sectores oportunistas de la izquierda que se aprestan a colaborar con el nuevo régimen y el nuevo gobierno.

Nuestra juventud que despertó frente al fraude y a la imposición tendría que escalar las medidas que han hecho hasta ahora para revertirlo. Están en riesgo, mientras aislados en el movimiento estudiantíl no se extiendan a los restos de una sociedad civil que tendrá que reacciónar a los ataques que se vienen: La Reforma laboral, la reforma fiscal y la reforma energética. Se abre una noche larga en el que la palabra esencial es resistencia.
Las llamadas Reformas "estructurales" que serán más bien reformas neoliberales. Un ataque descarado por despojar al Estado mexicano del uso del petróleo como sector estrategico para entregarselo a REPSOL y Halliburton a cambio de unas monedas. Un ataque contra las leyes de protección laboral ganadas por la Revolución mexicana que permitirán completar la legalización de la precarización laboral y el abuso de los empresarios, una estrategia que pretende convertir la fallida política de convertir a nuestro país en un paraíso de desprotección laboral para atraer capitales.
Finalmente, el PRI ya no en la oposición, aprobará la reforma fiscal. Un aumento de impuestos al padrón cautivo y sobre todo la aprobación del IVA en México que ya es de 16 %. El paraíso fiscal para el capital y el despojo para los contribuyentes que trabajan de forma asalariada. El PRI le cobrará muy caro a los mexicanos las tarjetas de Soriana.
Un servidor en el presente blog dejará de tratar temas de la política mexicana. Su silencio durará hasta que se haya reinstaurado un gobierno democrático en nuestro país. Mientras tanto sólo trataremos temas de cultura, historia y sociedad de México. Hasta hoy sólo la cabeza de progresista ha hablado, la cabeza moderada ha guardado silencio.