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viernes, 20 de enero de 2012

3 prejuicios comunes de quienes descalifican a AMLO

Es recurrente, personas comunes y corrientes creen y reproducen tres creencias contra Andrés Manuel López Obrador que resultan ser prejuicios retomados no de una experiencia personal, sino de creencias sembradas por medios de comunicación y reproducidos por la animadversión que sienten personas ordinarias que no comulgan con la figura de AMLO. Recientemente un forista de un sitio de Jalisco acusaba a cualquiera que simpatizara con el programa político del Movimiento de Reconstrucción Nacional MORENA de fanáticos. Fanatismo es en realidad la actitud de quiénes no se dan la oportunidad de cuestionar sus prejuicios, tomados de la circulación de dichos, rumores que iniciaron en medios de comunicación, principalmente en la Televisión.

Falacias: Andrés Manuel es un loco, mesías que siguen personas que no tienen consciencia, borregos, que no ven que un solo hombre por más iluminado que se crea, no puede solucionar los problemas del país. Esta posición de AMLO representa un peligro, porque es un arrogante soberbio que esconde a un dictador en potencia.

El calificativo loco no tiene ningún sustento. Ninguna persona común y corriente tiene la capacidad de diagnosticar enfermedades mentales o distorsiones de la personalidad. Cuando preguntamos ¿cómo determinas que AMLO esta loco si no lo conoces personalmente? Muchos salen con la charada de que un amigo del amigo esta cerca de su equipo y que sabe de sus desórdenes mentales. Esto es falso, lo repiten por lo regular quiénes no tienen conocimientos psiquiatricos y no han tenido contacto con AMLO.

AMLO es una persona que goza de cabal salud en el aspecto mental. Sencillo, rodeado de mucha gente, con una gran capacidad política. Nadie somos la perfección andando, pero de allí a tildar de loco a alguien que ni siquiera conocemos personalmente es un exceso.
Quienes afirman que se cree iluminado y mesías, pocas veces atinan a ubicar la fuente original de esa mentira. La repiten irracionalmente. La creencia de que se cree un mesías, tiene su origen en un artículo de Enrique Krauze, personaje de la derecha que lo calificó con el peyorativo de mesías tropical. Un término que tiene un doble significado que cuestiona más a Krauze que a Obrador. Mesías es un término religioso que califica a Jesucristo. La inquisición herejizó a los opositores a la Iglesia calificandolos irónica o burlonamente de mesías. Al calificarlos de mesías lo que en realidad decían es que eran falsos mesías, porque el mesías verdadero es para la Iglesia Jescuristo. Significa la prohibición de que ningún mortal puede cambiar el estado de cosas existente y menos las relaciones de poder. Cuando Krauze tilda de mesías a Obrador, lo herejiza, es decir promueve un mecanismo de prejuicio religioso para aislar a su adversario en ideas. El propio Krauze ya matizó el término, es decir se hecho para atrás, pues el calificativo tropical agrega un tono racista al discurso.
De esta forma, todo aquél que promueva cambios, que proponga modificaciones al estado actual de cosas, es un hereje y un mesías. Este juicio niega la capacidad que tenemos los seres humanos, según promueve el humanismo, de cambiar las cosas, que nosotros, los humanos seamos capaces de definir nuestro destino acorde a nuestra consciencia. Entonces todo estaría predestinado, nada se podría cambiar y todo aquél que se atreva a proponer cambios es arrogante y mesías. Esto es falso, proviene de pensamiento religioso oscurantista contrario al humanismo.

Una forma sencilla y falsa de descalificar a AMLO es descalificar a las millones de personas que lo apoyan y que se han mantenido 6 años en un movimiento que crece territorial y nacionalmente. Se quiere presentar a un lider solitario que dicta sus "caprichos" y sus "berrinches" a las masas. Una especie de Hitler o Musolini.

Esto es falso. MORENA es un movimiento muy amplio que reune a millones de personas de todas las clases y condiciones sociales. Hay muchos pobres, trabajadores, desempleados, estudiantes, jubilados y campesinos. Pero también participan empresarios, gente de clase media, académicos e intelectuales. A diferencia de los movimientos autoritarios, AMLO concentra la simpatía de académicos, intelectuales y científicos. Me he encontrado que muchos de los que afirman que los seguidores de Obrador son "borregos", amigos míos personales, son personas que no tienen estudios o los tienen truncos, pero que trabajan en empresas o el gobierno federal dónde corrieron la suerte de tener empleo. No pueden responder nunca el dato duro de que entre esos borregos como ellos los califican, hayan connotados científicos y académicos con posgrados nacionales y extranjeros, reconocidos en su labor por instituciones muy prestigiosas. En la Red de Académicos por la Democracia las personas tienen por lo menos estudios de doctorado y son personas reconocidamente críticas. Nadie puede dudar de la inteligencia de René Drucker, Guillermo Almeyra, Armando Bartra, Bolivar Echeverría, Adolfo Sánchez Vázquez, Héctor Díaz Polanco, Elena Poniatwska, María Rojo por mencionar a los conocidos por el público enterado. A ellos podemos agregar los nombres de académicos muy reconocidos en sus comunidades académicas. Un movimiento como el de MORENA construyó un programa elaborado no por AMLO, sino por la inteligencia mexicana que egresó de los posgrados de universidades reconocidas.

Cuando a estas personas que creen que es un líder autoritario y un séquito pacífico, se le muestra no sólo quiénes participan, sino que proponen, no saben que contestar. Muchos de ellos cierran los ojos, son incapaces de criticar las propuestas del programa de MORENA. Por ejemplo las propuestas para reorientar la economía y atacar el empleo juvenil, aprovechar los recursos bajando el sueldo a los funcionarios, con lo que se conseguiría un gran ahorro. Muchos que tienen animadversión y prejuicios juzgan que esto es demagogico. Pero esto es exactamente lo que hizo en la Ciudad de México cuando AMLO gobernó. Le bajó los sueldos a los funcionarios, aplicó la austeridad republicana y atacó la pobreza con programas sociales. Los que somos especialistas en nuestras ramas reconocemos y nos adherimos al programa de reconstrucción nacional de AMLO porque su diagnóstico sobre la situación del país es correcto y porque sus propuestas han probado exito en países como Brasil, Argentina entre otros lugares. La discusión no es si AMLO es mesías, esta loco o lo siguen millones de borregos, esas falacias son de una pobreza escandalosa. La discusión esta en la visión de reconstrucción nacional necesaria para el país. La mayoría de los votantes reconocen que los gobiernos del PAN son un desastre y que el regreso del PRI es no tener memoria. El pueblo mexicano se puede dar el privilegio en 2012 de tener un gobierno de izquierda y probar que en democracia, el pueblo es el que decide.


lunes, 2 de enero de 2012

Neoliberalismo agazapado en la UAM y sus criterios contra el derecho a la educación.

La Universidad Autónoma Metropolitana tiene como lema "Casa abierta al tiempo". Este lema se ha visto seriamente controvertido cuando se devela la aplicación mecánica de su normatividad y cuando son los miembros del jurídico de la UAM y no los académicos quienes tienen en sus manos la suerte académica de sus agresados y practican la vulneración de sus derechos a través de la aplicación retroactiva de sus normas.

Ni los académicos de la universidad han podido revertir las reformas de 2007 que de manera retroactiva niegan la posibilidad de los que han estudiado en esta casa de estudios a titularse. Bajo un argumento claramente anticonstitucional la UAM ha violado los derechos de cientos de egresados a culminar sus estudios y presentar los exámenes profesionales de licenciatura y posgrado. Este hecho cuestiona con severidad el respeto de la universidad a las garantías individuales de los mexicanos que cursan en sus aulas y el respeto a los derechos humanos consagrados no sólo en el artículo 3° Constitucional, sino en los convenios internacionales firmados por nuestro país en materia de educación.
Por diversos medios, egresados con promedio por encima de 9, han solicitado a la UAM que les den derecho a la presentación de los examenes profesionales o de grado y que no se les aplique de manera retroactiva un transitorio anticonstitucional reformado en 2007 que les otorgaba un plazo perentorio para titularse o presentar su examen de grado. Con el desorden imperante en la administración, esta medida retroactiva no fue notificada a todos y cada uno de los egresados, siendo publicada de manera dolosa en la Gaceta de la UAM que desde luego pocos leen y mucho menos reciben sobre todos los que no laboran en esta universidad.

Pero además el artículo 17 de la Constitucional es muy claro. No se pueden aplicar leyes o disposiciones con efecto retroactivo en contra de persona alguna. Todos aquellos que cursaron antes de la Reforma tienen el derecho de que no les apliquen las disposiciones de manera retroactiva. Sin embargo, en abierto desafío a la Constitución y a sus normas que protegen con garantías constitucionales los derechos individuales, la autoridad de la UAM aplica sin criterio alguno la norma impidiendo a muchas personas concluir su procesos de estudios.
No han atendido casi un centenar de cartas solicitando con respeto la restitución de los derechos. La UAM ya perdió por lo menos dos juicios de amparos promovidos en su contra, por dos de los afectados. Los fallos tratados al menos en dos tribunales distintos coinciden. La UAM no puede, a pesar de su autonomía, violar garantías de los que han sido víctimas de sus actos de autoridad. No se puede aplicar una norma en perjuicio de alguien, en este caso el derecho de estos dos amparados por la ley a terminar y concluir sus estudios.

Pero no sólo eso, la violación de garantías que comete en sus actos la autoridad, daña el derecho de los demandantes a la educación, principio no sólo consagrado como garantía individual en el artículo 3° Constitucional, pues la UAM es una institución pública, del Estado cuya finalidad es formar profesionales en los campos útiles para la sociedad y brindar una educación pública tienen como función garantizar que dicha formación se lleve a cabo y ello esta también en los tratados internacionales suscritos por nuestro país y que tienen una jerarquía superior a las leyes, por debajo de la constitución y desde luego a una reglamentación interna de una universidad. La autonomía no es pretexto para la violación de garantías individuales. No se pueden anular los estudios pretextando plazos o menoscabar derechos con criterios neoliberales.

Si es cuestionante que una autoridad viole garnatías individuales, es mucho más grave que se trate de autoridades universitarias que se supone deben tener cuerpos de abogados eficientes, respetuosos de la ley y la Constitución. Por desgracia, el cuerpo jurídico de la UAM y en particular de la UAM Xochimilco no se caracterizan por aplicar el derecho en la libertad y la justicia que demanda una universidad, sino por ejercer de manera equivocada y errónea, hasta de manera dogmática el derecho. Es grave que una autoridad universitaria asesorada por abogados con poco conocimiento constitucional termine violando garantías individuales. Se requiere una limpia en ese departamento.
Como la UAM no puede solucionar sus propios problemas, las peticiones se han estrellado con la mala asesoría jurídica de sus autoridades, los tribunales le corrigen a la UAM la plana y le enseñan que no pueden aplicar normas con efectos retroactivos. Juicios que aún están en curso en estos tribunales cuya primera sentencia ya se emitió. La lección puede ser clara para los que se encuentran en esta situación, promover juicios de amparo para obligar a autoridades renuentes a no violar sus garantías individuales.

O bien que la autoridad a través de sus órganos colegiados corrija este error, siempre es sano y fortalece a las instituciones la autocrítica, y se anule el mencionado transitorio, dando oportunidad a que la UAM tenga muchos más titulados de los que ha tenido.
Los resultados de estos juicios abren la posibilidad para todos los que fueron afectados por la aplicación retroactiva de 2007 y cuyos derechos son negados por las autoridades de la UAM. Y no solo, la UAM no tiene porqué cancelar con criterios no jurídicos y si neoliberales, el derecho a la terminación de los estudios de cientos de personas que cursaron licenciatura o posgrado.

La comunidad académica de la UAM debe luchar por revertir las políticas que afectan el derecho a la educación de quienes han cruzado por sus aulas y se les niega el derecho a titularse cuando han concluido sus materias. Sean de Licenciatura o de Posgrado. La propia comunidad debe demandar que cese la violación de garantías individuales y que la propia universidad en su capacidad de autonormación, de salida antes de que las propias personas demanden a la UAM en juicios de garantías.