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miércoles, 23 de septiembre de 2020

El alacranismo político

El alacranismo político

No se podía entender las lecciones de fuerzas fracturantes del tejido social de una escuela, si no analizamos a fondo los intereses que convergieron para impulsar esa fractura por el afán "vanguardista" e irresponsable de las fuerzas que intervinieron en sembrar encono, división y sectarismo. Hay responsables desde luego con nombres y apellidos. Ellos creen que se ganaron el cielo de la historia, que serán recordados para siempre como los héroes de la película. Se piensan en su delirio como los líderes del 68 o los héroes trágicos del CGH del 99. Como dice por allí un conocido paráfrasis de Marx en el 18 Brumario: "Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes aparecen, como si dijeran dos veces. Pero se le olvidó agregar: una vez como tragedia y otra como farsa".

Las biografías de los líderes de 1968 difieren de las de nuestro héroes de 2018. Álvarez Garín, la Tita Avendaño, José Revueltas, Marcué Pardiñas no se replican en los líderes de la AGENAH cuya demanda a cada paso ha sido "que no nos reprueben por nuestras inasistencias porque somos huelguistas" o bien "pongales 8 a todos, porque estamos estresados". Los líderes de 2018 en la ENAH no brillaron por su inteligencia, todo lo contrario su protagonismo fue directamente proporcional a su mediocridad y falta de inteligencia. Pero nos quedamos muy cortos si no indicamos como del pliego petitorio de 1968 surgió a pocos días de iniciado el movimiento, mientras que el de 2018 fue inventado por los delirios de grandeza de un grupo de líderes que no dio el ancho del instinto de una comunidad. Lo único que hicieron bien fue dividir, sembrar encono y destruir la unidad que en otros momentos históricos había tenido la virtud de marchar junta. Por eso es necesario indicar quiénes son y de donde surgieron.

Ajena

Cuando éramos más de 400 miembros de la comunidad reunidos en asamblea, sin duda la necesidad logró agrupar a más y la maña de estos grupúsculos que no reunían a más de 30 creció a 300 a su favor. El problema no es si lograron mayoría, sino para qué utilizaron esa mayoría. El problema no es si ganas o pierdes las votaciones sino a donde pretendes llevar un movimiento, en eso radica el interés general y la legitimidad de un movimiento. En 1968 el movimiento se surgió como una respuesta a la represión, a pesar de que el movimiento fue derrotado, la legitimidad de demandas históricas proyectó en el tiempo que este movimiento tuvo razón de ser. 1986 pudo detener el cobro de la matrícula escolar y ese triunfo se repitió en 1999 a pesar de la represión. Sin embargo, el movimiento de 2018 en la ENAH quedará borrado porque la concepción de los grupos que terminaron dirigiendo, no daba para más. La AGENAH que tenía a esos cerca de 400 estudiantes, profesores y trabajadores dilapidó su capital político a su favor y pasó a menos de una decenas de personas al paso de los meses. Pero veamos por qué concepciones estaban formados.

Activismo per sé

Los grupos, unos provenientes del trotskismo actual, otros del neozapatismo del CNI carecen de un programa político real. Antes del movimiento tenían una visión reformista bastante poco clara sobre sólo demandar más internet, copiadoras, espacios estudiantiles. Algo así como los sindicatos estudiantiles del PCF (Francia) antes de la oposición de Nanterre y el movimiento de Daniel Cohn Bendit. Eran todo el cuadro que los propios situacionistas habían denunciado en "Hacer la vergüenza más vergonzosa dándola a conocer". La única marca distintiva era su activismo per sé, como si el activismo fuese una finalidad y no un medio. Esto quedó demostrado cuando el Director del INAH les pidió las demandas de la Asamblea y estos balbucean no sabiendo qué responder. No había una teoría clara sino consignas zapatistas, una especie de mantras atrapadas en el voluntarismo e inmediatismo de un movimiento sin capacidad teórica y política para encarar el porqué una escuela se había lanzado a la huelga. Las peticiones no existían, a regañadientes tuvieron que elaborarse después sin una clara idea de que querían hacer con esta Universidad. Para ello acudieron a muchos estudiantes que tampoco tenían claro y a profesores que ante la "oportunidad" no desaprovecharon su mala historia para plantear ideas confusas y vagas. Al final después de semanas, se proyectaron las famosas mesas de negociación que fueron una especie de denle a todos lo que quieran, y en donde sobresalía la falta de universidad, profesionalismo y pericia a la hora de plantear los problemas. Una situación en la que todo el apoyo de la Asamblea se fue diluyendo, hasta revertir a esta "asamblea" en el grupo originario, es decir unas decenas de miembros que se dedican a hacer activismo y no a estudiar. La falta de una concepción clara se sustituyó con grupos parásitos como la colmena y el canutismo de profesores que se convirtieron en los parasitarios y el oportunismo político.
Panistas, zapatistas y trotskistas
Las ideas de la Ajena son una abigarrada y confusa concepción pro panista, neozapatista y trotskista que trató de disfrazarse de anarquista. Lo cierto es que el anarquismo que hacía unos años tuvo presencia en la escuela, jamás intervino. En su lugar estaban quiénes reivindicaron el zapatismo, hijos de panistas convertidos a la izquierda y militantes sueltos del trotskismo sin programa que buscaban protagonismo en un movimiento que surgió sin que realmente hicieran trabajo político.Padecen una especie de efecto efecto Dunning-Kruger además de que se vanaglorian de su anti-intelectualismo. Este segmento al volverse dominante fue una especie de rey midas al revés.

Lo único que valieron en su actuar fueron sus maniobras políticas, su estancia de tiempo completo, su actuación acomodaticia y sin principios para darles por su lado a todos. Es decir, un movimiento en sí y no para sí, un pragmatismo político y no una defensa de un programa con argumentos de fondo. Una pequeña burguesía en vías de lumpenización.

Ese darles a todos por su lado, les cobraría años después la factura, cuando los grupos feministas que ellos cobijaron y apoyaron, los traicionaron acusándolos de acosadores y de "delitos sexuales" con la clara finalidad de desbancarlos de la dirección. En realidad hubo una incapacidad de dar debate, viniendo de Antropología social y de Etnología mostraron que no tienen capacidad de aplicar la antropología a un movimiento social y de recuperar la voz de una comunidad diversa en un programa de transformación académica. Alumnos dependientes de su familia, no trabajadores, malos estudiantes, lo único que hicieron valer fue su protagonismo político y descarrilaron un movimiento que potencialmente pudo dar mucho más.

Colmena

Colmena o Partido Comunista de México es como se le conoce a la escisión del nuevo PCM de Pavel Blanco. La colmena es un grupo que se caracteriza por carecer de un trabajo político de masas, su práctica de sustitucionismo de las masas, al querer presentarse como los representantes de movimientos que carecen de una gran organización que no pueden sustentar con trabajo político. La colmena es el peor heredero de una visión dogmática un revisionismo anti marxista de derecha basado en la visión de los frentes populares que surgió en la contrarrevolución de los años 30. Un grupúsculo sectario que ni siquiera fue capaz de dar la lucha al interior del partido que encabeza Blanco porque carecieron de argumentos.

El PC de M y la Coalición

El Partido Comunista de México tiene como "brillante" declaración de principios:

AMOR, LEALTAD Y VÍNCULO PERMANENTE CON EL PUEBLO TRABAJADOR; JUSTICIA; COMPROMISO, SENCILLEZ, MODESTIA, CAMARADERÍA Y SOLIDARIDAD; DISCIPLINA PROLETARIA FIRME Y CONSCIENTE; COMPRENSIÓN Y RESPETO DEL CENTRALISMO-DEMOCRÁTICO; INTERNACIONALISMO PROLETARIO.
Es decir un conjunto de sentencias morales que nada tienen que ver con la posición de clase del proletariado. Sus principios en el fondo pertenecen a la contrarrevolución.

La presencia de los colmenos en la ENAH se debe a que apoyaron el proyecto de formación de la Coalición de Profesores de Asignatura que representó en un inicio el esfuerzo de este grupo de profesores por encabezar la demanda histórica de los HSM.
Profesores que fundaron la coalición de profesores 

A pesar de que la Coalición se formó con personajes como José Luis Badillo que venía del FPR o Sergio Sánchez Díaz del CIESAS. Poco a poco la colmena, como pasó con la asamblea, fue apoderándose de la "coalición" y dándole dirección y sentido. A lo largo del tiempo fueron expulsando a miembros que había fundado y se quedaron profesores que pertenecían a la COLMENA. Aunque hubo al inicio decenas de profesores que se adhirieron, a lo largo de los años la falta de defensa de todos, la formación de un grupo compacto de colmenos terminó reduciendo a este "sindicato". Lograron entrar a la vía legal, pues la JFCA no les daba la toma de nota, lograron legalizarse a través de su incorporación en un sindicato mayor, el SIndicato Independiente de Trabajadores de la Secretaría de Cultura SITSC. A lo largo de 8 años no han logrado nada y su participación en el movimiento de 2018 fue un intento desesperado de hacerse oír usando al movimiento estudiantil de escudo. En las mesas de negociación su fracaso fue programático. 

La tara sindical del maximalismo

El problema del programa sindical de los colmenos en la Coalición es su falta de resolución de la ecuación de los profesores de HSM. La ley no favorece el paso de profesores a la base sin examen y sólo por antigüedad. Al carecer de una correlación de fuerzas favorable, el sindicato de la COLMENA, la Coalición, hoy en el SITSC es una trampa sin salida porque en lugar de luchar por cosas que son posibles, empantana a los trabajadores en una especie de maximalismo político. Esta diferencia es la base de la formación, como veremos en otra entrega de la formación de la sección de Profesores-Investigadores del SNDTSC que es el sindicato titular y mayoritario de las CGT del INAH y el sindicato democrático en la institución. 

El metarrelato de Ovalle y Miguel Ángel Adame

Víctor Ovalle tiene el mérito de haberle llenado a la ajena su ausencia de discurso. Los argumentos posteriores a la huelga de personajes que sobresalen al encabezar el movimiento de 2018. Como hemos ya efectuado un desmontado de las posiciones de Victor Ovalle, al mismo tiempo de otro de sus "teóricos" Miguel Ángel Adame, el metarrelato consiste en presentar una visión maniqueísta de la historia de la ENAH en la que los buenos son ellos y los malos todos aquellos que erigieron el "malvado" reglamento de 1994, producto del avance del "neoliberalismo" frente al cual las heroicas masas a las que pertenecía Ovalle resistieron hasta el último hombre. Como se ha venido demostrando no sólo por nosotros, sino por otros actores, la historia de Ovalle es una historia mal hecha, sesgada, con grandes errores de información, un panfleto más que una historia. Sus imprecisiones o de plano mentiras buscan una narrativa que quiso darle legitimidad a la AGENAH y al movimiento de 2018. En el fondo Ovalle pertenece al SITSC y su deseo como el de toda la coalición fue utilizar a los estudiantes de carne de cañón para tratar de lograr su base sin examen. No sólo se han comportado como auténticos esquiroles contra los otros sindicatos, acusando a los investigadores de que no trabajan, sino sembrando en la mente obtusa de los cándidos, que ellos son los que investigan y no los investigadores. Una afirmación que se cuela hasta el llamado movimiento 26 de julio, que es de sus huestes también. 

Los propósitos de la Coalición que colocaron a Isaías Mendoza al frente de la mesa de "dignificación del trabajo docente" fracasó, porque las autoridades les conocían perfectamente y porque en el mundo laboral, existen reglas claras. El SITSC no puede firmar más que convenios pues la titularidad de las CGT pertenece al SNDTSC y era evidente que esa mesa era una mesa sindical con un sindicato minoritario sin posibilidades legales de firmar nada. Así que las negociaciones de la Coalición fracasaron.


Víctor Ovalle dirigiéndose a la nada numerosa concurrencia de la Ajena 

Amena

El enorme éxito inicial de la AMENA en 2019 se debe al prestigio y respeto que alcanzó el movimiento feminista entre los universitarios en décadas anteriores. Hasta antes de 2018, nadie con la cabeza sobre sus hombros podría cuestionar que las mujeres tenían legitimidad en la lucha contra la violencia a las mujeres, la equidad y su derecho a decidir sobre su propio cuerpo. Quienes les acompañamos desde los 70 celebramos sus logros dentro del sistema y entendimos sus reclamos históricos no resueltos. Quizás este hecho es del que se sirvieron un grupo extraño y posteriormente revelado que se nutrió con jóvenes millenials evidentemente controladas por gente mayor de la generación x. No se trata ni de un movimiento revolucionario, ni de izquierda, pronto mostrarían su auténtica veta, que ya confunde menos a los cándidos. El sello de este movimiento ha sido la traición, sus mentiras, su visión disolvente y destructiva, que dificilmente recuperará la fuerza y la credibilidad que tuvo en algún momento dado. Los grupos feministas tendrán mucho trabajo para recuperar su imagen y su credibilidad destruida por estos grupos violentos destruye escuelas.

La irrupción de las Riot Fem en la ENAH

El feminismo radical que apareció en México de manera violenta en 2018 y que llegó a su sumum en 2019 no proviene de la 3a. Ola feminista sino que es un mal remedo de la segunda. En realidad no se trata de ninguna idea original sino sobre todo de una mecánica de acción. Crecieron paralelamente y con la ayuda de los movimientos estudiantiles de 2018, hasta que lograron desbancar a los hombres de la dirección acusándolos de fachos, misóginos y todos los epítetos vacíos que utilizan y que "normalizan" en su ataque. La sorpresa de esta tradición puritana y moralista contra sus propios compañeros viene de la profundidad de sus concepciones aunque ellas no vean sus felonías. 

Sus bases anti marxistas provienen de la ideología liberal y su veta realmente de la ideología burguesa del individualismo. La gran mayoría de las mujeres que trabajan y que sobreviven en el capitalismo no piensan como ellas. Estas jóvenes liberales en grupos reducidos y organizados al sabor de manuales como el de Gene Sharp, piensan que son libertarias, en realidad beben un lenguaje anti marxista, reaccionario y de ultraderecha; aunque aboguen por el aborto y la libertad de la mujer. La organización de este tipo de grupos no es una sorpresa, se encuentra en los planes del nuevo feminismos que se pueden encontrar en Internet y se teje en redes que provienen directamente del poder.

Su fondo es la condena del sexo, sobre todo heterosexual, al cual como minoría fantasean demoler, se han inventado un sistema patriarcal como si fuera el sistema capitalista. Pero en realidad es una falsificación burda y una aplicación distorsionada plagiada del propio marxismo, el feminismo proletario ya las había identificado hace años: 

No se tuvo en cuenta la cuestión de las diferencias de clase y el efecto de las diferencias de clase en las oportunidades disponibles para las personas. Inicialmente el liberalismo desempeñó un papel progresista en la ruptura de las instituciones sociales y políticas feudales. Pero en el siglo XIX, después del crecimiento de la clase obrera y sus movimientos, las limitaciones del pensamiento liberal salieron a la luz. Porque la burguesía que había llegado al poder no extendía los derechos que profesaba a los pobres y otras secciones oprimidas (como las mujeres o los negros en los Estados Unidos). Ellos tienen que luchar por sus derechos. El movimiento de las mujeres y el movimiento negro en esa fase fueron capaces de exigir sus derechos utilizando los argumentos de los liberales. Las mujeres de las clases burguesas eran en la vanguardia de este movimiento y no extendieron la cuestión de los derechos a las clases trabajadoras, incluidas las mujeres de clase trabajadora.(Ghandy, 2020 p. 39-40)

Culturalismo y posmodernismo en el lenguaje de derecha

Quienes detectamos que este feminismo provenía de la derecha, no nos amedrentamos en denunciarlo inmediatamente a pesar de las acciones de corte amenazante y terrorista del mismo. Desde la posición de defensa de los trabajadores, cualquier persona inteligente puede intuir de manera inmediata de lo que se trataba no un feminismo proletario sino una visión de derecha que se estructura en el culturalismo y el posmodernismo para atacar al proletariado. El discurso novedoso, acogió a muchas jóvenes que sin herramientas adecuadas fueron incapaces de realizar una crítica y a una izquierda electoral oportunista que desde el Estado no sólo actuaba de manera omisa cuando la violencia de estos grupos se ejerce, sino que se tejen redes que llegan hasta el poder. Las feministas radicales de base no suponen en su visión inmediatista que esto es así, no sospechan de sus colegas cuarentonas que les dan línea, las asesoran, las organizan dándoles actividades políticas y metiéndolas a su agenda. Bajo el pretexto de la horizontalidad y el separatismo, el sistema que ha estudiado a fondo a los grupos terroristas, es capaz de organizar a agrupamientos como ISIS, Al qaeda y porqué no desde el programa del nuevo feminismo de Open Society canalizar recursos, cuadros preparados en universidades élite para dar forma a ese nuevo feminismo del que forman parte. Sin duda, un movimiento complejo en cuanto a guía e infiltración que se acoge sobre todo en las minorías, que son el mejor blanco para esos propósitos. 

Las redes paramilitares y el discurso de la destrucción

La ideología el Riot Fem que por cierto no es todo el feminismo, se tradujo en un grupo en red organizado bajo los mismos principios, células como neuronas de una vasta red que ese extendió por todo la universidad y que no sólo se organizaba en círculos, sino en grupos de autodefensa, recibiendo instrucción militar (defensa personal, organización por grupos, hasta activar pequeños explosivos). Las acciones que se pueden percibir en las manifestaciones de la Ciudad de México desmienten muchas cosas:

Que sean producto de la espontaneidad. Son grupos organizados bajo piquetes, por parejas, con herramientas de destrucción que portan gasolina y explosivos. 

No son separatistas, tienen apoyo de varones que sirven de retaguardia y en los momentos en los que se les complican sus acciones. 

Omisión de las autoridades. Saben que no habrá represión porque cuentan con la omisión e inmovilidad de los cuerpos policiacos, que bajo las supuestas órdenes de no reprimir, permiten que los grupos vandalicen sin ninguna consecuencia. Se ha visto que no accionan contra las instalaciones del gobierno local, sino contra los de los estados, el federal y los comercios privados que son víctimas de sus saqueos. Cuando han ido a provincia, ha quedado patente que la policía puede someter y controlar rápidamente estas bandas.

No gozan con el apoyo estudiantil mayoritario de las escuelas. Estos grupos son una minoría que se impone contra la mayoría y sus blancos no son ni el poder al que no le hacen nada sino contra trabajadores que deambulan en la calle y los que son agredidos por ser hombres, a las policías que están inermes y que tiene la orden de no impedir las acciones. A estudiantes aislados a los que atacan en bandas.

Recordemos que en el fascismo, los fascios de combatimento atacaban a los comunistas, socialistas y anarquistas sin que los carabinieri hicieran nada. Después de los destrozos de 2019 en la UNAM y la acción del 29 de octubre de 2019 en la ENAH queda muy claro que estos grupos portan un discurso de destrucción no contra el poder, al que no le hacen nada, no contra la violencia de la que forman parte sino en contra de los grupos independientes de izquierda como la AJENA y están por la destrucción de las escuelas con la omisión de las autoridades de la Ciudad. Después del desprestigio de 2019, para los grupos de trabajadores de las universidades está claro el carácter de estos grupos. Aún hoy fingen que no ha pasado nada, porque en realidad los protege el poder. 

Estampita

Cuando el gobierno de Peña Nieto decidió fusionar el sector cultura que dependía de CONACULTA, la vanguardia de los trabajadores, la D-III-24 decidió asumir su compromiso histórico y cristalizar en su tradición democrática la reorganización de los trabajadores. Así convocó a todas las delegaciones del INBA y el INAH a la conformación de un sindicato nacional democrático del sector, antes que las posibilidades de un charrazo se adelantaran y que las organizaciones democráticas fuesen finalmente controladas. 

Sector de vanguardia, porque fue el único sector de trabajadores en responder a la fusión de la autoridad con la organización nacional de los trabajadores. Así en 2016 las delegaciones del INBAL y las administrativas del INAH, a las que se sumaron la Dirección General de Bibliotecas, Radio Educación, INDAUTOR, Culturas Populares, canal 22 y el INHERM. Fueron invitados los miembros de la D-II-IA-1 (Investigadores) y de la D-II-IA-2 (Arquitectos). 

Para contrarrestar ese inmenso logro la autoridad de cultura tomó la estrategia de favorecer la división de los sindicatos en contra del proyecto del nacional democrático mediante la conformación de sindicatos gremiales pequeños. En un primer momento lograron evitar que la mayoría de la D-II-IA-1 se sumara al recién conformado (abril de 2016) Sindicato Nacional Democrático de Trabajadores de la Secretaría de Cultura SNDTSC y conformara su propio sindicato en el INAH de forma gremial, el SNIPICD-INAH con poco menos de 500 trabajadores y después el Sindicato Nacional de Arquitectos Conservadores del Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura -Instituto Nacional de Antropología e Historia SNACPCSC con menos de 300 trabajadores. 

No obstante estas maniobras y gremialismo, nada detuvo la formación del SNDTSC con 6 mil de los 9 mil trabajadores de la SECULTURA. Por ley el sindicato mayoritario y el detentor de la titularidad de la relación laboral de las CGT en el INAH, en el INBAL y en Sector central donde se redactaron para las oficinas centrales. 

La destrucción sindical atrás del charrismo

Un sindicato tan fuerte y poderoso como el SNDTSC no era algo que le agradara a las autoridades que seguían propiciando su fragmentación promoviendo nuevos sindicatos. Así un agrupamiento creado en la administración de Teresa Franco para detener la fuerza y la combatividad de la D-III-24 fue re nucleada pues tenían en la cabeza la representación de la Sección Ciudad de México del SNDTSC.

Carlos Reséndiz aliado con Francisco Galván, un antiguo destructor del sindicato de cinematografistas mediante un charrazo, reagruparon la Coordinadora en torno a la representación de la CDMX. Desde esta plataforma y con el número considerable de trabajadores en esta sección pretendieron someter al resto del sindicato nacional a su orientación y dirección. La estructura seccional nacional defendió al SNDTSC impidiendo que estos dirigentes desplazaran a las secciones de provincia como había sucedido con Organización Nacional en tiempos de la D-III-24. en esta ocasión la mayoría de los trabajadores cerraron filas contra la coordinadora. 

Como los democráticos en los órganos nacionales en el sector INAH lograron la mayoría de las decisiones del sector, Galván ajustó una alianza con un viejo dirigente muy cuestionado en el INBAL pero que era el Secretario General Rubén Darío Bermúdez ex dirigente de la D-III-22 y ahora dirigente del Comité Ejecutivo Sectorial del INBAL. Ambos conformaron un grupo al que denominaron Frente Democrático y al que sumaron algunos dirigentes de las escuelas del INBAL y a las secciones Morelos, Hidalgo, el secretario general de la Sección Guerrero y desde luego el Comité de la CDMX con Resendiz a la cabeza . La intención era apoderarse de la dirección nacional del sindicato o bien destruir la organización y dividirla lo más posible. Es claro que la ruptura de unidad favorece a la autoridad que pretendía llegar a un acuerdo con la "pluralidad" sindical, es decir con los sindicatos minoritarios. 

Para dividir al SNDTSC el "Frente" reventó violentamente el I Congreso Nacional Ordinario del SNDTSC en Veracruz con golpeadores. Se presentó Rubén Darío y Francisco Galván a impedir violentamente la acreditación de los delegados nacionales, un auténtico charrazo, para tratar de imponerse sobre la mayoría y tratar de dividir aún más al sector central y al sector INBAL. No obstante el truene del Congreso por la violencia, la mayoría democrática se fue imponiendo al Frente en todos los órdenes.

La base relevó al Secretario General del frente en Guerrero mediante su asamblea seccional, con lo que el Frente perdió su representación apócrifa. Posteriormente se reorganizó en las secciones Morelos e Hidalgo agrupando a los sectores democráticos a los que se les reconoció su representación. Compañeros del Estado de México se separaron de la Sección Ciudad de México, ante las maniobras de Galván para imponerse como Secretario General en la Sección; En la CDMX los charros se impusieron contra la oposición que se había organizado para contender mediante elecciones. Con esta elección fraudulenta, Galván nunca fue reconocido como representante de la sección. 

Los charros del "Frente Democrático" se unieron para dividir el sindicato nacional. En esa lucha se vieron afectada dos secciones que tienen que ver con la ENAH. La sección de profesores investigadores del INAH del SNDTSC y el centro de trabajo ENAH perteneciente a la sección CDMX. No obstante que a nivel nacional la división sólo logró separar a poco más de 300 trabajadores del sector INAH, de cerca de 4 mil y a poco más Rubén Darío sacó a 400 del INBAL, el propósito de las autoridades de quebrar al sindicato nacional fue derrotado, quedando en nuestro sindicato 4,900 trabajadores a pesar de la división. Cifra que no se refleja en el centro de trabajo ENAH porque la mayoría de administrativos se quedó con Galván 

En la sección de profesores investigadores, el Frente tuvo a un grupo que se constituyó en una mayoría eventual y que es conocido como el grupo de los 10 encabezado por Florencia Peña Saint Martin, quién aliada con las autoridades y Galván, logró imponer como vocal a Pedro Ortega en una sección que jamás volvió a tener asambleas seccionales legales y cuya estructura prácticamente desapareció.

Florencia Peña  usó el membrete para posicionarse en favor del "Frente" charro. Fue hasta 2018, que el grupo democrático de la sección con profesores HSM logró reconstruirla, por la elaboración de la propuesta de generar plazas de asignatura a concurso. El III Congreso Sectorial INAH aceptó la afiliación de los profesores HSM en un hecho histórico pues fue el único sindicato que los aceptó como agremiados, mucho antes de la Coalición que carecía de registro. En 2019 tras una asamblea seccional, después de 2017, se reactivó la sección de investigadores mediante el nombramiento de un nuevo vocal ejecutivo de la sección. 

Con la derrota del llamado grupo de los 10 y el triunfo de los democráticos, 9 de ellos, decidieron salirse del SNDSTC. Nunca aportaron nada positivo, fueron un lastre para la vida democrática, destructores, pro patronales.

SNATPINAH y sus representantes

Al sufrir la derrota en los órganos nacionales, pues se celebró en resistencia el I Congreso Nacional Extraordinario en la Ciudad de México. El SNDTSC marcó la ampliación del plazo de elección legalmente que era lo que quería impedir Galván y los suyos frente al TFCA. Con la toma de nota y con las elecciones formales para renovar Comités Ejecutivos Sectoriales y la dirección nacional, la Coordinación Nacional Colegiada, el SNDTSC renovó su presencia legal como detentor de la titularidad de las CGT. 

No teniendo opción, los charros se replegaron y decidieron conformar su propio sindicato y registrarlo. el Sindicato Nacional de Administrativos Técnicos y Profesionales el INAH, SNATPINAH es decir un sindicato gremial más.

El SNATPINAH, estampitas como se conocen comúnmente, son los que han estado apoyando a la Ajena a través de Mónica Vargas como parte de la pérdida de su pertenencia como mayoría. Cerca de 10 compañeros administrativos permanecieron en el SNDTSC y más de 40 se fueron a las estampitas. En el caso de los profesores investigadores, los miembros del SNDTSC tienen agrupados a cerca de 20 profesores HSM.

En la siguiente entrega hablaremos de la aparición de fuerzas emergentes, frente a los actores de la huelga de 2018.

miércoles, 16 de septiembre de 2020

Las lecciones de la huelga de septiembre de 2018

2018 un movimiento que prometía

En 2018 los estudiantes del CCH azcapotzalco se manifestaban a las afueras de rectoría, cuando un grupo paramilitar, porril disolvió violentamente el mitín de unos cuantos de miles de estudiantes para dejar cerca de una decena de heridos entre lesionados por armas punzocortantes y explosivos. La indignación entre los estudiantes de la UNAM no se hizo esperar y el paro general de dos días siguió a un movimiento asambleario que alcanzó a la Escuela Nacional de Antropología e Historia que no pertenece a la Universidad Nacional. El paro a inicios de septiembre en la ENAH constituyó un movimiento más largo, de cerca de un mes que prometía una lucha por la transformación y fortalecimiento de la escuela de antropología más antigua de América Latina. Todos los sectores de la ENAH, dependiente del INAH, respondieron al paro y se sumaron a las asambleas generales.
De las demandas exteriores a las demandas propias
A inicios del movimiento, la ENAH no contaba con demandas propias, se había sumado a la lucha de la UNAM en repudio al porrismo, la falta de pericia de los estudiantes para llevar incluso asamblea comprometió a militantes del Partido Comunista Mexicano, nueva agrupación que cuenta con muchos estudiantes en la ENAH. Ellos fueron los que dotaron los primeros ejercicios del uso de mesa de debates, de reglas, de articulación de demandas. La urgencia era encaminar un movimiento de solidaridad a articular demandas propias en una ENAH que en estas circunstancias tenía muchas carencias. Al inicio todo era jalemos juntos, solidaridad.
El porrismo en la UNAM y la solidaridad
Como hemos apuntado en otro escrito de este foro, el porrismo actualmente es poco parecido al de los años 70. Más bien se articula como el de los años 90 e inicios de siglo. Son grupos con poca presencia en las escuelas que en la mayoría de las ocasiones no cuentan con el aval de la direcciones. Grupos de choque externos, con base mínima interna que se deja ir en piquetes de entre 10 y 50 cuando es necesario. No los controla necesariamente la dirección de las escuelas, como antaño; más bien son manejados por segmentos de las autoridades universitarias o por los grupos de poder como partidos políticos, policía o políticos estatales y locales. Su estructura es más parecida al 3 de marzo de CCH Vallejo, en donde se trataba de grupos cooptados para la violencia en el fútbol americano y usado por grupos de choque por partidos políticos. Como sabemos jamás se esclareció el móvil de la agresión en rectoría.





Porros durante la agresión en rectoría en 2018
La acción de repudio a las agresiones de la ENAH es uno de sus rasgos, todos los grupos y sectores en la escuela se solidarizaron, no se puede decir que hubo quién se desmarcó, las diferencias no surgieron por haber hecho el paro de solidaridad de tres días, la división provino en quienes utilizaron el paro para prolongarlo en un afán de protagonismo, a pesar de que había un gran sector que sin estar en contra de la solidaridad de tres días no querían un paro prolongado y pedían el cambio a la modalidad de paro a paro activo.
Reivindiquemos a nuestra Escuela

Es muy curioso que la demanda de crear demandas en favor de la escuela no partió ni de los zapatistas, ni del resto de los grupos. Fue una propuesta pública que hicieron algunos militantes del PCM y de Perfil Académico.en la experiencia política y desde la visión que éste último grupo sostiene desde hace poco más de 20 años, en la búsqueda de la autonomía de la ENAH. No era una visión improvisada, pues partía del momento coyuntural de revisión del Reglamento de la Ley orgánica del INAH, de la cuál la discusión estaba viva en ese momento en la comisión que el Director Diego Prieto había impulsado atrayendo a representantes de todos los sectores.


Después del 8 de septiembre en que se hizo esta propuesta en la Asamblea, los grupos que querían tomar el control de la asamblea comenzaron a "hacer suyas" las ideas de conformar un pliego petitorio, sólo que a pesar de ufanarse de que saben, ni siquiera pliego tenían, así que como veremos trataron de inventarlo, y para ellos no lo dieron en pocos días porque ni siquiera lo tenían claro, no lo tenían y no dejaron que ese pliego fluyera de propuestas de la comunidad que si lo tenemos claro. Toda visión adversa a su competencia la atacaron con calumnias.
Los peligros del activismo y el asambleísmo
Los grupos latentes en la escuela se volvieron a aparecer, cada uno de ellos con historias particulares e incapacidades que trataremos en este documento. Grupos activistas de tiempo completo cuyos programas son enteramente esquemas ideológicos sin fundamentos y sin sustentos teóricos filosóficos. Slogans, consignas, moldes teóricos rígidos. Una profunda incapacidad por jerarquizar la diferencia entre grupos afines, adversarios y el enemigo principal. Si todos somos enemigos principales, lo que privará es un sectarismo dispersante, sectario, incapaz de sumar y cohesionar la lucha.

No se trataba de crear un gran movimiento legítimo cohesionado, con un programa claro de transformación, sino se trataba de montarse en un movimiento, crearlo dirigirlo de manera vanguardista. La acción política cotidiana sin perspectiva, sin programa, viendo a todo cuestionamiento como enemigos. Utilizando un lenguaje que ni siquiera era suyo. Calificaron a todo planteamiento un poco diferente al suyo de porros, esquiroles, agentes de derecha. Las descripciones de estos estudiantes y profesores mediocres, protagonistas que tienen un culto a la ignorancia, al pésimo nivel político y que por desgracia en su activismo cortoplacista lograron colocarse al frente de la asamblea y controlaron durante un mes a la Asamblea echando a pique la posibilidad de sumar a todas las fuerzas que apoyaron el paro en un inicio.
La incapacidad de diálogo y visión

Los grupos que tomaban el control basaron su fuerza en una intervención de tiempo completo, lo que definió la orientación social de los sectores que "tomaron" la dirección. Estudiantes de tiempo completo, no estudiantes-trabajadores, sino hijos de familia sostenidos por sus padres o expulsados de sus hogares y lumpenizados. Una pequeña burguesía asociada a los lúmpenes adictos a las drogas y al alcohol en la escuela. No bien el movimiento de solidaridad causó unanimidad, los que eran permanentes y de tiempo completo en su activismo, no supieron entender a los sectores que no querían un paro prolongado.
La miopía del utilitarismo
Estas fuerzas que se habían sumado configuraron un bloque de cerca de 200 estudiantes, un bloque considerable si atendemos que las asambleas más grandes de la ENAH han sido históricamente de poco más de 400 personas. Se hizo un bloque cerrado que comenzaron a controlar las fuerzas de un alacranismo político. Lo definimos así, porque en lugar de direccionar el movimiento por medio de la legitimidad del mismo, las demandas por la ENAH, trataron de coaligar intereses grupales que expondremos en el capítulo especial que dedicamos a este, que comenzó a dispersar su veneno contra todos aquellos que proponían otras visiones como el paro activo, el levantamiento del paro acusando a todo aquél que no estuviese de acuerdo en el parismo en sí mismo, de esquirolaje, porrismo o de ser el punto de vista de las autoridades. En asambleas de 400 personas de la comunidad, el voto compacto de 200 paristas comenzó a arrasar en las votaciones, descartando las peticiones de una comunidad que les pedía la reapertura y la reanudación de actividades. Pronto intereses particulares se comenzaron a coaligar en este frente: Los grupos de la Ajena, los colmenos del PC de M a través de la Coalición de profesores de asignatura, la Amena conformada por la variedad de grupos de Fem Riot existentes ligados a sus similares en la UNAM, el grupo de Canuta que ha permanecido desde el periodo del Museo y que se conforma con algunos profesores de social y el posgrado; y el sntampismo que era desde antes de la conformación del sindicato de Galván, el grupo golpista al sindicalismo democrático. Unos aspiraban a encabezar el movimiento en la escuela; otros iban por demandas particulares externas a la escuela como son los protocolos contra la violencia; dos sindicatos metidos unos para utilizar el movimiento para enfilar sus demandas frente a la autoridad, no logradas por su escaso número y su nula base legal.
Del consenso a la maniobra
Sin duda la coalición de fuerzas descritas en el anterior apartado tenían un peso considerable que terminó apoderándose de la Asamblea. Una asamblea de 400 personas en una escuela de más de 2,000 no es un movimiento que lograra convencer a la totalidad de la comunidad. Una fuerza de 150 miembros que podían acudir a las asambleas no convergen con el paro indefinido, no lo entienden como un principio de organización y no como lo que es medio, un medio de fuerza para demandar por las necesidades de la escuela.


La imposición del paro por la fuerza, sin considerar a la comunidad, que demandaba que se hiciera activo y no con el cierre de actividades e instalaciones se sostenía en poco más de 200 estudiantes, profesores y trabajadores acuerpados en bloque. La demanda de poco más de 150 miembros de la Asamblea fue suprimida mediante votaciones aplastantes y no por la búsqueda del consenso. Poco a poco impusieron las mesas de debate por miembros de la Ajena o los colmenos rechazando la posibilidad de que otras fuerzas pudiesen ser escuchados por un movimiento que se preciaba de ser plural e incluyente; y que terminó transformándose en un grupo encabezado por grupos de estudiantes, algunos bien intencionados, pero muchos otros con propósitos grupales bien definidos. Su éxito inicial los emborrachó y sus maniobras terminaron dividiendo y sembrando encono. La concentración en especialidades como Antropología Social y Etnología se enfrentó con las comunidades de Historia, Etnohistoria, Antropología Física y algunos sectores del posgrado que estaban siendo perjudicados por el paro.


Como la Asamblea ya no era un instrumento que escuchara a esta mayoría de 1,700 miembros de la comunidad que exigían moderación y reanudar actividades; y como las votaciones de más de 200 personas contra poco más de 100 se entramparon, la Asamblea dejó de ser el vehículo de cohesión del movimiento y comenzó a fracturar a la comunidad que hasta la fecha resiente los efectos de esta destrucción.

Sin poder observar al movimiento en su conjunto, la asamblea empezó a perder en número a participantes y comenzó a representar sólo la fuerza de los paristas y ya no a la comunidad en su conjunto que se refugió en asambleas por especialidad, que tenían la posibilidad de incorporar a quiénes no habían sido considerados por una asamblea intransigente que votaba en bloque de más de 200. De esta forma las asambleas de especialidad y por sectores comenzó a representar la otra parte excluida por las maniobras de la Asamblea y estas reuniones cobraron independencia frente al movimiento inicial. El movimiento se fracturó y dura esta fractura hasta la fecha.

A Historia, Etnohistoria, Antropología física y algunos sectores del posgrado se sumaron la reunión general de profesores de tiempo completo y los trabajadores afiliados al Sindicato Nacional Democrático que es el mayoritario en el INAH. Para finales de septiembre eran ya una fuerza contundente que en asamblea repusieron cerca de 300 personas que desbalanceó al frente de la Asamblea General, forzando el levantamiento del paro, sin dejar de apoyar las demandas de la comunidad. Este último elemento no fue considerado por el frente de la Asamblea que seguía insistiendo en que la diferencia con el resto de la comunidad era que los "contrarios" se oponen a las demandas, mientras que ellos como vanguardia, las sostenían. Cuando el punto principal de sus diferencias con el resto de la escuela era sin duda su necedad de prolongar un paro cuando la Dirección del INAH había concedido la posibilidad de mesas de negociación para atender las demandas.

La actitud arribista, protagónica, sectaria de los miembros de este frente de asamblea considera que ellos son los que "triunfaron" sin ver que el resto de la escuela apoyó que se atendieran las demandas y que su diferencia con el resto era su dogmatismo y terquedad de mantener un paro que nadie quería ya. La llamada Asamblea terminó levantando el paro porque era evidente que perderían la votación contra una reunión que pasó de los 400 a más de 550 personas. Su bloque de 200 ya no les serviría, a pesar de su evidente acarreo. Pero esta arrogancia, dividió sin duda a una comunidad que históricamente había jalado junta.
La incapacidad intelectual
Uno de los problemas de la asamblea es que al no ser ellos los de la iniciativa de pelear por demandas propias sino sólo apoyar a los estudiantes de la UNAM, no tenían pensado un programa real de demandas y lucha. Esto nos explica que cuando el Director del INAH se presentó en la ENAH a tratar de resolver el conflicto, la "asamblea" ni siquiera tenía sistematizadas las demandas en un documento, es más no sabían sinceramente cuáles serían. Es escandaloso, pero podemos decir que cuando les preguntaron ¿Cuáles eran las demandas del movimiento? Estos simplemente pidieron un plazo de una semana para inventárselas. Las demandas iniciales del 8 de septiembre se dispersaron a ser un abigarrado documento que era algo así como la carta a Santa Claus. Fue entonces cuando los diversos intereses particulares salieron a flote en una actitud de hay pastel que les den a todos.


Las mesas de configuración de las demandas fueron en muchos casos controladas por los grupos de la "AGENAH", una asamblea que ya no era la asamblea, sino de los grupos y sus correligionarios: "Demandas" producidas desde las posiciones de los grupos. Los colmenos inmediatamente crearon su mesa laboral para regresar a rumiar sus viejas demandas maximalistas de denos a todos bases por antigüedad sin concurso; los grupos feministas comenzaron a procesar los "protocolos" contra la violencia a las mujeres, los estudiantes apoderados del espacio del comedor pedían comedor, se formó en esta confusión una mesa para solicitar el estatuto de la ENAH frente al INAH sin tener claridad jurídica, pues la demanda inicial fue deformada por el protagonismo de los canutos; hubo una mesa para fiscalizar el ridículo presupuesto que recibe la ENAH; e incluso hubo quién trajo a los vecinos para resolver la temáticas de los vecinos que basados en rumores hablaban de construcciones inmobiliarias contra la colonia.


Las mesas no fueron del todo malas, fueron ciertamente una oportunidad para debatir algunos temas importantes, e incorporaron a profesores que no habían participado. A algunas de ellas asistieron profesores de TC, estudiantes y trabajadores. Pero el ambiente de construcción de acuerdos fue muy difícil en parte por la actitud alacranista e intolerante de grupos de la Asamblea que veían toda intervención que no fuera de ellos como una usurpación o una intervención reaccionaria a menos que fueran ellos los que con sus confusiones quisieran imponer las orientaciones de un movimiento que ya a estas alturas sentían como patrimonio y por lo tanto excluyente de todo miembro de la comunidad que no fueran ellos.
Estudiantilismo e ignorancia.

Las mesas en las que intervino la autoridad del INAH en una segunda parte, cuando se aceptó oficialmente su instalación estuvieron plagadas de confusiones, desaciertos, producto de la falta de conocimientos necesarios para los temas. Veamos las situaciones más relevantes.

Las primeras incursiones sobre los cuestionamientos al presupuesto hablaban de la inoperancia de la Ley 3000, refiriendo sin conocimiento a un capítulo presupuestal, el capítulo 3000 que refiere la adquisición de servicios. Habían escuchado que eran malas las contrataciones por capítulo 3000 (Honorarios) y creyeron que se trataba de una ley. Es decir desconocían el propio funcionamiento de la administración pública federal. Pero querían negociar.

Una demanda muy sonada fue el desconocimiento del Consejo Técnico de la escuela como órgano colegiado de la misma y querían otorgar a la Asamblea General, es decir su ámbito de dominio el gobierno de la escuela por encima de la Dirección y excluyendo a los órganos colegiados. Tenían un problema de incomprensión notable. Para poder legalizar que la Asamblea General fuese el máximo órgano de gobierno de la Escuela se tenía que modificar el Reglamento General Académico de 1993. Para que esa modificación fuese legal se tenía que hacer basado en las normas vigentes. Y para que fuese a través de las normas vigentes tendría que ser el propio Consejo Técnico de la escuela el que tendría que cambiar la norma para que fuese legal. ¿Cómo puedes cambiar una norma si has desconocido al órgano encargado de cambiarla?

En otras mesas hubo cosas positivas, pero también existieron problemas de incapacidad. La mesa de "dignificación del trabajo docente" se convirtió en el monopolio de la colmena y de la Coalición de Profesores de "asignatura" para reiterar el programa que han defendido desde hace 8 años. Bases a sus profesores, ni siquiera a todos, sin concurso, por antigüedad diciendo que en ellos se basa la investigación y la docencia del INAH. Ataques a los "privilegios" de los profesores de TC de los cuáles ellos quieren sus plazas y la condena por las "mafias" académicas de una organización que agrupa menos de 15 profesores entre los más de 300 que integran las planta de HSM en la escuela. Era evidente que se trataba de un sindicato que puso a su Secretario General al frente de la mesa utilizando al movimiento estudiantil como punta de lanza para negociar con la fuerza que ellos no tienen por su escaso número. La negociación sindical tiene principios de Ley, y en este caso la ley impide la basificación del personal docente a no ser por medio de los reglamentos bilaterales que en este punto marcan el examen por concurso para el ingreso. Y también la norma que existe en este tema es que los únicos capacitados para firmar los convenios o representar a los trabajadores es el sindicato titular, que es el mayoritario. El INAH está incapacitado para alterar el RAEPCEO sin la intervención del sindicato titular. Con este marco, los colmenos no pudieron obtener nada y su mesa fue un fracaso.

Mesas que pudieron avanzar fueron las de seguridad en la escuela y de elaboración de protocolos de género. Por lo menos fue aceptada la propuesta para su revisión por el INAH sin que por el momento haya sido aprobada. La poca resistencia a las propuestas feministas se debe a que desde la universidad existe un sentimiento de apoyo a este sector. Cuestión que veremos más adelante cambiará por las acciones de algunos de estos grupos que han recurrido a la agresión de la comunidad y por lo tanto al rechazo de muchas de sus acciones.
El pluralismo, intolerancia y ausencia de programa
Uno de los efectos del movimiento de 2018 fue la aparición de nuevos agrupamientos en la comunidad. Si bien el neo zapatismo simpatizante con el Congreso Nacional Indígena, algunos activistas dispersos de grupos como el GAR, o bien los PC de M, el llamado sntampismo que hoy está fuera del SNDTSC al que pertenecieron; eran los que en su momento empujaron y se apoderaron del movimiento, más adelante aparecerán movimientos emergentes que acuerpan puntos de vista distintos y que han terminado en conformar grupos diferentes.

La pluralidad prevalece y la intolerancia de los grupos de la Asamblea ha terminado por reducir su fuerza militante que ya carece de poder de convocatoria. Esta pérdida de poder posibilitó que la alianza con los grupos feministas terminará por volverse en su contra. Bajo el llamado principio separatista las mujeres desbancaron las "dirigencias masculinas" se apoderaron del movimiento y conformaron la Asamblea de Mujeres, o Amena. Estos grupos terminarán dominando la escena en 2019 y en su momento nos referiremos a esta diversidad.

Al final veremos factores que llevaron al fracaso a estos grupos que si bien continúan latentes en la escuela, perdieron el consenso y son ahora vistos con desconfianza. Terminaron en una pelea entre ellos. Sus antiguos aliados de la ajena han sido acusados por la amena de ser acosadores, violadores para dejarlos fuera de combate en la escena política y grupos de mujeres apoderarse del movimiento, como sucedió en 2019.
La emergencia de una comunidad
Aunque la Ajena y la Amena presumen de enormes logros y de que las obras, los presupuestos del INAH fueron "arrancados" por su lucha, como si las demás fuerzas no existiesen. Para nadie es desconocido que terminaron claudicando en sus demandas. A la exigencia de que la Asamblea General fuese el máximo órgano de gobierno, ahora se les ve tratando de poblar las plazas de consejeros técnicos para influir y cambiar muchas veces más allá de las propias atribuciones que el consejo tiene.


Este recurso los hace prolongar sus puestos en el Consejo a pesar de que antaño lo habían desconocido como órgano de gobierno. En época del COVID se les ve queriendo normar toda la vida de la escuela proponiendo normas que una comunidad a la que no consultan quisieran controlar. La estrategia es la misma, votaciones en bloque, acuerdos planchados, invocación de una comunidad a la que ni siquiera consultan y sustituyen. Muchos de ellos no siquiera tendrían derecho a ser consejeros pues o bien no dan clases y representan a maestros o dejaron de ser alumnos pero representan a los alumnos. Una cofradía para votar en bloque frente a una comunidad que desconfía cada vez más de ellos a excepción de las licenciaturas donde aún tienen sus cotos de poder.
La democracia directa respuesta al asambleísmo de segmentos
Un hecho sin precedentes fue la demostración práctica de que el sistema asambleario no es ya una forma de representación de una escuela si no reúne al menos al 60% de una comunidad. 350 asambleístas no pueden ir contra más de 1400 alumnos 450 profesores y 70 trabajadores (1,920 aprox.) sin un mecanismo de consulta amplio no son ninguna democracia directa. Además de que en sus mejores momentos tenían una oposición de más de 100 estudiantes en la misma asamblea lo que representa que el 11.5% es la décima parte de una comunidad. Por ello, cuando una mayoría pedía la reapertura y el reinicio de clases, que el 10% decidiera continuar con un paro no votado por la mayoría comenzó a desbancar a la asamblea en septiembre de 2018. Los 200 paristas, que si bien son muchos, no podían decidir por todos.

Como la asamblea dejó de ser el mecanismo de decisión, la asamblea se descentralizó en las asambleas de especialidad y sector, que comenzaron a representar más que la propia asamblea la voluntad general. En la Asamblea se concentraron la ajena, la amena, la colmena y los canutos. Y en el exterior de la asamblea una mayoría activa, desorganizada en un principio comenzó a empujar por la voluntad general: Paro activo, reapertura, pliego petitorio y solución a las demandas. La huelga de 2018 terminó polarizando a estas fuerzas y fracturando a la comunidad. A la larga resultó que el Consejo Técnico tan detestado por la Asamblea "General" terminó siendo más representativa que la asamblea misma.