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sábado, 8 de enero de 2022

Y sin embargo se mueve... La Resiliencia de la Escuela Nacional de Antropología e Historia.

Y sin embargo se mueve... La Resiliencia de la Escuela Nacional de Antropología e Historia.

A pesar de los conflictos y los problemas al seno de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, las estructuras funcionales de la Escuela como institución han mostrado una profunda resiliencia  que no le han impedido trabajar a pesar de los problemas presupuestarios, de grupos de presión al interior, la parálisis de la pandemia y la respuesta en el uso de las tecnologías de comunicación. Desde 2019 la Escuela no ha dejado de dar clases por todas estas circunstancias y no ha dejado de funcionar como institución.

¿Cuál ha sido la columna vertebral del funcionamiento en resistencia?

Trabajo en los grupos académicos y clases semanas tras semana, funcionamiento de las académicas de profesores de cada una de las 7 licenciaturas y de sus 8 posgrados. Investigación, docencia, difusión en la creación de cuadros en defensa del patrimonio cultural mexicano en los órdenes científico, técnico pero también en la divulgación. En efecto, los problemas administrativos no han cesado en buena medida porque su administración depende de las autoridades superiores del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Aunque la parte visible de los problemas de la ENAH aparecen en las movilizaciones que le gusta a la prensa a cubrir. La prensa no atina a encontrar la ENAH profunda, por usar las palabras de Bonfil Batalla, que es la que exactamente no se ve y que es la que enfrenta los problemas reales, laborales, presupuestarios, académicos y científicos.

Desde 2018 se montaron grupúsculos en las movilizaciones siguiendo sus propios intereses que no son exactamente los de la comunidad de la escuela. Es curioso que grupos de 20 o 30 estudiantes pretendan sustituir las luchas de todos los miembros de la comunidad. Las movilizaciones que se dispararon el 2 de enero se producen por el temor al cese de decenas de eventuales en la ENAH. Lo curioso es que en  las movilizaciones visibles para la prensa, no estuvieron sino portavoces de ellos. Si bien en redes se volcaron los principales sindicatos a hacer la defensa de quienes curiosamente no pertenecen a ninguno, los estudiantes de los grupos en torno a la Asamblea General de la ENAH trataron de suplirlos y si bien se agradece la lucha de donde venga, los estudiantes no son los afectados y en la mayoría de los casos desconocen la problemática laboral interna, por lo que muchos de los comentarios son exagerados, desatinados o falsos. Por ejemplo: que se paralizaron los actividades de la escuela, que la escuela se está cayendo estructuralmente, que no ha sido resuelto el conflicto de los contratos.
La solución al conflicto generado por la circular que decía que no se presentaran a trabajar en enero hasta que les ratificarán el contrato se encontró en las propias negociaciones de los afectados con el apoyo de las organizaciones sindicales, pero negociaciones y gestiones realizados por ellos mismos. El 6 de enero se reunió el Director del INAH con los afectados y se llegaron a acuerdos, de los que la prensa por su inercia sólo en algunos medios dio cuenta.
Los grupos de la llamada "Asamblea General de la ENAH" o AGENAH no son ni la asamblea general de la escuela ni agrupa o representa a la multitud de actores que están en la misma. Llamarse así Asamblea General es un fraude que se vende a los medios cuando en realidad ellos son unos cuantos grupos políticos como el GAR en la ENAH, el SINTSC (sindicato muy minoritario) que se conoce en la ENAH como la Coalición, un grupúsculo de profesores de TC sin incidencia real en el resto y lo que queda de los grupos feministas radicales de 2019. Isaias Mendoza se dijo representante de alumnos maestros y trabajadores "del INAH" cuando la Coalición no pasa de dos decenas de maestros en la ENAH  y que existen otras agrupaciones sindicales como el SNDTSC que representan a la mayoría de los trabajadores no sólo del INAH sino de la Secretaría de Cultura.
Paralelamente se han venido renovando las jefaturas de carrera de las licenciaturas, a pesar de la pandemia y todo el Consejo Académico de la Escuela en el que a excepción de los trabajadores administrativos, todos están representados. Sólo el Consejo Técnico que debe tener más de 20 representantes se encuentra cooptado por estas organizaciones con no más de 6 representantes y que se niegan a renovarlo.
La lucha interna por la realización de la gran reforma que requiere la ENAH es la disputa de los grupos de la AGENAH que funcionan como outsiders del funcionamiento vs. la estructura funcional de la escuela donde se encuentran todas las instancias que están operando académica y administrativamente la escuela. Los estudiantes no están agrupados en la AGENAH, operan más desde las propias carreras en las que cotidianamente asisten a clases.
La última asamblea del 7 de enero fue la clara muestra de dónde se encuentra realmente la escuela. Mientras se resolvió la amenaza de despido o no renovación y se sentó la negociación de las autoridades para dar una regularización administrativa y avanzar en un proyecto académico. La AGENAH y sus integrantes vandalizaban el ángel de la independencia poniendo en entredicho a una escuela que enseña la preservación y la defensa del patrimonio cultural como su función sustantiva. Fantasean con una huelga general de la que no tienen capacidad de llevar a cabo y hablan de agrupar a las organizaciones de cultura en una actitud un tanto megalómana, fuera totalmente de la realidad.
El Congreso Reconstituyente de la ENAH no debe ser un evento de convocatoria para los que quieran acudir, se debe fraguar de manera representativa en lo que ha sido la columna vertebral de la resiliencia y la operación académica de la ENAH, los sectores que agrupa el consejo académico y que debiera presionar por la renovación del consejo técnico secuestrado hoy por los integrantes de la AGENAH que a pesar de haber concluido su periodo se eternizan en el consejo para imponer sus decisiones, impidiendo el juego democrático, la alternancia en la elección de cargos y las elecciones.
Desde las instancias hasta la AGENAH estaría representada, claro con su peso específico