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martes, 27 de noviembre de 2018

La suspiración por los liderazgos del pasado...

Los dioses nos hablan.

El profesor Ovalle suspira por los Liderazgos del pasado y menosprecia el trabajo actual.
Desde hace muchos años no se generan liderazgos fuertes que puedan sacar a nuestra Escuela de la inanición en la que se encuentra. Desde sus orígenes hasta principios de los años 1990, la ENAH se caracterizó por contar con profesores-investigadores y egresados de gran estatura intelectual, que debatían los problemas nacionales y ensayaban propuestas teóricas logrando trascender nuestra institución y posicionarse a nivel nacional. Sin embargo, en los últimos años, hemos sido testigos de la diversificación, especialización y atomización de nuestras disciplinas, que abandonaron el principio básico de la práctica antropológica: su carácter integrador:
…de ser la única escuela, la ENAH ha pasado a ser una más, pero hasta ahora la más populosa y la más importante. Sin embargo, como foro de discusión académica ha pasado a segundo plano, pues ya no es donde se discuten los paradigmas teóricos o las corrientes y escuelas antropológicas, sino que discutimos el uso de un paradigma en distintos casos, pero no las peculiaridades y validez de dicho paradigma (Nolasco 1999:23).
Vamos a la Licenciatura en la que estudió el camarada Ovalle, Antropología Social. ¿Quiénes son los líderes débiles que ya no son los fuertes del pasado? Rolando González, Consuelo Sánchez, Gastón Martínez, Francisco Amezcua, Hilario Topete, Mario Mancilla, Manola Sepúlveda y su amigo y protector Miguel Ángel Adame. Todos ellos lo formaron y para él ¿todos ellos abandonaron el principio básico de la práctica antropológica? No me toca a mi responder por ellos, aunque aprecio a muchos de ellos. Lo que si, me parece que escupe al cielo, pues él fue formado por esos profesores y por lo visto no le guarda ningún respeto a lo que le enseñaron. Puede ser, rebelarse a lo que te enseñaron, pero a cambio de presentar algo mejor y veo que el profesor no ofrece nada mejor, simplemente se dedica a chambear.

Me toca si defender lo que hace mi licenciatura. A mis compañeros. No obstante que puedan haber diferencias, la historia que hace la ENAH es para mi una historia de vanguardia y por lo tanto, sistemáticamente no tendrá visibilidad porque al poder no le gusta mucho lo que hacemos. ¿Quienes somos? Una de las pocas escuelas de la República que elaboramos una historia social, no positivista y que le entramos a temas de vanguardia como la historia del tiempo presente. Y no sólo, un ala de nuestra carrera alimentó la revista más importante de la posmodernidad, Historia y Grafía que es hoy la revista más importante de esta corriente en México. Somos una especie de Nanterre, que parece más a una escuela provincial. Frente a la Antropología que tiene en la ENAH 80 años, historia cumplirá apenas 40 años en 2020. Hemos crecido a un posgrado internacional y alimentamos otro posgrado de ciencias antropológicas. Sin los apoyos de universidades más grandes, la ENAH está presente en muchos foros como Historia a Debate o el Congreso Internacional de Americanistas. La historia nos juzgará.

Hoy los estudiantes de historia son uno de los sectores más críticos e inteligentes de la ENAH. Tienen presencia en los encuentros de estudiantes más antiguos de México y son apreciados en el resto de las universidades. Hacemos lo que podemos, pero lo hacemos con mucha convicción.

En el terreno de la docencia, los profesores que egresan de la ENAH, en general, son muy buenos profesores. Tienen una visión distinta y no sólo enseñan acontecimientos. Hoy pueblan la educación media básica y superior, e incluso la superior compitiendo con universidades más grandes.

Sin converger con la ideología de algunos compañeros, es de reconocer que ellos si se han pronunciado en los grandes problemas nacionales. Hemos intervenido en los distintos momentos, de lo único que se nos puede acusar es no ser Rock Star. Y si es es nuestro pecado, le preguntamos a Ovalle ¿Qué ha hecho él para hacerlo? Algunos de nosotros han tenido premios.

Finalmente deberíamos explorar terrenos como la difusión y la divulgación de la Historia, en estos terrenos tenemos egresados que realizan cosas importantes. Hay egresados de la generación de Ovalle, que ellos si ganaron concursos de oposición en el INAH y allí se lo dejo. Y no es uno o dos, somos más de una decena.
El deterioro académico de la Escuela fue percibido, desde la década 1990, por investigadores como José Luis Lorenzo, profesor emérito del INAH, que en aquel entonces contaba con 50 años de experiencia:
En la ENAH sobrevive un profesorado mal preparado, muchas veces sin título de Licenciatura, sostenido por grupos de “autoapapacho”… Lo que debería hacer es cerrar sus puertas, titular a quienes estudian actualmente y reestructurarse… existen fósiles que llevan 18 años haciendo una tesis y, aun sin título, ostentan altos cargos en el INAH (Gámez 1995).
Han transcurrido 30 años desde esa realidad que pinta José Luis Lorenzo. ¿Cuántos profesores de Historia no tienen ni Licenciatura? Le respondo de los 8 profesores 4 son doctores y 4 maestros. Tres de estos maestros a punto de doctorarse. ¿Qué grado tiene el profesor Ovalle? Que este profe recuente la situación de la disciplina que estudió.
Mier (1999:38) atribuye la degradación académica al dominio de la más estéril burocracia:
Nunca la Escuela Nacional de Antropología e Historia había enfrentado como ahora el asedio, la violencia y una degradación tan capilar, tan imperceptible, inscritas en las estructuras íntimas de nuestra vida cotidiana. El vasto aparato burocrático de control impregna todos los niveles del trabajo intelectual. Los CONACYT, SIN, ANUIES y demás han sofocado y quizá devastado irreversiblemente la vida académica en las escuelas de educación superior y seguirán haciéndolo.
Poco hicieron las sucesivas autoridades de la Escuela que se limitaron a “administrar” el desorden institucional interno. Prefirieron concentrarse en resolver los problemas en forma aislada en lugar de enfrentarlos con un proyecto académico integral
.
Raymundo Mier, entrañable y buen profesor en la UAM. Nos dice esto en 1999, parafraseado por nuestro bloguero. 1999 es la dirección de mi estimado colega Alejandro Pinet. Cuando Raymundo habla de toda esa burocracia y del Sistema Nacional de Investigadores no habla sólo de la ENAH. Preferiría comentar esto en un foro con personas más enteradas y desde luego, esta discusión que es vieja, podría ser abordada de nuevo. Habrá tiempo en el Congreso de transformación, allí nos vemos si es un evento con la pluralidad existente.

La historia que se nos construye y las miradas.

Percepciones distintas de tradiciones distintas

La historia se construye desde distintas miradas con distintas perspectivas. No referiré la historia que no viví y que he escuchado de las generaciones anteriores de profesores. LA ENAH como la escuela de Antropología que venía del museo y que se asentó en Cuicuilco. Mi arribo a la ENAH ocurrió desde 1985 y aunque Miguel Ángel Adame diga que tiene un par de años más, unos cuatro para ser precisos, no creo que tenga ninguna ventaja, sólo una mirada distinta. Su pupilo escribe en la historia que nos ocupa:
La comunidad de la ENAH ejerció la elección democrática de su director en 1973, 1974, 1979 y 1981. En la elección del último año, hubo una postulación única: la de Gilberto López y Rivas. Durante su gestión se registraron avances académicos y políticos importantes:
"Creación de los consejos Académico y Administrativo; desarrollo de la División de Estudios Superiores; creación de un programa de licenciatura de enseñanza abierta para los grupos étnicos del estado de Oaxaca; reglamentación general de la Escuela; establecimiento de un curso propedéutico para el ingreso; transformación de la dirección en un órgano colectivo; apoyo para la obtención de la recategorización de los trabajadores técnicos, administrativos y manuales; apoyo a la organización de una guardería para trabajadores, estudiantes y profesores" (López y Rivas 1985).
Yo no llegué a la ENAH en 1981 y por lo tanto no viví la elección de Gilberto López y Rivas en la Dirección de la ENAH. Puede observar en cambio el el funcionamiento de la "ENAH Oaxaca", viví el funcionamiento de esa reglamentación y cuando llegué la Guardería de la ENAH ya estaba. También cursé ese propedeutico de 3 meses.

Ciertamente se requiere un balance de esos "logros". El programa de Oaxaca cerró no por una voluntad política maquiavélica, sino porque el programa mismo no daba más. Había ciertamente gran deserción en el mismo, cosa que en los 80 fue un signo de la ENAH. Mi grupo de historia tenía más de 100 estudiantes, de los cuáles concluimos no más de 20. El primer semestre habían desertado poco más del 50 %. La intervención del sindicato, lo que era la D-III-24 si era muy visible.
En esta época se acostumbraba que todos los grupos de alumnos y todos los profesores se reunieran en las Asambleas de Licenciaturas para tratar los asuntos propios de su especialidad y en esta administración se llevó a cabo un informe público que pudo ser replicado (Miguel Adame, comunicación personal).
Además, la ENAH se mantuvo activa en la discusión de los grandes problemas nacionales y de América Latina a través de proyectos de investigación y diversas tesis, muchas de ellas reconocidas con premios nacionales y publicación. Los vínculos con los procesos revolucionarios de Centroamérica, en particular con la Revolución Sandinista fueron estrechos.
No obstante, al final de este mandato se percibía el desgaste político-académico de la institución:
En los años recientes, la ENAH ha vivido una experiencia excepcionalmente compleja con algunos avances en varios sentidos pero también con muy serias limitaciones, que en la actualidad, por efecto de la crisis económica, tienden a exacerbarse. Entre las más urgentes se localizan desde luego el nivel académico desigual; las dificultades para enriquecer y actualizar planes y programas de estudio; un presupuesto insuficiente para las tareas que hay que afrontar; lo reducido de la planta docente de tiempo completo; la desarticulación e ineficiencia de algunos servicios y la ausencia de incentivos y apoyo para los trabajadores (Volante del Colectivo Opción Interna (COI-ENAH), mayo de 1985).
Adentrados en los 80 yo visité la ENAH en un plano militante. Por lo menos lo que me encontré no era de una gran claridad. maoístas, miembros del Partido Comunista, algunos ex miembros de la revista Estrategia y pegas de grupos como el Consejo Nacional de Estudiantes que era una de las organizaciones que hoy conocemos como el Yunque. Un tremendo sectarismo y fragmentación. Mucha actividad ciertamente, maoístas que citaban a Mao, sin entender que era precisamente su propuesta de la Nueva Democracia. Una de las constantes de la ENAH es la existencia de personas muy brillantes, que son una minoría y una buena porción de personas que se ubican en el "Yo creo".
La desvinculación orgánica con el INAH era clara y se concretizaba en la entrega de un raquítico presupuesto que impedía cubrir plenamente las tareas sustantivas de la Escuela.
En el periodo que me tocó vivir había movilizaciones por el presupuesto. Recuerdo cuando acudimos al llamado de la Dirección de Manuel Gándara para pelear porque el INAH nos había dejado en el gasto ineludible. Es decir sólo salarios y escobas, retirándonos el presupuesto para proyectos. Cierto que la relación de dependencia del INAH ha impedido funcionar a la escuela como lo que es una Institución de Enseñanza Superior. Aquí concurren intereses, por ejemplo a la D-II-IA-1 que era la delegación sindical del SNTE que agrupaba a los investigadores tenía una gran oposición a la autonomía de la ENAH. Pocos hemos defendido el estatuto de la Escuela como Institución de enseñanza, que no puede manejarse como una oficina del INAH. Hoy, algunos que proclaman la "autonomía" en el pasado han sido los más férreos opositores a la misma. No tan lejos de los que hoy hacen bloque con los compañeros que nos ocupa criticar.
A estas alturas es evidente que no se consolida una corriente marxista de antropología, la cual habría de orientarse al estudio de las formaciones socioeconómicas (Medina y García 1983:22). Además, se desalentó la incorporación y manejo de otras posiciones teóricas como el funcionalismo, al que se evidenció su carácter ideológico como “instrumento del colonialismo”.
Como he referido, el marxismo de la ENAH es algo raro. Descartando a los que no leen a Marx y se lo inventan, mal crónico de muchos; los que lo retoman son una mezcla confusa entre estructuralismo, corrientes sociológicas y propensión positiva a construir una ciencia social tan ideológica como lo que pretenden combatir. En este mar de interferencias y ruido cabe de todo. No es fortuito que la ENAH apoye todo tipo de luchas y combata todo tipo de fantasmas ideológicos. Una parte de su problema es una incapacidad crítica a la hora de los grandes cambios. 
Las disputas políticas internas, la infiltración policiaca, los ataques personales, las intrigas de grupo, la proliferación de grupos de poder en las Licenciaturas y otras áreas de la Escuela, la incapacidad de los comités y organizaciones de profesores y estudiantes para formar nuevos activistas y militantes, antropólogos e historiadores críticos, aunado a la indiferencia de las nuevas generaciones al proceso histórico interno en los 1980, socavaron el impulso autogestivo de esos años.
Los buenos y los malos, como la canción de La Muralla. Comités y organizaciones de profesores como ángeles y los grupos de poder en las Licenciaturas como demonios. Una construcción mecánica propia del maniqueísmo de la ENAH. Es curioso porque esos "grupos de poder" son los mismos actores que los comités y organizaciones de profesores que se mencionan. En el pasado de la ENAH no pueden desligarse grupos como el MRP o el PCM de los comités donde concurren profesores y estudiantes. Esos grupos siguen pre existiendo en la ENAH. La "indiferencia" de las nuevas generaciones, los tiempos pasados siempre "mejores". El impulso autogestivo idílico de esos años, cuando no se refieren y se hace un balance de porqué ese impulso colapsó. Los asegunes de elegir una planta de profesores por los alumnos cuando muchos de ellos se agarraron profesores clientela que daban todo tipo de materias y pasaban a todos. Ovalle nunca referirá la erosión de grupos políticos estudiantiles y de profesores que terminaron en las altas esferas de funcionariato del INAH. Ayudados por una dialéctica de grupos políticos, sindicales, académicos y estudiantiles. La ENAH jamás se entenderá sin tener en claro esa dialéctica. Prueba sin duda que el análisis de redes de lealtades e intercambio de favores, no es una de las fuertes en el análisis de Víctor Ovalle. Persistir en separar demonios y ángeles, le impide dar cuenta de la complejidad humana en el INAH.
Aun se habrían de llevar a cabo 2 elecciones democráticas de director (por voto directo en 1985, en la que obtuvo el triunfo Manuel Gándara y 1989, que favoreció a Gloria Artís Mercadet) en las que aflorarían los enconos, la fragmentación en marcha y la descomposición académica interna.
Dos administraciones que si me tocó vivir. Al Dr. Manuel Gándara no lo dejaron, no obstante que siempre he admirado su esfuerzo por cambiar las cosas. Los mismos que lo encumbraron, fueron los mismos que obstaculizaron su camino. Una periodo de confrontación con el INAH que dejó sin presupuesto a la ENAH. Si no tomamos en cuenta este periodo, no entenderemos mucho de los acontecimientos posteriores.

La administración de la  Mtra. Gloria Artís le tocó un periodo difícil de sobreviviencia, ante el crecimiento del salinismo en nuestro país. Una carencia en el análisis de Ovalle, es la visión de las relaciones de poder y la correlación de fuerzas en coyunturas determinadas. He escuchado la epopeya de Víctor, un lado traidor y otro sublime. Pero esa no es la historia, es más bien su construcción literaria. La discusión en la ENAH fue mucho más compleja y los factores que determinaron la aprobación del reglamento de 1993 no se reducen a la traición, sino al tema de la defensa de la ENAH y su preservación. Yo voté contra el reglamento en el Referéndum de 1993, voté en el Consejo a favor de que se realizará ese referéndum y vote por la negociación ante una escuela dividida en peligro de ser golpeada. No nos impusieron el reglamento, nos impusieron el cambio de reglamento. El reglamento de 1993 lo elaboraron las comisiones del Consejo de la ENAH. Debemos entender bien esto, ahora que tenemos la coyuntura de poderlo cambiar. El que Ovalle elabore su epopeya de resistencia frente a la imposición, nos dice que él probablemente fue de los que llamaron a no votar en el referéndum, liquidando la posibilidad de unificar a la escuela en contra del cambio. Una escuela dividida como él históricamente lo propicia, es blanco del poder.

En la siguiente entrega, debatiremos el asunto de la posmodernidad y la incapacidad crítica del pseudo marxismo mecánico para responder con claridad a ese paradigma.

domingo, 18 de noviembre de 2018

La crítica a la crítica del ideólogo de la CP

La narración de ambientes

En su blog, el profesor de Arqueología, antropólogo de profesión nos afirma:
Se ha propagado entre los alumnos la incertidumbre por su vida laboral futura. Esto ha generado apatía, desinterés y falta de compromiso en las nuevas generaciones.Aunque la tradición de la Escuela lo sustenta y la Reglamentación vigente lo establece, se ha abandonado en buena medida el trabajo colegiado, interdisciplinario y multidisciplinario.
 Un vicio constante de los profesores de la ENAH es decirles a los estudiantes que no tendrán trabajo, que la profesión no les dará un sustento digno. Es curioso porque los estudios, al menos para la carrera de Historia lo contradicen. Desde los años 90 del siglo XX, hace casi 3 décadas, el estudio en campo sobre la integración laboral de los historiadores de la ENAH en el terreno laboral era del 70 %, en un reciente estudio al inicio de esta década nos confirma que esa situación no ha cambiado. Un historiador ¿Será un hombre rico? No, ciertamente no. ¿Un historiador de la ENAH se morirá de hambre? No, eso tampoco es cierto. 7 de cada 10 se desempeña en la profesión y depende del desarrollo de cada quién, sólo 3 de 10 no se dedican a la profesión. Gente como ese profesor invade continuamente el campo laboral de la Historia sin ser historiador.

¿Se ha abandonado el trabajo colegiado? Es muy curioso, porque este profesor revela que no esta vinculado con los cuerpos colegiados y académicos de la ENAH. Es cierto para él, pero no para los profesores-investigadores de tiempo completo. Por lo que nos dice, él no desempeña las funciones de investigación en la ENAH.

La investigación se programa en los proyectos individuales que se controlan a través del Sistema Institucional de Proyectos, al que se rinden informes trimestrales. Cada profesor esta obligado a registrar su proyecto individual de investigación y a informar periódicamente sobre el mismo. A diferencia de un profesor de asignatura, los profesores de TC no dan solamente clases, tienen la obligación de tener dos proyectos, el Proyecto individual registrado en el SIP, y el Proyecto de Investigación Formativa, PIF, que es la linea de enseñanza de investigación en la ENAH, en la que también se deben tener resultados.

La evaluación de las actividades de docencia e investigación se realiza bianualmente y determina el proceso de ascenso escalafonario. Los profesores están obligados a evaluarse y a presentar resultados en la investigación, formación académica, publicaciones, docencia y difusión. El tabulador de evaluación es el mismo que un profesor que desea ingresar tiene para medir sus resultados. ¿Cuántos puntos tendrá este profesor en el tabulador del RAEPCEO? Como se ve puede que ni siquiera puede concursar para las plazas de profesor de asignatura que se pueden crear.

Hoy la investigación esta regulada también por el Programa de Desarrollo de Profesores PRODEP, dependiente de la Subsecretaría de Educación Superior (SES de la SEP). Para ingresar a los programas del PRODEP el investigador tiene que trabajar colegiadamente en lo que conocemos como Cuerpos Académico CA. Estos cuerpos obligan a los investigadores a trabajar no solamente de manera colegiada, pues tienen que integrar sus líneas de investigación en grupos de al menos 3 profesores investigadores, organizados en un programa de cuerpo; tienen además que trabajar en coordinación con otros cuerpos académicos con otras universidades del país y del extranjero. Esto es lo que se denominan redes académicas y constituyen el concepto que se denominan Lineas de Gestación del Conocimiento Innovador LGCI que trabajan también sobre la evaluación de resultados.

Los investigadores tienen además dos evaluaciones más. La evaluación de estímulos al desempeño del INAH, y también desde luego, la pertenencia del Sistema Nacional de Investigadores SNI. Programas que favorecen y premian el trabajo colegiado.

Cuando un profesor nos dice que en la ENAH se ha abandonado el trabajo colegiado, la investigación "interdisciplinaria" cuando además lo cierto es que los sistemas de conocimientos avanzan a la transdisciplinariedad, lo que nos revela es que dicho profesor desconoce la estructura y el funcionamiento de la investigación en nuestro país. Habla porque sencillamente él no pertenece, ni ha tenido los requisitos para ingresar en este sistema.

Gobierno de la ENAH y el consumo de drogas en la escuela

Actualmente, los órganos de gobierno: el Consejo Técnico y el Consejo Académico, raramente discuten los problemas apremiantes y cuando lo hacen no llegan a soluciones de fondo o toman decisiones previamente acordadas por las autoridades en turno. Es el caso de las medidas que se han promovido recientemente para intentar inhibir el creciente consumo de drogas y alcohol en la Escuela: credencialización, registro de ingreso, torniquetes y cámaras de vigilancia[4], que han generado inconformidad y suspicacia en la comunidad al no implementar foros, consultas o reuniones de trabajo que promuevan el consenso. [Ovalle, 2018]
Son dos problemas diferentes. Es cierto que existe una crisis en la actual administración de representación por parte de un sector importante en la ENAH. Los investigadores de la misma. Este desgaste no existía en la pasada administración y tampoco, con todos sus bemoles, en la administración de Alejandro Villalobos. La manera como se reduce la  historia de las últimas administraciones de la ENAH es notable. Borra todo, cuando han habido reformas importantes como el dictamen de tesis y el fin del lector secreto, el cambio de calendario escolar, la aprobación del reglamento de posgrado, como el inicio de los protocolos contra el acoso y la violencia. ¿Raramente se discuten los problemas apremiantes? Nuestro profesor, consejero por HSM en alguno de estos consejos no ha promovido alguna reforma, medidas sobre los problemas que señala. Ha sido, eso sí representante laboral en un cuerpo colegiado y por lo tanto se ha opuesto a gran parte de las medidas de las administraciones en turno. Ellos diseñaron un reglamento a modo para pretender controlar ellos, el ingreso de los HSM sin criterios académicos y se la ha pasado agrediendo a los profesores de TC. Este profesor es de los autores en los pasillos de la versión de los "caciques de las academias", de que "los hora semana mes sostienen docencia e investigación de la ENAH", que todo se cae, porque su pretensión es que profesores como él, sean los salvadores de la escuela.

El desorden y la falta de respuesta de consejos, en los que él ha formado parte y por lo tanto de los que es corresponsable, es también su culpa. El creciente consumo de drogas, que no es un problema exclusivo de la ENAH, como lo muestran las noticias nacionales recientes sobre la UNAM y otras universidades, es un problema difícil ciertamente de resolver pues implica una visión holística en las acciones entre las que están desde luego el control de los accesos a personas ajenas a la institución, vigilancia -incluyendo cámaras de seguridad- así como aplicación de sanciones, intervención policíaca y programas de prevención a las adiciones, prohibición del consumo recreativo de drogas y alcohol; sin activar el rechazo de la comunidad  y una cultura en contra de estas prácticas, sin criminalizar, pero siendo firmes en que la escuela no, sería imposible tratar de reducir el consumo, para liberar a la escuela de tal práctica. Su coartada es que la autoridad tiene la culpa y ellos, que se nutren del apoyo de los adictos, no.

Y holístico quiere decir también que esto no puede ser sin las medidas nacionales que se están tomando para pacificar al país. Uno de los problemas de que los alumnos compren mariguana u otras drogas y las consuman en la escuela, es que han permitido la introducción de narcomenudistas que amenazan a las autoridades y que han llevado a este todo este espectro de violencia, donde no sólo es el acoso sexual, la violencia sexual (que no es lo mismo), sino también el desorden de convertir la escuela en un antro y picadero de drogas. Es muy fácil echar a las autoridades toda la responsabilidad y luego sentirse afectado por soluciones policíacas. Es decir, por una parte les decimos repriman el consumo y por otra parte los acusamos de represores a las autoridades por poner cámaras, que la verdad, jamás he visto más allá de los acervos reservados de la escuela. 

Es una falsa coartada decir que la violencia se presenta no sólo en los enormes espacios de adicción de la ENAH a la vista de todos. Desde luego la violencia contra la mujer existe en todos los espacios de México, pero es ineludible que los casos que se han presentado están relacionados con el desorden de El PIno, en el que también se ve acudir a algunas de estas compañeras.

La visión del SINTISEC en la ENAH

El resultado es que estas instancias de gobierno y las medidas que de ellas se derivan carecen de legitimidad entre los sectores. Otro caso emblemático es la problemática de los profesores de Asignatura, que fue turnada a una comisión del Consejo Técnico en la que las autoridades y la representación de los Tiempos-completos se negaron a discutir el documento[5] presentado por la Coalición de Profesores de Asignatura y Asistentes de Investigación del INAH, quien promueve que los criterios para la selección de la Planta de Maestros sea uniforme y transparente.
[Ovalle, 2018]
Desde luego. La pretensión es que un pequeño sindicato, el SNITISEC controle la contratación de la planta de profesores por encima de los que tienen estas facultades. Es decir, para hablar con pocas palabras. Ellos señalan a la mafia de profesores de TC, por su atribución de hacer la selección y el registro de los maestros (Artículo 26 fracc.VII del RGAENAH y el 24 fracc. XI del RLENAH) y proponen que sean ellos, los que controlen la admisión de profesores en las plantas, es decir proponen ser juez y parte. Ni siquiera representan la totalidad de los profesores HSM y ellos quieren imponer la contratación para que sea "uniforme" y "transparente".

La admisión de profesores es un asunto laboral, jurídico, académico y normativo.

Laboralmente

La relación laboral del INAH con sus trabajadores presenta muchas dificultades. En primer lugar de las tres delegaciones sindicales de la sección IX y XI del SNTE (D-III-24, D-II-IA-1 y D-II-IA-2) se dispersaron varios sindicatos. El mayoritario con más de 6 mil trabajadores es el SNDTSC que contiene en sus seno a todos los "gremios" de trabajadores. El  Sindicato Nacional de Profesores de Investigación Científica y Docencia del INAH (SNPICDINAH) que agrupo a poco más de 400 profesores de investigación de la antigua D-II-IA-1; el Sindicato Nacional de Arquitectos Conservadores del Patrimonio cultural de la Secretaría de Cultura-INAH (SNACPCSCINAH) que agrupa a cerca de 300 arquitectos a nivel nacional, el SNTSC (Antiguo SNTINAH) y finalmente el SINITSEC que agrupa a  cerca de 300 trabajadores del INBAL y una pequeña porción de lo que se han dado en llamar la coalición de sindicatos del INAH que no rebasan 50 trabajadores.

Marco jurídico de la relación laboral

Cuando en una misma dependencia de gobierno existen varios sindicatos como es en el caso del INAH y la SECULTURA, operan dos normas que han modificado los lineamientos de la Ley Federal de Trabajadores al Servicio del Estado LFTSE. Por una parte de la suscripción del artículo 87 de la Organización Nacional del Trabajo OIT, garantiza la libertad de asociación en una o varias organizaciones sindicales. Por esa razón al menos en la ENAH concurren 3 de las 12 existentes en SECULTURA (SNDTSC, SNPIDINAH y el SINITSEC). Anteriormente la existencia de una organización mayoritaria cancelaba las minoritarias. Es decir en el ordenamiento jurídico de la LFTSE solo tendría que existir el SNDTSC por ser el mayoritario. Las jurisprudencias de la corte determinan que se debe respetar este acuerdo internacional y por lo tanto este es el sustento jurídico de la existencia de varias organizaciones.

En la corte ha permanecido el principio de la titularidad de las relaciones laborales para la organización mayoritaria de trabajadores, es decir aquella organización por la que se han definido la mayoría de los trabajadores asalariados de una empresa o dependencia de gobierno. Eso refuerza dos cuestiones. Por una parte la negociación colectiva y el interés colectivo que no puede ser determinada por negociaciones parciales a modo elaboradas por organizaciones sindicales que en muchos casos son manipuladas por el patrón o las autoridades. Y por otra parte establece que los convenios elaborados y suscritos de manera bilateral por la organización sindical y la autoridad tienen plena vigencia sobre los acuerdos de grupos minoritarios o individuos, dando fuerza a lo que conocemos como las Condiciones Generales de Trabajo en el sector público.

En este tenor, la organización mayoritaria, el SNDTSC se ha opuesto a la modificación de las CGT y también a los reglamentos derivados de las mismas. Situación que sin acordarlo avaló el SNPICDINAH al solicitar que no se modificaran los reglamentos y normas de las CGT. En este mismos sentido, una organización como el SINITSEC (Coalición de Profesores de la ENAH), no puede en negociación separada acordar la modificación de las CGT y tampoco el Reglamento de Admisión, Escalafón para la Promoción y Concursos por Examen de Oposición del INAH RAEPCEO. que rige tanto las plazas, las normas de admisión y cambio escalafonario del INAH.

La pretensión en la pasada mesa de Dignificación del Trabajo de los profesores de HSM impuesta por la Asamblea General de la ENAH pretendió presionar para acordar una admisión en automático, por "antigüedad" y una basificación de los profesores HSM. El Secretario General de la Coalición apareció presidiendo una de las mesas del sector estudiantil 1. Legalmente, cualquier acuerdo en el sentido de otorgar admisiones en automático viola las normas establecidas en el RAEPCEO y la bilateralidad del mismo. Pues es a través de la Subcomisión de Admisión donde se opera de acuerdo a sus normas la admisión de profesores en el INAH.

Se puede decir, que la concepción del SINITSEC acabó en un rotundo fracaso, porque carecen de bases jurídicas para proponer lo que plantean, además de que pretenden violar el principio de Negociación colectiva firmado por nuestro país ante la OIT.

Discusión académica

El RAEPCEO fue acordado bajo bases académicas también. La entrada discriminada de profesores a impartir cursos lesiona y atenta contra el derecho de los alumnos a una educación de calidad. Los principales perjudicados con la propuesta del SINITSEC no serían desde luego la Coalición que pretende beneficiarse, sino los alumnos. Aceptar un profesor que no tuvo otro mecanismos de aceptación que la supervisión de la Academia de Licenciatura permite flexibilidad, pero también riesgo para los mismos alumnos. Un profesor con baja calidad, poca vocación no puede ser detectado más que por la práctica del ensayo-error. Los profesores buenos permanecen, porque los alumnos los evalúan y consideran que están bien. La Academia de Licenciatura o Posgrado, vigila que las características del curriculum vitae de profesor se apegue al perfil académico de la materia y que se imparta el programa con las condiciones mínimas.

Un profesor HSM de asignatura, no necesariamente vive de la ENAH. En general provienen de muchas fuentes. O son profesores de TC de otras universidades o del mismo INAH, son profesionistas de la antropología e historia que se desempeñan en su profesión teniendo como ingreso principal otros trabajos o bien son profesores que laboralmente tienen en la ENAH una importante fuente de ingreso, estos últimos son los que por lo general no son destacados.

El argumento académico para establecer las plazas de asignatura o definitividad en la materia, es que una planta con profesores definitivos permite una mejor estructura de enseñanza, pues obliga al docente a desempeñar otras funciones más allá del eventual. La permanencia, cuando el profesor tiene calidad, es garantía de que el plan curricular se vea reforzado. Pero aún en las universidades, la plaza de asignatura no cubre la totalidad de los docentes y sólo se les otorga a aquellos que la institución evalúa conservar. Por eso la selección por evaluación y exámenes de oposición ha sido un mecanismo que comúnmente se emplea en las universidades.

Si todos los docentes fueran de base, no se les podría admitir indiscriminadamente bajo requisitos básicos como se hace hoy con los HSM. Tendrían que someterse a concurso y a evaluaciones, lo que permitiría exigir formación no sólo profesional, sino también docente. No sería óptimo, pero esto depende también de la capacidad de presupuesto de las instituciones. Yo no conozco una que los contrate a todos. Y sin embargo la desventaja es que deja afuera a aquellos que ejercen la profesión en el terreno laboral, no académico y por lo tanto no podrán insertarse profesores con esa experiencia.

En otros países donde tienen definitividad, no tienen inmovilidad. Los profesores se pueden remover y ser enviados a otras instituciones, de acuerdo a las periódicas supervisiones de los inspectores educativos. Los cambios de profesores permiten la rotación. Las universidades europeas que tienen plantas inmóviles lo que significa que ya no se alimenta de sus egresados, sino en las pocas plazas que se logran y que tienen que competir con egresados de otras universidades del país.

La propuesta del SINTISEC académicamente tiene la desventaja para los alumnos, pues empodera a los profesores de asignatura. Por poner un ejemplo, un profesor malo ya no podrá ser sustituido por la academia bajo la protección de contrato laboral. Esto que sucede, sin duda con los propios TC se multiplicará a los de asignatura. La observación de que es difícil quejarse y remover a un TC ahora se ampliará a muchos más profesores.

Marco normativo actual

La admisión de estos profesores HSM no depende de la Subcomisión de Admisión y Evaluación del INAH, sino de la selección que se hace en las Academias de Licenciatura y los alumnos, que la mayoría de las veces los toman de los que ya han estado impartiendo o bien de los propios estudiantes egresados a los que se les da la oportunidad de ingresar a la docencia. El hecho de que no sea la SAE-INAH quién regule la admisión, es en buena medida porque estas contrataciones son eventuales, es decir por obra y tiempo determinado. De lo contrario, por presupuesto deberían tener plaza definitiva o de base, asignada por la propia Subcomisión de acuerdo a las normas establecidas.

Por las leyes laborales, las únicas organizaciones que pueden admitir los cambios en las normas, son los sindicatos mayoritarios bajo el principio de negociación colectiva. Los sindicatos minoritarios no  pueden por Ley imponer sus negociaciones, si estas afectan las condiciones generales de lo que ya esta establecido por la negociación colectiva.

Es claro que ante la imposibilidad de tener la organización mayoritaria de trabajadores el SINTISEC busca montarse en el sector estudiantil, para sacar raja de lo que no posee en materia de negociación colectiva, un número suficiente y representativo de trabajadores.

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Notas:
1 Lo que cuestiona la independencia de AGENAH, pues se involucra no sólo intereses no estudiantiles que entran en conflicto con los sindicatos del INAH y su situación legal, sino que además evidencia que estos estudiantes responden a intereses que no son de su sector sino de organizaciones ajenas.

¿La escuela que queremos o la escuela que se nos acomoda?

¿La escuela que queremos o la escuela que se nos acomoda?

Un profesor de la Escuela Nacional de Antropología llamado Víctor Manuel Ovalle Hernández afirmó en su blog personal:

En este ensayo, se parte de la premisa que la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) sufre una degradación académica e institucional profunda de cuando menos los últimos 20 años.

Varios hechos así lo indican: incremento en el consumo de alcohol y drogas dentro de las instalaciones; inseguridad interna; denuncias de acoso sexual a compañeras estudiantes; existencia de cacicazgos académicos dentro de las Academias de las Licenciaturas por parte de profesores de Tiempo-completo, que funcionan como espacios de poder, lo que les permite acaparar cursos y privilegios económicos dentro de nuestra Escuela; deterioro laboral de los profesores de Asignatura y del personal contratado por honorarios, bajo el régimen de proyectos específicos, por salarios compactados y apoyo a confianza;inexistencia de un programa para formar e incorporar a los profesores adjuntos; represión interna, intolerancia, menosprecio e indiferencia al pensamiento crítico por parte de quienes sustentan algún cargo académico y administrativo; relajamiento e indisciplina interna en muchos de los cursos, tanto por parte de profesores como de alumnos; fallas recurrentes en el sistema de cómputo de servicios escolares que retrasan los trámites continuamente; desconocimiento de equivalencias en las materias de Licenciaturas diferentes, desalentando con ello el acercamiento multidisciplinario; cancelación de viáticos para salidas de campo; acervo insuficiente en la biblioteca; deterioro del mobiliario, aun cuando la administración del Dr. José Luis Vera anunció adquisiciones que resultaron insuficientes para cubrir todas las áreas o no se destinaron adecuadamente y la de la Maestra Julieta Valle promovió remodelaciones como la de los baños del edificio anexo; inexistencia de un diagnóstico sobre las carencias que presentan los alumnos de nuevo ingreso, ausencia de vínculos académicos con otras universidades y centros de investigación, pero también, desvinculación laboral de nuestra Escuela con el INAH; retraso en las entregas presupuestales para cubrir los proyectos de investigación, programas administrativos, mejoras en infraestructura y salarios de profesores de Asignatura en tiempo y forma por parte del INAH, la SEP y la Secretaría de Hacienda y quizá lo más relevante: ausencia de fundamentos éticos explícitos y de un Programa Educativo Integral que incluya opciones académicas, culturales, recreativas y deportivas para los estudiantes, que ha desembocado en la desaparición de espacios de intercambio como torneos deportivos, cursos de baile, danza, teatro, defensa personal, topadas, que no obtuvieron el respaldo de la institución.[http://victorovallehernandez.blogspot.com/2018/11/la-enah-que-tenemos-la-enah-que-queremos.html]
 Ciertamente la ENAH vive deterioro, que es necesario atender aún cuando la exageración de este profesor distorsiona en  mucho la realidad. No hablamos el mismo lenguaje y sin embargo tenemos preocupaciones similares, aunque la exageración no deja de tener un sesgo particular hacia el lugar de donde habla este profesor.

  1. Es cierto que en los últimos años el consumo de drogas y alcohol en la ENAH ha llegado a niveles alarmantes. No por criminalizar a los consumidores, sino por el hecho contundente de que una escuela no se puede permitir la perversión de tener un currículo oculto en el que se enseñe no sólo antropología o historia sino adicciones al alcohol y a las drogas. Es muy importante señalar que este punto ha arrojado una actitud de falta de respeto por la institución y desde luego un innegable espacio de violencia, acoso sexual, robos y otros delitos que se producen en ese ambiente. Es urgente que en la escuela se pare ya las fiestas de jóvenes que todos los días se realizan en dos sitios de la ENAH. El comedor, conocido como McENAH y la parte trasera del edificio principal conocido como El Pino. La afirmación de este maestro es tibia, porque se debería exigir la aplicación de las normas de prohibición del consumo de bebidas embriagantes y drogas en las instalaciones escolares. Señalar esto como deterioro del ambiente, pero sin decir que la solución es impedir de una vez por todas esta situación, es no querer encarar el problema e invocar la responsabilidad sólo a las autoridades escolares, sin ver que la comunidad también ha sido incapaz de frenar esta dinámica de descomposición, en mi perspectiva es evadir el problema. Sería altamente impopular que nos armemos de valor y se declarara que debe prohibirse de una vez por todas que los alumnos se droguen y tomen en las instalaciones, tomando medidas de hacer respetar los reglamentos, con las sanciones incluidas, tal como acontece en otras universidades del país.
  2. El señor Ovalle se ha inventado el asunto de los "cacicazgos" académicos. Pretende, junto a su pequeña organización sindical, la llamada "Coalición de Profesores" hoy perteneciente al SINITSEC1 que les asignen a ellos las plazas de profesores sin examen de oposición y sólo por la presión política que vienen ejerciendo desde dos frentes; montándose en la reciente huelga estudiantil de la ENAH y mediante un minoritario frente llamado "26 de julio", en el que se auto proclaman investigadores no reconocidos del INAH. Este profesor es una muestra del botón de la Coalición de profesores HSM. Nos dice que él era estudiante de 7° semestre en 1993. Hagamos cuentas. Entre 1994 y 1995 debió haberse titulado y después de ello, han transcurrido 23 años en los que él no tiene más que una licenciatura y no ha podido ingresar al INAH, o a ninguna universidad por concurso de oposición. Y es claro, en 23 años este profesor no ha obtenido ningún posgrado, no ha escrito un libro relevante, y sus artículos se cuentan con los dedos de las manos. Unos son los compendios algún profesor de TC, su amigo y protector, algún boletín y el resto, escritura en su Blog. Se opone en los hechos a las atribuciones del artículo 26 del Reglamento General Académico, particularmente a su fracción VI. Califica de caciques a quienes concursaron su plaza por concurso de oposición en el INAH y que han logrado maestrías y doctorados, libros, decenas de artículos, sólo por el hecho de que tienen como función y facultad "Hacer la selección y registro de los maestros que impartirán los cursos en cada periodo lectivo". En 23 años de antropología, este profesor se ha tardado en comparación de alumnos que egresaron a la carrera, que son mucho más jóvenes que él o de su edad y estos últimos lograron ya ganar su plaza de tiempo completo. Su resentimiento lo hace elaborar tenebras e inventarse que las academias acaparan el poder, los cursos que él quisiera dar y los pinta como los malos de la película. Dice por ejemplo que no existe un programa para formar profesores adjuntos. Cuando el reglamento lo permite bajo la óptica de formación docente por lo  que incorporar ex alumnos como lo especifica el artículo 107 del Reglamento para las Licenciaturas de la ENAH. Si la escuela no incorporara a sus egresados, ¿Por qué el ex alumno Ovalle está dando clases, aún después de 23 años de haber egresado sin concurso? Curioso porque el este ex alumno lleva muchos años sin hacer nada, más que impartir los cursos donde le dan oportunidad, sin que él tenga más preparación que la de licenciatura. Imparte, en Historia, en Arqueología, en social, donde puede. Cuando decenas de estudiantes egresados han entrado a posgrados. Y algunos han ganado plazas no sólo en el INAH sino que otros más son profesores en otras universidades. Este profesor nos pinta un desastre, todo se cae, todo al parecer esta mal. Y esto se debe a la maldad del neoliberalismo, a las autoridades y a los "caciques" que le "estorban" para que él pueda dar muchas materias y sobre todo, tener una plaza por derecho de piso. Ovalle quiere vivir de ser profesor de la ENAH, lo que no está mal, pero lo quiere sin cubrir los requisitos que marca el ingreso al INAH.
  3. Como no puede asumir una autocrítica, pues eso significaría que debería reconocer que en las evaluaciones espontáneas del propio Internet no sale bien parado con los que han sido sus alumnos (Ver evaluación), como tampoco los comentarios en torno a sus clases, por lo menos en historia han sido positivos; entonces el que no se le programen cursos suele ser resultado, según él, de la maldad de los caciques de las Academias. Su organización sindical pretende documentar muchas de las funciones que legalmente no tienen. Se dicen investigadores, cuando muchos son profesores sin concurso de oposición, entraron con los requisitos mínimos por la oportunidad que las Academias que tanto critica, le dieron. El que no le programen cursos, porque los alumnos no se inscriben en sus propuestas y por lo tanto no reúne el numero necesario que es de 5 alumnos para que se abra un grupo, lo denominan "rescisión de contrato", queriendo falsamente equipararlo con el despido, lo que no es de ninguna forma real.
  4. Ciertamente, algunos de los problemas que señala son ciertos. Todos los conocemos y no sólo él los ha señalado. También las Academias, de las que él tanto reniega y sin embargo de las que él aspira a formar parte. Preguntando, indagando aquí y allá, sobre el desempeño del profesor, sus ex alumnos pintan un cuadro poco halagador. Un profesor que en materias que no tienen que ver, quiere enfocar todo desde lo que él denomina "materialismo histórico", hasta la difusión de la historia, dando las tres leyes de la dialéctica para curar una exposición museo gráfica; es decir mucha teoría y a la hora de hacerlo no se puede hacer. Ello no descalifica la verdad de que hace falta el equipo de cómputo, que hacen falta más libros en la escuela, que se debe sustituir el sistema de calificación en servicios escolares, que hay problemas con el mobiliario que la ENAH adquirió recientemente, etc. Pero estas verdades, no son producto de su animo combativo o de su señalamiento, declara lo que es Vox Populi en la ENAH, lo que cualquier miembro de la ENAH te puede decir, directamente y sin voceros. Algo que además cualquier escuela en nuestro país demandaría, como se puede ver en las demandas de la propia UNAM que dicho sea de paso, tiene una incomparable mejor infraestructura que Antropología.
  5. La solución que su grupo sindical pretende a la necesidad de permanencia laboral, tutelando la reciente huelga estudiantil ha fracasado no sólo en el plano legal de la negociación con las autoridades, también en la imposibilidad que tiene para que la ley laboral falle a su favor. No tiene sustento jurídico y ha metido a los profesores de HSM en un callejón sin salida. Los mecanismos de ingreso al INAH, del personal docente no se pueden cambiar sin la intervención bilateral del sindicato titular. La ley protege la libertad sindical de afiliación, pero protege los principios de negociación colectiva y de titularidad en la relación laboral. La pasada huelga agotó el modelo de la coalición, por eso la salida de los profesores de asignatura, es una estrategia más legal, más laboral y apoyada en el sindicato mayoritario.
Continuará...
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Notas:
1 El Sindicato Independiente de Trabajadores de la Secretaría de Cultura, es uno de los 11 Sindicatos minoritarios que se formaron alentados por autoridades de esa Secretaría. No cuenta más allá de 350 trabajadores, por lo que no posee la titularidad laboral. La Coalición de Profesores se coaligó después con un pequeño grupo de ayudantes de investigación que al no obtener la toma de nota por el tribunal, se afiliaron SINITSEC para tratar de que se reconozca a su sindicato.