El frente de la izquierda mexicana, (Centro Izquierda).
Antecedentes políticos.
La izquierda mexicana con toda probabilidad ganó la elección presidencial en 2006, la que le fue arrebatada por la mayor regresión democrática de los últimos 18 años. El PAN realizó una elección de ESTADO para garantizar que el actual Presidente asumiera el poder y garantizara los intereses de la élite mexicana.
Las instituciones mostraron estar muy lejos de la construcción democrática que requiere el país, y sin embargo la izquierda no apostó al levantamiento armado, sino a la movilización social. La fuerza de la izquierda puso a 15 millones de personas a su favor, la misma cantidad con la que Felipe Calderón obtuvo en la elección. Calderón gozó de todo el poder del gobierno, en medios, campaña de desinformación e intervención abierta del Presidente anterior, para arribar al poder.
Tras el atraco, el PAN movió todos los medios disponibles, no sólo para impedir que el candidato despojado dejara de tener peso, sino para aplicarle la muerte política.
Andrés Manuel López Obrador, conocido por las siglas AMLO, fue postulado por un conjunto de partidos regsitrados. Su partido, el Partido de la Revolución Democrática PRD es un partido que ha venido creciendo a partir de la reconstitución de la izquierda electoral en 1978.
La izquierda mexicana hasta los 70.
Después de la guerra sucia contra la juventud mexicana, la derrota de la guerrilla estudiantil derivó en una Reforma política instrumentada en el gobierno de López Portillo. Se le concedió el registro al Partido Comunista Mexicano, creado en 1919.
La efervescencia de las organizaciones en 1978 atrajo al resto de las organizaciones de izquierda electoral en ese momento:
El Partido del Pueblo Mexicano, el Movimiento de Acción Popular, la Unión de Izquierda Comunista se fusionaron con el PCM para crear el Partido Socialista Unificado de México. Posteriormente se adhirieron muchos de los sobrevivientes de la lucha guerrillera como la Corriente Socialista y finalmente el grupo del 68 mexicano que había participado en la creación del Movimiento de Liberación Nacional en 1959. La fusión de estos grupos dio como resultado la creación del Partido Mexicano Socialista.
La ruptura de la hegemonía priísta.
Hasta 1986, la izquierda había logrado mayores avances electorales que la ultra derecha y la derecha mexicana (PAN). La descomposición del PRI tomó auge cuando se dividieron los tecnócratas de los políticos en el sexenio de Miguel de la Madrid y vino el primer cisma del partido con la ruptura de la corriente democratizadora del PRI en 1986. El sector de centro izquierda del PRI rompía mientras que centro derecha se reforzaba, pero la salida vino a fortalecer a la izquierda quién presentó un frente en 1988 para impulsar el candidato que rompió la hegemonía del PRI mantenida hasta ese momento. Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano, hijo del general Lázaro Cárdenes.
La elección de 1988 fue con toda probabilidad ganada por Cárdenas, pero esa vez también lo despojaron del triunfo electoral. Cárdenas cambió el tradicional llamado a las armas o a la violencia y fundó un partido nacional de centro izquierda con el frente que lo había apoyado. El PMS puso su registro para registrar legalmente al Partido de la Revolución Democrática. Al PRD se sumarona una gran cantidad de organizaciones como el Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional que veía en el crecimiento espectacular de la izquierda mexicana, que obtuvo en 1988 el segundo lugar, la posibilidad deseada para trepar en poderío.
La élite mexicana, beneficiaria de los gobiernos panistas y priístas teme a la izquierda mexicana que electoralmente ha demostrado que podría ganar elecciones. Por ello tanto el gobierno de Salinas De Gortari, como el de Fox y Calderón han venido dirigiendo sus ataques centralmente contra el PRD. En el periodo salinista, con el régimen autoritario del PRI aún sólido, se aliaron con el PAN y desde el poder no reconocieron los triunfos electorales del PRD, causándole más de 30 bajas en vidas humanas.
La izquierda mexicana en el poder
La crisis política que el régimen salinistas le heredó a Ernesto Zedillo, el último presidente priísta hasta la fecha, posibilitó la unificación del PRD con el PAN para la democratización del país. Gracias a esta alianza se obtuvieron los cambios electorales requeridos para que las elecciones fuesen libres y que los triunfos del PRD en algunos estados y la capital fuesen reconocidos. La coalición parlamentaria tuvo como resultado no sólo la reforma electoral sino también fue la que abrió la posibilidad de la alternancia en el poder en el años 2000.
La izquierda pierde la elección frente al candidato del PAN Vicente Fox, con el que se había suscrito un pacto no escrito para lograr que el PRI no siguiese gobernando. Cárdenas, el viejo candidato no supo adaptarse a las necesidades de un electorado que deseaba la salida del PRI y un cambio de fondo.
El relevo político de Cárdenas lo constituyó un político originario del Estado de Tabasco, Andrés Manuel López Obrador que compitió por la gubernatura de su estado y luego fue presidente del PRD. Bajo la dirección de AMLO, el PRD creció en varios estados del país y en las zonas conurbadas del DF.
El intento de 2006 y de nuevo el atraco
Ya como Jefe de Gobierno del DF creció el apoyo en la capital hacia el PRD, al mismo tiempo que fraguaba las alianzas necesarias para contender en el 2006. Atrajo al Partido del Trabajo, del que hablaremos en su momento y al partido Convergencia Democrática y organizó la "Coalición para el bien de todos"
La Coalición (PRD-PT-CD) lo postuló para competir por la Presidencia de la República en la elección de 2006. Esta elección estuvo lleno de ataques y de intentos del gobierno panista para descarrilar la fuerza con la que venía López Obrador. Conatos de meterle en la cárcel, montajes para incriminar allegados suyos sobre presuntos cohechos y desvíos y hasta el procedimiento de desafuero para poder procesarlo penalmente. La enorme movilización social de millones de personas hizo desistir al poder de hacer una cosa de tal envergadura y cedieron a la competencia electoral.
2006 fue una repetición de 1988, con el agravante de que de una manera descarada y pública el gobierno intervino para impedir que AMLO pudiese ganar la elección.
Situación actual de la izquierda.
El PAN ya en el poder volvió a la política de Salinas de golpear por dónde fuese a la izquierda, se trataba de destruir políticamente a López Obrador e impedir que tomara de nuevo fuerza en el 2012.
Lo primero era destruirlo dentro del PRD y para ello era necesario aliarse con el grupo más dispuesto. Los ex-miembros del PFCRN que tienen fuerza en el Senado y que han escalado negociando cuotas de poder, sin importar una estrategia de toma del poder. La cabeza del Partido, Jesús Ortega contendió por la Presidencia del PRD perdiendo la elección frente a Encinas, que era lópezobradorista. La comisión de garantías le otorgó a Encinas el triunfo. Ortega entonces sacó el conflicto al Tribunal electoral para disputar por la vía de los tribunales externos al partido la elección. En una de las decisiones más extrañas de la historia del país, el Tribunal en lugar de anular la elección, con una descarada ingerencia dio el triunfo a Jesús Ortega. La intención era clara, despojar a López Obrador del apoyo económico del PRD y obligarlo a salir ya sea por expulsión o por escisión. La habilidad de AMLO consistió en no abandonar el PRD y estorbar junto con Encinas que Jesús Ortega y los suyos se apoderara de todo el partido. Al mismo tiempo algunos de sus seguidores se pasaban al Partido del Trabajo y a Convergencia Democrática para crear una retaguardia en caso de que AMLO fuese expulsado.
Ortega pasó a la contraofensiva para minar el apoyo del ex-candidato presidencial y rompió con el Frente Amplio Progresista (PT-CD). Posteriormente golpeo a la candidata más fuerte del PRD en una de las demarcaciones populares de la Ciudad de México, Iztapalapa, dónde la fuerza de Clara Brugada se impuso en la elección interna.
De nuevo a través del tribunal electoral, en otra decisión inusual, Clara Brugada fue destituida en favor de Silvia Oliva con boletas ya impresas, que buscaban confundir al electorado, pues quedaban pocas semanas para la elección y en las boletas aparecería Clara Brugada cuando en realidad se votaría por Silvia Oliva.
Revertir esta manipulación del PAN, de Ortega y del tribunal parecía una cosa casi imposible a pocas semanas de la elección. La respuesta fue comprometer al candidato del PT, para que la gente votara por Brugada utilizando su nombre electoral y renunciara en el momento en que la hubiese nombrado para el puesto de relevo. Acosta se comprometió y en un trabajo político admirable, casa por casa los lópezobradoristas recorrieron Iztapalapa para mayoritariamente ganar la elección.
El PAN y Ortega volvieron a la carga para descarrilar el triunfo de los lópezobradoristas, Acosta se hecho para atrás después de la presión para que que no le traspasara el cargo a Brugada como se había comprometido. Al final, la fuerza de Brugada se impuso y el propio Acosta debió renunciar por haber metido un acta de nacimiento falsa en el registro.
El monopolio televisivo más grande del país ha emprendido una campaña de silencio, manipulación y ataque para tratar de desprestigiar la figura de López Obrador. Cada esfuerzo del perredista por sobreponerse a las maniobras del tribunal o de sus enemigos es presentado como las "evidencias" de un megalómano autoritario que es secundado por la radio y los medios de comunicación pagados por el gobierno. Como si fuese un loco peligroso, se intenta dar muerte política en un mobbing mediático.
A pesar de ello, López Obrador sigue apareciendo en los primeros lugares de las encuestas políticas como un posible candidato de la izquierda, no obstante que se le ha querido presentar como un político decadente y de bajada.
En estas contribuciones analizaremos cuál es el planteamiento de López Obrador, más allá de las banalidades de los medios mexicanos y de sus intereses venales y manipuladores.
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