Un forista de un foro rival a Kratos y Ethos inició la presentación de artículos del antropólogo Marko Monteiro y del piscólogo Steven Pinker, especialista en lenguaje y por lo tanto en estudios de cognición, para tratar de confrotar los estudios de género en las ciencias sociales. Más allá de que el procesamiento de esta información nos debe una opinión de quién la presenta en aquél foro, es de saludar la iniciativa en un foro de opinión, que busca profundizar y entender la polémica en torno a la necesidad de los estudios de género en los distintos campos de las humanidades y las ciencias sociales.
Martha Lamas |
Y es que en México los Nazi Machos, militantes mexicanos de Mansdefender tomaron por asalto algunos foros y se han creado nichos en otros foros dónde algunos aliados sin saberlo, han permitido que se apoderen de sus iniciativas. A diferencia de las intervenciones repetitivas, huecas, vacías, sin argumentos reales de los Mansdefender en foros como Tapatíos.com para los cibernautas de Guadalajara, la búsqueda de la historia de los estudios de género penetró en el foro de La suite de Gabito con la participación de Nix Hipnos, un jóven católico educado en las escuelas del Opus Dei, pero que busca discutir con profundidad la maldad o bondad de los estudios de género en el mundo.
Para ello reproduce en la línea de discusión "Sexo, lengua, estudios de género y otras imposturas", los artículos de Marko Monteiro y Steven Pinker. La discusión de esta línea la hemos respondido en la línea de discusión "La intelectualización Nazi Macha" en el foro de discusión Kratos y Ethos en Google. Esta es la primera vez que le respondemos a un forista de La suite de Gabito, porque sabemos reconocer cuando a pesar de las diferencias, podemos debatir temas importantes con algún forista. Este esfuerzo que es comentado por los nazi machos de nuevo con banalidades por lo que tomamos algunos elementos para centrar mucho mejor la discusión.
Marko Monteiro en su artículo dice:
"Algo malo le sucedió a las ciencias sociales en Europa a finales de los sesenta. Algo muy, muy malo. Algo raro y malo. Ante el asombro de sus colegas de otras disciplinas, un buen número de psicólogos, sociólogos y antropólogos comenzaron de pronto a decir estupideces y sinsentidos. La posmodernidad había tomado las universidades"
Marcela Lagarde |
La que me parece rara, es precisamente esta afirmación. Desde la información que tengo, existe un anacronismo de entrada, la posmodernidad apareció sobre todo en los años 80 del siglo XX y no en los años 60. Los textos de Lyotard o Vattimo, no se produjeron en la era de la contracultura Hippie.Y es que quizás comparto ese escepticismo contra la posmodernidad, pero la posmodernidad entraría en la Historia como disciplina en los 80 con los trabajos de Michel De Certeau y en la antropología con la Interpretación de la cultura de Cliford Geertz. Entonces ¿Por qué hablar de que la posmodernidad había tomado las universidades en los años 60.
Pero siguiendo lo que dice Marko citamos: " Y no, no uso el término de forma provocativa o para ser hiriente. Uso la palabra estupideces porque, como se podrá comprobar más adelante, es la expresión que con mayor precisión describe lo que salía de sus plumas. Quiero dejar claro que no tengo nada en contra del posmodernismo como movimiento literario o artístico. Al contrario, me parece perfecta la subversión que supuso. Lo que quiero demostrar en este artículo es que el posmodernismo, aplicado al ámbito académico, fue un golpe casi mortal a las ciencias sociales del que todavía se están recuperando. Y en algunos casos, como en el de los estudios de género o de la mujer, no se han recuperado en absoluto."
Bien en el caso de los estudios de género quizás no comparto la opinión de Marko, tendría que escuchar más de sus argumentos y reflexionarlos juntos. Sobre la posmodernidad, en efecto, pienso que una crítica a la posmodernidad que por ejemplo la Historia realizó en 1997 es necesaria y hoy nos une a los que postulamos la nueva Historiografía. En el caso, de los estudios de género, má que una corriente teórica de opinión, hoy se traducen en programas de investigación en las universidades. Pero bien, Marko es un estudioso de las masculinidades y en ese sentido el debate esta abierto entre académicos.
Margarita Michelena con Octavio Paz |
Reproducimos de la referencia en Gabito: " De repente, sobretodo tras 1968, un montón de profesionales que llevaban décadas luchando por que su estatus en ciencia se equiparara al de los científicos puros empezaron a renegar del método científico y a llevar a cabo sus estudios e investigaciones como si de análisis literarios se tratara. Cuanto mayor era el sinsentido en sus publicaciones, más fama cosechaban (véase Lacan o Derrida). Prescindiendo de un referente real, sus estudios estaban plagados de citas y notas al pie que mentaban a otros colegas, que a su vez citaban a los citadores. Como dije en el anterior artículo, su análisis se reducía a un circuito cerrado de referencias, al margen del método o de cualquier disciplina seria."
Una afirmación polémica desde el punto de vista metodológico pues en ciencias sociales ¿cuál es el método científico?, ¿el empirismo?, ¿el positivismo?, ¿el de las ciencias naturales?¿qué es el método de cualquier disciplina seria? ¿Como si el método, sobre todo en antropología fuese un consenso universal? La liga de las ciencias con la lingüística tomó muchos caminos como fue el caso del otro autor tomado, Steven Pinker, quién basa sus estudios de la cognición en el estudio del lenguaje. La selección de ambos autores pone a dos investigadores que coinciden en us objeciones a los estudios de género, pero que discrepan en el papel del lenguaje para avanzar en sus investigaciones.
Y es que aquí tenemos varias discusiones. Una con el estructuralismo lacaniano, otro con el papel del lenguaje que nos impide eludir los trabajos estructuralistas de Sassure y otra más con el posmodernismo que quiso transformar el lenguaje en la principal limitante del estudio de la realidad, lo que nos trajo el aspecto polémico de la posmodernidad, el relativismo. Una discusión difícil pues nos mete a autores que no se pueden descalificar a la ligera. Pero el autor brasileiro dice:
"Era un mundo académico aparte que, en lugar de estudiar la realidad, se estudiaba a si mismo. Cualquiera podía decir la tontería que le viniese en gana siempre que tuviera un montón de notas al pie, una bibliografía más extensa que el propio texto y estuviera escrita en el lenguaje mas farragoso y confuso posible."
Afirmaciones ligeras, el estudio de sí mismo es el estudio también de la realidad. El lenguaje es un vehiculo social que contiene un elemento fundamental de funcionamiento social con el mundo de la vida. Estudiar el lenguaje no es estudiar un abstracto que no tiene nada que ver con la realidad, es estudiar un aspecto de la realidad. El lenguaje es un cosntructo social.
Pero Marko nos agrega: " Antes de seguir conviene dejar claro que se entiende por posmodernismo. Aunque estamos hablando de multitud de corrientes de pensamientos distintas, e incluso opuestas, todas tienen suficientes características en común como para justificar su agrupamiento bajo el término posmodernismo. Marvin Harris hace un resumen de estos rasgos comunes en Teorías sobre la cultura en la era posmoderna: 'De las numerosas fibras que componen el posmodernismo, la más notoria y destacada es el descrédito de la ciencia y la tecnología occidentales.' ".
Bien hasta aquí, Marko no ha entrado en materia, pero seguiremos en nuestro foro de Google la polémica. Podemos estar de acuerdo con él en algunas cosas, en esta lectura de Marvin Harris y en su distancia con el posmodernismo. Tenemos que leer sus objeciones a los estudios de género. Estos los seguiremos en el hilo aludido en Kratos y Ethos en Google.
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