Ni los oigo, ni los veo.
La fractura entre la sociedad y los gobiernos panistas y priístas.
Perdieron la interlocución social, el poder soberbio en México cree que llega con su discurso a la ciudadanía mexicana. Creen que basta con afirmar, afirmar, afirmar. Existe la sensación de dos Méxicos, el México del poder y el México de la gente. Esto, presentimos todos, es un muy mal augurio. Peña Nieto quién llegó con la compra masiva del voto, 6 mil millones de dólares, se dice, llega a través de la prevaricación del Instituto Federl Electoral y del Tribunal Federal de la Federación. Todo un escándalo, una gran vergüenza nacional y ellos simulan que no pasa nada, que los otros no existen.
Peña Nieto afirmó al recibir la constancia de mayoría por el tribunal corrompido afirmó que es hora de ver hacia adelante, de cerrar el episodio. ¡Sí, como no! "Ni los oigo, ni los veo" decía el líder moral de Peña Nieto cuando fue Presidente, ni los oigo ni los veo, parece decir Peña Nieto al fingir que no pasa nada, que es un problema de perdedores y ganadaores y no de un atraco consumado ante la prepotencia de un poder que no respeta sus propias leyes.
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Movilización del Yo Soy 132 mexicano. |
Junto a Peña los medios de comunicación silenciaron todo discurso diferente, compraron a analistas, periodistas que se sumaron a los merolicos de la televisión existentes. Pocos, muy pocos levantan la voz en contra de un régimen que se va convirtiendo en una dictadura.
La televisión no refiere el mundo real, lo que sucede en las calles de México, lo que siente la gente, en México la oligarquía nacional va convirtiendo su régimen y su llamada democracia en un dictadura real, dónde con soberbia, ellos reinan. El gobierno de la sociedad se va perdiendo y el diálogo, la interlocución entre el Estado y la sociedad comienza a marcar un profundo divorcio. La Televisión elude todo esto y prefiere hablar de tormentas y huracanes, de lluvias, de la subida del precio del huevo, uno de los alimentos básicos familiares en México, mientras que presenta programas parciales de analistas "jurídicos" argumentando que todo ha sido legal. Parece que ellos quieren convencerse a si mismos, mientras que socialmente no convencen a nadie.
Al reconocer el panismo y "respetar" esas instituciones, se deslindan de la población. Al correr los oportunistas al besamanos político, se va configurando dos proyectos de nación, uno abajo y otro arriba. De lo único que han podido convencernos es que el camino hacia la democracia esta bloqueado. Que no es por la vía electoral como los gobernantes y la oligarquía podrán establecer un consenso social. Vienen grandes luchas por el reconocimiento de la sociedad. Hoy lo que existe es divorcio, un divorcio social.
Un México sin corrupción y desarrollo contra un México corrupto y de saqueo.
Los dos México, evidencias.
Una cosa es lo que un político como Peña Nieto dice de sí mismo y otra cosa es lo que ha hecho. Peña Nieto parece convencernos de que respeta la plurarlidad. Lo que le hemos visto son afantes hegemónicos, asimetría en la compra de voluntades, autoritarismo a la hora de la toma de decisiones y una profunda falta de sensibilidad política para escuchar a los otros.
Hoy es importante iniciar un proceso quirúrgico de ruptura con los chuchos, dentro del PRD, puede durar este proceso años, quizás en 2015 si no sucede algo antes. Fundar un nuevo partido de izquierda, al margen del PRD que conjunte otras voluntades. La resistencia mexicana es el presagio del viejo pricipio liberal de que los pueblos hacen gobiernos para garantizar su bienestar, sus derechos y su felicidad. En estos principio, el gobierno de Peña Nieto no es nuestro gobierno, es un gobierno de la oligarquía, una imposición, una dictadura.
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