Nos visitan del mundo

martes, 27 de noviembre de 2018

La suspiración por los liderazgos del pasado...

Los dioses nos hablan.

El profesor Ovalle suspira por los Liderazgos del pasado y menosprecia el trabajo actual.
Desde hace muchos años no se generan liderazgos fuertes que puedan sacar a nuestra Escuela de la inanición en la que se encuentra. Desde sus orígenes hasta principios de los años 1990, la ENAH se caracterizó por contar con profesores-investigadores y egresados de gran estatura intelectual, que debatían los problemas nacionales y ensayaban propuestas teóricas logrando trascender nuestra institución y posicionarse a nivel nacional. Sin embargo, en los últimos años, hemos sido testigos de la diversificación, especialización y atomización de nuestras disciplinas, que abandonaron el principio básico de la práctica antropológica: su carácter integrador:
…de ser la única escuela, la ENAH ha pasado a ser una más, pero hasta ahora la más populosa y la más importante. Sin embargo, como foro de discusión académica ha pasado a segundo plano, pues ya no es donde se discuten los paradigmas teóricos o las corrientes y escuelas antropológicas, sino que discutimos el uso de un paradigma en distintos casos, pero no las peculiaridades y validez de dicho paradigma (Nolasco 1999:23).
Vamos a la Licenciatura en la que estudió el camarada Ovalle, Antropología Social. ¿Quiénes son los líderes débiles que ya no son los fuertes del pasado? Rolando González, Consuelo Sánchez, Gastón Martínez, Francisco Amezcua, Hilario Topete, Mario Mancilla, Manola Sepúlveda y su amigo y protector Miguel Ángel Adame. Todos ellos lo formaron y para él ¿todos ellos abandonaron el principio básico de la práctica antropológica? No me toca a mi responder por ellos, aunque aprecio a muchos de ellos. Lo que si, me parece que escupe al cielo, pues él fue formado por esos profesores y por lo visto no le guarda ningún respeto a lo que le enseñaron. Puede ser, rebelarse a lo que te enseñaron, pero a cambio de presentar algo mejor y veo que el profesor no ofrece nada mejor, simplemente se dedica a chambear.

Me toca si defender lo que hace mi licenciatura. A mis compañeros. No obstante que puedan haber diferencias, la historia que hace la ENAH es para mi una historia de vanguardia y por lo tanto, sistemáticamente no tendrá visibilidad porque al poder no le gusta mucho lo que hacemos. ¿Quienes somos? Una de las pocas escuelas de la República que elaboramos una historia social, no positivista y que le entramos a temas de vanguardia como la historia del tiempo presente. Y no sólo, un ala de nuestra carrera alimentó la revista más importante de la posmodernidad, Historia y Grafía que es hoy la revista más importante de esta corriente en México. Somos una especie de Nanterre, que parece más a una escuela provincial. Frente a la Antropología que tiene en la ENAH 80 años, historia cumplirá apenas 40 años en 2020. Hemos crecido a un posgrado internacional y alimentamos otro posgrado de ciencias antropológicas. Sin los apoyos de universidades más grandes, la ENAH está presente en muchos foros como Historia a Debate o el Congreso Internacional de Americanistas. La historia nos juzgará.

Hoy los estudiantes de historia son uno de los sectores más críticos e inteligentes de la ENAH. Tienen presencia en los encuentros de estudiantes más antiguos de México y son apreciados en el resto de las universidades. Hacemos lo que podemos, pero lo hacemos con mucha convicción.

En el terreno de la docencia, los profesores que egresan de la ENAH, en general, son muy buenos profesores. Tienen una visión distinta y no sólo enseñan acontecimientos. Hoy pueblan la educación media básica y superior, e incluso la superior compitiendo con universidades más grandes.

Sin converger con la ideología de algunos compañeros, es de reconocer que ellos si se han pronunciado en los grandes problemas nacionales. Hemos intervenido en los distintos momentos, de lo único que se nos puede acusar es no ser Rock Star. Y si es es nuestro pecado, le preguntamos a Ovalle ¿Qué ha hecho él para hacerlo? Algunos de nosotros han tenido premios.

Finalmente deberíamos explorar terrenos como la difusión y la divulgación de la Historia, en estos terrenos tenemos egresados que realizan cosas importantes. Hay egresados de la generación de Ovalle, que ellos si ganaron concursos de oposición en el INAH y allí se lo dejo. Y no es uno o dos, somos más de una decena.
El deterioro académico de la Escuela fue percibido, desde la década 1990, por investigadores como José Luis Lorenzo, profesor emérito del INAH, que en aquel entonces contaba con 50 años de experiencia:
En la ENAH sobrevive un profesorado mal preparado, muchas veces sin título de Licenciatura, sostenido por grupos de “autoapapacho”… Lo que debería hacer es cerrar sus puertas, titular a quienes estudian actualmente y reestructurarse… existen fósiles que llevan 18 años haciendo una tesis y, aun sin título, ostentan altos cargos en el INAH (Gámez 1995).
Han transcurrido 30 años desde esa realidad que pinta José Luis Lorenzo. ¿Cuántos profesores de Historia no tienen ni Licenciatura? Le respondo de los 8 profesores 4 son doctores y 4 maestros. Tres de estos maestros a punto de doctorarse. ¿Qué grado tiene el profesor Ovalle? Que este profe recuente la situación de la disciplina que estudió.
Mier (1999:38) atribuye la degradación académica al dominio de la más estéril burocracia:
Nunca la Escuela Nacional de Antropología e Historia había enfrentado como ahora el asedio, la violencia y una degradación tan capilar, tan imperceptible, inscritas en las estructuras íntimas de nuestra vida cotidiana. El vasto aparato burocrático de control impregna todos los niveles del trabajo intelectual. Los CONACYT, SIN, ANUIES y demás han sofocado y quizá devastado irreversiblemente la vida académica en las escuelas de educación superior y seguirán haciéndolo.
Poco hicieron las sucesivas autoridades de la Escuela que se limitaron a “administrar” el desorden institucional interno. Prefirieron concentrarse en resolver los problemas en forma aislada en lugar de enfrentarlos con un proyecto académico integral
.
Raymundo Mier, entrañable y buen profesor en la UAM. Nos dice esto en 1999, parafraseado por nuestro bloguero. 1999 es la dirección de mi estimado colega Alejandro Pinet. Cuando Raymundo habla de toda esa burocracia y del Sistema Nacional de Investigadores no habla sólo de la ENAH. Preferiría comentar esto en un foro con personas más enteradas y desde luego, esta discusión que es vieja, podría ser abordada de nuevo. Habrá tiempo en el Congreso de transformación, allí nos vemos si es un evento con la pluralidad existente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario