Este mes de febrero cumplirá años. Expresivos ojos indígenas de una profundidad y un brillo que reflejan la complejidad y la seriedad con la que ella siempre habla, inciciva, irónica, con una precisión quirúrgica de un bisturí que disexiona lo que parte y corta. Es un día muy importante porque hace años nació ella quién ha navegado por mares y tormentas con un timón firme en el que otros barcos habrían de zozobrar.
Siempre he tenido, desde niño, una especial atracción por los rasgos indígenas en las mujeres, por mi físico, ellas son mi otredad, el 14 de agosto de 1976 a los 18 años escribía respondiendo a las diferencias con una compañera:
Son "cursis" los versos
es "naca" la canción
Para nosotros el río es bello,
el árbol, también la flor;
el animal, venado y zorra
forman el cosmos
la armonía sin igual
Para mi es bella la sonrisa
del indígena y su mujer
el nacimiento de su hijo,
sus costumbres y tejer
es bueno su vestir
es formidable su mirar
es rica su comida
y en su música no hay igual.
Esta parte que permaneció en mi dormida tenía que ser rescatada, por la arqueología natural de una maestra de las letras. Recuerdo con atención su exposición en torno al romanticismo del siglo XIX. Un amor que se quiere matar, que tiene que vivir como si fuera lo último. Descubrimiento en sus ojos oaxaqueños, llenos de expresividad y talento. Quizás un ingrediente que complementaba al imponerse al destino como resistencia de la voluntad humana y sin embargo ella toma distancia del modernismo.
No se en que momento llegaría, y digo no sé porque mi respuesta es la ambigüedad de que estas cosas son de ontología. Irreductibles, naturales, por lo tanto inexplicables.
Una niña frágil convertida en una mujer talentosa y competente en lo que ella hace, que siempre me enseña nuevas cosas, que siempre me cuestiona con su katana como bisturí los aspectos que yo pensaba eran intocables. Sensible, tierna, fuerte con calidad.
Febrero se ha transformado para mi en una fecha significativa, importante, sin lo que ocurrió en esta fecha, jamás la hubiera conocido, soy persona afortunada, me la he encontrado en el camino y me hace muy feliz. Yo sé que a ella quizás no le entusisasma mucho, pero sé que aunque nos suceden cosas trágicas cerca de nuestro cumpleaños, cosas de vida que no controlamos, siempre tenemos como elemento positivo que la vida tenemos que vivirla como las personas son y con los acontecimientos que suceden.
No puedo mencionar su nombre porque rompería su tranquilidad y su privacidad. Pero ella sabe bien de quién hablo y espero que ese día, en que la voy a ver, pase momentos de tranquilidad, si no de felicidad. Momentos agradables aunque los abrazos de quién no le agrada sean desagradables. En cada abrazo desagradable recuerde que hay gente agradable que espera por ella y que hay un amor sincero, honesto en la profundidad del corazón. Con todo gracias por haber nacido, gracias por haber vivido y gracias por estos meses maravillosos que han revivido mi existencia, sólo por eso para mi es día de fiesta.
Una canción de Lennon que expresa agradecimiento:
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