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viernes, 19 de junio de 2020

Neoporrismo pseudoanarquista y paramilitar en las escuelas.

Neoporrismo pseudoanarquista y paramilitar en las escuelas.

El porrismo de los años 70 y el 68

En los años 70, en el periodo del post 68 el porrismo fue un medio del poder para tratar de poner a raya el movimiento estudiantil, en ese momento disidente del gobierno. Se trataba de pandilleros surgidos de los barrios populares a los cuáles el poder, en ese momento priísta les brindaba protección para resguardar grupos de choque en los centros escolares. Los blancos de esos agentes que tenían nombres como el combate, el muro, el poca madre, el mazacote fueron los activistas de izquierda, de los Comités de Lucha o de los grupos estudiantiles como el MES o los trotskistas. 

Las fronteras eran muy claras. Los porros eran los ejecutores de las novatadas contra los perros, estudiantes de nuevo ingreso a los que se les amedrentaba durante un año rapándolos para distinguirlos y sobre los que se ejecutaba toda clase de abuso y taloneo. Los estudiantes de izquierda siempre tuvieron como una de sus luchas el pedir la expulsión de esos grupos y denunciar la protección de las autoridades a este tipo de delincuentes que no respetaban ni a los profesores de las preparatorias o las facultades. La fuente de protección estaban en muchos casos en el propio director del plantel, que los tenía como equipo de protección y contención. Pero también estaban soportados por algunos diputados priístas, agentes el ministerio público, agentes judiciales que les daban juego y no intervenían a la hora de los saqueos a tiendas y comercios que se realizaban a los alrededores del plantel o en camino a los juegos de futbol soccer o americano en los que iban saqueando tienditas, camiones repartidores que tenían la poca fortuna de atravesarse en su camino. Los estudiantes que los acompañaban eran una especie de apoyo mudo a los que se les permitía disfrutar del saqueo. Una especie de diversión que se disfrutaba si se acompañaba a los porros.

Después del 68 fue también el momento en que las luchas de los comités de lucha y el CNH expulsaron porros y limpiaron escuelas de los mismos. Prepa 6, prepa 8, los CCH fueron escenario del anti porrismo, lo mismo que escuelas muy comprometidas como economía, ciencias políticas, filosofía, ciencias, por recontar algunas. En los 70 se conservaron pocos bastiones porriles como Prepa 5, Prepa 7 o Prepa 9 y Facultades como Ingeniería, Química o la celebre Facultad de Derecho donde las balaceras y los grupos rivales fueron fuentes de noticias. A pesar de que se trataba de grupos violentos, nunca destruyeron escuelas o se robaron los materiales, conservaron sus concesiones, por lo regular las cafeterías de los planteles y punto. En el Politécnico el porrismo estaba más agrupado en torno a asociaciones como la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos o la Federación de Estudiantes Politécnicos que desde luego eran controlados de la misma manera y se oponían a los Comités de Lucha de escuelas como la Superior de Economía o la Superior de Ciencias Biológicas.

El tránsito del post 68 y la diversificación política

En los años 90, cuando la oposición política comenzó a gobernar la Ciudad de México, los restos del porrismo institucional perdieron fuerza y se convirtieron en grupos financiados por el exterior a las escuelas y ya no dependían necesariamente de los directores de las mismas. Las propias administraciones cada vez más ligadas a miembros del grupo post 68 ya no funcionaban en el control de grupos de choque, por lo que los mismos ya no encontraron siempre cobertura de las direcciones. Más bien estaban ligadas a grupos priístas, pero más tarde, ciertos sectores perredistas comenzaron a utilizarlos como cuerpos de seguridad en sus mítines y posteriormente como grupos de choque contra grupos contrarios incluso en el propio PRD. Como grupos externos, con presencia en escuelas, la pantalla fue la animación deportiva como en los primeros tiempos. Grupos como el 3 de marzo en CCH Vallejo crecían en una especie de esquema de Hooligans . Se trataba de asistir a los partidos de fútbol soccer o americano y enfrentarse para mostrar como era la estructura de las antiguas madrinas, que tenían capacidad de choque y pelea. Sin la protección incondicional de las altas autoridades universitarias, siempre fueron vulnerables a la hora de que les levantaran actas, los denunciaran ante ministerios públicos o los expulsaran de la universidad. A pesar de mantener presencia, y de chocar contra los grupos actualizados de comitecos, ahora llamados cubos por tener ocupados cubículos, porros de grupos como el 3 de marzo no tardaron en desaparecer de la escena de la UNAM, sobre todo por las huelgas de 1986 y 1999, en el que los grupos de activistas se volvieron a fortalecer en las escuelas.

El porrismo del tipo del 3 de marzo se estructuraba mediante la captación de estudiantes de las escuelas por lúmpenes con mayor experiencia los cuáles eran los receptores de financiamientos tanto de políticos de izquierda o derecha que eran los que les pagaban por sus servicios. Tampoco desapareció el que algunos directores los utilizaran como fuente de contrapeso al movimiento estudiantil. La cooptación se realizaba mediante fiestas en las que los dirigentes pagaban la bebida y los llevaban al enfrentamiento contra otros grupos con el pretexto de despojarlos del Jersey. Ya sea universitario o politécnico en una especie de duelo de honor. Sin embargo este tipo de porrismo, muy asociado aún al porrismo de los 60 - 70 era muy vulnerable, sobre todo por su desacreditación social. Sin ninguna simpatía social, fue fácil para algunas administraciones irlos desmantelando una vez que sus miembros, denunciados por los cubos, fueron identificados y a los que se les abrieron procesos de expulsión. El porrismo hoy es un fenómeno externo a la universidad, es importado de fuera.

Nuevo milenio, porrismo posmoderno

Piensa mal y acertarás. ¿Cómo tener grupos de choque con cobertura? Los grupos de porros con Jersey pasaron a ser obsoletos en la universidad. Útiles para grupos exteriores y usados en conflictos como el de 2018 contra los mítines de CCH Vallejo. Pero ¿qué pasaría si las víctimas de estos grupos pasaran a ser victimarios? Si un grupo ejerciera el porrismo ya no vestido de Jersey sino encubierto en una bandera política. No sería fácil distinguir entre un porro y un activista, como antes, sino que ahora se confundiría con grupos de luchadores sociales.

El proceso tiene antecedentes en la privatización del auditoria Che Guevara que fue expropiado por un grupo que a estas alturas se le puede calificar de privado y que ejerce en él una especie de oligopolio de negocio, embozado en que se trata de grupos de autogestión que ya no necesariamente pertenecen a la universidad, sino que están formados por agrupaciones parauniversitarias. Se demostró que la UNAM no puede hacer nada contra este tipo de agrupamientos que pasaron de ser activistas a no pertenecer a ningún grupo en la universidad y que se dedican al comercio informal al mismo tiempo que aprovecharon el escenario de la multiplicación de la distribución de drogas y del narcomenudeo. Así que a estos grupos ya no los controlan ni siquiera las asambleas estudiantiles, sino que se han convertido en grupos privados que ejercen una especie de oligopolio.

¿Qué sucedería si grupos pequeños se apropiaran de los espacios universitarios bajo el pretexto de una bandera social? La confusión entre autoridades y estudiantes sería mayúscula pues no es políticamente correcto estar contra ninguna lucha social. De esta forma inducir organizaciones de este tipo, bajo una aparente transversalidad y organizarlos en red es posible para un poder que ha venido mutando no sólo por los usos nacionales, sino por los usos internacionales de las grandes corporaciones. Se trata de aplicar las técnicas de la acción social empresarial que Mancur Olson ya había previsto en sus textos.

Se dota de un programa de lucha progresista, convenientemente estructurado desde el liberalismo moderno y presentado como anarquista. Los grupos se estructuran en talleres, rondas de estudio, cursos de capacitación en autodefensa y organización de defensa (léase paramilitar 1). Se mueven como grupos volantes, brigadas que se agrupan a la hora de ejercer acciones con una evidente división del trabajo y una coordinación en la que entran mandos que les indican por duplas, tríos o sextetos como deben accionar en los operativos que realizan.


En política la forma es fondo. La diferencia sustancial entre los grupos militares revolucionarios y los contrarrevolucionarios es la real lucha por la justicia. Mientras que los primeros enfocan sus objetivos en ganar a la población, convencerla de la justeza de su lucha y por lo tanto asegurar su simpatía; los segundos se enfocan en todo grupo contrario a sus intereses sin importar la población y su toma de decisión. Los grupos fascistas en italia se podían presentar como anarquistas, socialistas, pero en el fondo responden a su propio accionar y a la lógica de la destrucción. Tienen sépanlo o no, una liga con el poder aunque para ellos no sea evidente y están dirigidos a desestabilizar no para cambiar la sociedad sino en consignas cortoplacistas que "surgen de algún lugar" y de las que ellos sólo hacen suyas.

Si se podría dudar de la ilegitimidad de la lucha de estos grupos, los resultados de sus acciones han terminado por evidenciar que no se trata de la transformación social, sino de la pura y llana desestabilización política que no es antisistémica y que sirve también a quién se beneficia de estas acciones ya sea porque cabildea leyes, gana en el parlamento posiciones de poder o porque el programa a mediano plazo es el fortalecimiento de determinadas posiciones políticas.

El saldo de la destrucción de escuelas en la Universidad Nacional Autónoma de México no puede ser ya medida en la visión de grupos revolucionarios antisistémicos. Se trata más bien de un activismo que favorece grupos y posiciones de poder no sólo dentro de la universidad sino también en el gobierno de la ciudad que sospechosamente le ha dado cobertura a estos grupos y total impunidad, tal y como sucedía con los grupos porriles en los años 70 los cuáles no sólo saqueaban con total impunidad sino que se les daba cobertura en muchas clases de delitos.

El resultado de las luchas pseudo feministas y pseudoanarquistas desde la UNAM no es la disminución del feminicidio, el cuál va en aumento; ni la contención de la violencia social contra las mujeres por efectos de protocolos y legislaciones. Se han aprobado, cierto legislaciones y protocolos en las escuelas, pero en realidad ninguna de estas acciones detendrá el problema porque el diagnóstico es equivocado.
CCH Sur UNAM incendiado por las paristas de
Mujeres Organizadas

Los feminicidios no se producen por el machismo de los hombres en México, sino que el ambiente de violencia social e impunidad se debe a que el Estado está coludido o perdió el control contra el crimen organizado. La visión de que el violador es el Estado o que existe una guerra contra las mujeres o que es producto del sistema patriarcal es una visión idealista, anticientífica, cuyo origen son las concepciones posmodernas y culturalistas del feminismo que viene de la segunda ola. Esta pretendida "tercera ola" no es más que el recalentado de ideas equivocadas y reaccionarias del feminismo liberal descompuesto en el culturalismo. El que los hombres sean machos, no los hace asesinos, el que hombres asesinen no quiere decir que que la mayoría lo haga. Pero estas percepciones equivocadas han dado sustento a grupos volantes que los usan como pretexto para la destrucción. Una especie de tontos útiles que son utilizados en la pugna del poder para el 2024.

Al observar las acciones en la Ciudad de México en el que la quema de escuelas, las lesiones contra ciudadanos comunes y corrientes, el saqueo de comercios se suceden en los actos de estos grupos que de separatistas no tienen nada, pues se ve a mujeres recibiendo instrucciones de hombres, que dicen ser transversales cuando en realidad se puede comprobar en todo momento que estas acciones tienen líneas de mando. Uno se pregunta ¿por qué las autoridades de la Ciudad de México no han hecho nada en contra de todo tipo de delitos que se han cometido?

Saqueos en la calle de Juárez, como en los 70 saquean los snacks
Por su forma, que en política podemos afirmar es fondo, estos grupos ya no se diferencían de los porros de los años 70. Saqueos a comercios, destrucción de negocios privados y desde luego esa "acción directa" no le hace ningún rasguño al sistema. Pero si crea inestabilidad que desde luego es parte de la lucha rumbo al 2024. En ningún lugar de México o el mundo los saqueos recibirán tal inacción que es justificada por el gobierno de la ciudad como que no es represivo o que "entienden" la "justa indignación" de las mujeres.

Bombazo frente a Palacio Nacional, la responsable de anteojos
Indignación que ya ha pasado al uso de explosivos en contra de estudiantes en las escuelas como sucedió con CCH Naucalpan donde se ve a estos grupos arrojando bombas contra la mayoría estudiantil reunida. O las tomas del centro de la ciudad en el que las bombas se ven estallar lo mismo que los rostros de las mujeres policías a las que se les ha ordenado la inacción han sido lesionadas con quemaduras por el uso de gasolina por parte de estos grupos.

El malestar ya recorre a los propios grupos policiacos, los cuales son mandados al matadero con la orden de no responder las agresiones. Contener se ha vuelto sinónimo de pasividad, de inacción. El gobierno de la Ciudad de México se encuentra obligado a investigar, nadie de estos grupos ha sido arrestado en flagrancia. Las autoridades crucificaron a los policías que cometieron abusos policiacos frente a la embajada, pero no hicieron nada con las responsables de haberle quemado el rostro a una de las jóvenes oficiales de la policía a la que le dieron la instrucción de no contraatacar y "contener" a las manifestantes.
Policía con el rostro quemado

El ambiente en la universidad es de miedo, de terror de zozobra. Los únicos arrestados de estos acontecimientos han sido los propios estudiantes que saqueando equipos de las escuelas han sido capturados con lo robado. No en manifestaciones, sino a la sombra de la noche.

No hay información de las autoridades sobre estas personas, sus ligas, sus móviles. No obstante que los responsables de las tomas de escuela usan el membrete de mujeres organizadas, no se ha emprendido ninguna acción contra esta organización. Por el contrario, la autoridad tiene un enorme miedo a ser atacada y prefiere evadir el problema, presentar una imagen políticamente correcta, que la acuse de represiva.

En medios universitarios es un secreto a voces que hay grupos que se disputan la rectoría de la UNAM e involucran no sólo al PRD sino a grupos de MORENA. Son rumores, pocos desean hablar, las conversaciones en torno a estos problemas es más bien privado. Existen muchas evidencias de que no fueron grupos ajenos, sino que las acciones fueron ejecutadas por los propios paristas que en ocasiones pertenecen a otras escuelas distintas a donde hicieron sus desmanes.

Aquí la sociedad y las autoridades no se han decidido a nombrar por su nombre a estos actos. En los 70 nadie hubiera dudado que se trata de porros. Hoy investidos de "lucha social" y "feminismo" nadie quiere arriesgarse a decir "El rey está desnudo". ----------------------------------------------
1  Un término que han querido ser polémico pero que es preciso. Para militar no sólo son las Autodefensas Unidas de Colombia. Lo son todo tipo de organización que utilice el sistema de organización militar como la división en brigadas, piquetes, que tengan sistemas de coordinación y mando; que se muevan con criterios militares en operativos y acciones de este tipo. Paramilitar es una organización que va de los Boy Scouts, hasta organizaciones que se mueven grupalmente con movimientos de este tipo sin que necesariamente estén armados. Quiénes hacen ruido por este señalamiento, más bien encubren esto que a los ojos de cualquiera que conozca lo militar es evidente.

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